Kebyart, un cuarteto de saxos con "mucha energía y mucha pasión"
La formación de cámara creada en Esmuc viaja por Europa celebrando diez años de creatividad y buen trabajo
BarcelonaLa singularidad les ayudó, pero es la determinación, el estudio, la creatividad y el buen trabajo lo que ha consolidado un proyecto efectivamente tan singular como el cuarteto de saxos Kebyart. Llevan diez años tocando juntos, desde que se conocieron en el Esmuc, y en este tiempo han conseguido metas como estrenar obras nuevas de compositores como Jörg Widmann y David Philip Hefti y trabajar con un repertorio amplísimo que va de Bach a Héctor Parra. Y ahora están inmersos en una gira con conciertos en París, Roma, Liechtenstein, Heidelberg y Basilea, entre otras ciudades. "Damos más conciertos fuera que aquí", dice Pere Méndez (L'Ametlla de Mar, 1995), uno de los componentes del cuarteto que completan Daniel Miguel Guerrero (Constantí, 1993), Robert Seara (Barcelona, 1995) y Víctor Serra (Barcelona, 1995). Kebyart, por cierto, viene de una palabra balinesa que significa "estallado o abrirse de repente".
"El hecho de habernos internacionalizado puede parecer muy glamuroso, pero es necesario para poder hacer sostenible nuestro trabajo y vivir de hacer conciertos—explica Méndez—. Esto ha podido pasar gracias al impulso de L'Auditori y del Palau de la Música, con mucho trabajo que sabemos cómo sabiendo aprovechar los recursos que sabemos aprovechar los recursos ábamos de determinados trampolines que sí tienen otras formaciones o cantantes para llegar a ciertos agentes y promotores". Obviamente, nada habría pasado sin la calidad que los Kebyart demuestran en cada proyecto y en cada concierto. Y el rigor con el que colocan la sonoridad del saxo tanto en piezas de nueva creación como en obras que fueron escritas cuando el instrumento ni siquiera existía, porque fue inventado en 1840. "Tocamos un instrumento moderno, pero cuando interpretamos una pieza del siglo XVIII, de Mozart o de Bach, queremos imaginarnos como lo habrían escrito".
"Eso sí, nos gusta el contacto con los compositores que escriben para nosotros", añade Víctor Serra. En este sentido, existe un punto de inflexión fundamental en la trayectoria del cuarteto: cuando Jörg Widmann escribió 7 capricho para los Kebyart. "Es un compositor de referencia no únicamente en Europa, sino en todo el mundo, y eso nos permitió situarnos un poco en el mapa y que otros compositores de prestigio nos tomaran más en serio. Además, el Jörg, de manera sublime, ha condensado una manera de hacer mucho Kebyart para que esta pieza reúna la tradición, y el 'a'.
Hay una anécdota que ilustra el talante de este cuarteto que ha seguido formándose en la Musik-Akademie de Basilea. "Empezamos a hacer transcripciones para saxos después de encontrar errores comparando el manuscrito de Ligeti de la Música ricercata de Ligeti para piano y de las seis piezas que arregló para quinteto de viento y la edición publicada por una editorial conocida —explica Méndez—. No podíamos jugarla y tocar obras con errores. Esto fue en el 2014". Y desde entonces la prioridad de los Kebyart ha sido hacer los arreglos ellos mismos.
En aquellos tiempos fundacionales costaba encontrar referentes porque, como recuerda Seara, "los cuartetos de saxo europeos no se dedicaban plenamente a la actividad concertística", que es lo que es lo que es el de la vida, y cuando íbamos descubriendo música increíble, sólo teníamos el saxo en las manos y quizás era demasiado tarde para empezar a estudiar violín u otro instrumento —relata Daniel Miguel Guerrero—. Al final, no queríamos renunciar a poder tocar música increíble por el hecho de haber escogido muy primariamente un instrumento como el saxo". En este camino tuvieron un referente ineludible por tantas formaciones catalanas: el Cuarteto Casals, un cuarteto de cuerda. "El Casals y otros cuartetos de cuerda que admiramos como Even, el Belce, hacer un cuarteto de saxos es lo mismo que un cuarteto de cuerda, en el sentido de que son cuatro personas, cada una tiene una voz y las cuatro construyen un discurso juntas. Era muy fácil reflejarnos en el cuarteto de cuerda, aunque después, obviamente, hemos buscado nuestro camino", dice Seara.
El camino que transita el cuarteto Kebyard tiene también resultados discográficos como Acentos (Columna, 2027), con obras de Brotons, Ligeti, Webern, Parra y Bartók; Lecturas diferentes (Linn Records 2022), que abordaba piezas como la suite del ballet Pulcinella de Stravinski y el cuarteto de Peter Eötvös que titula el álbum; y Traum der Jugend (Linn Records, 2023), el disco que incluye los 7 capricho de Jörg Widmann, además de obras de Bach y de Fanny y Felix Mendelssohn. Y pronto Linn Records publicará Unraveled. Homage to Maurice Ravel.
La sombra del jazz
En el disco Lecturas diferentes, los Kebyard incluyeron una versión de Take this waltz de Leonard Cohen. "Para adelantarnos a cosas que quizás nos pedirían. Fue un bis para una de nuestras temporadas, pero quisimos ir un paso más allá y dar una versión con mucha fantasía de una pieza muy conocida", dice Méndez, que, sin embargo, admite el carácter de anecdótico de esa incursión en el ámbito del pop de autor. Para ellos es mucho más relevante "una norma" que se han impuesto: encargar cada año dos o tres nuevas composiciones para cuarteto de saxo, un instrumento, por cierto, muy connotado por el jazz. "Si fuéramos un cuarteto de cuerda habría una idea más determinada de lo que deberíamos hacer, pero todavía nos pasa, que algunos promotores nos piden que toquemos jazz. Es una batalla constante entre nuestra ambición artística y las propuestas de algunos promotores que hacen estas peticiones porque tienen un punto de vista un poco anticuado y una falta de confianza. Afortunada.
La confianza comienza por uno mismo. "Siempre hemos sido muy serios con lo que hacemos, tanto si preparábamos un concurso, una audición de cámara en Esmuc o un concierto para un centro cívico —dice Méndez—. Pero hace diez años creo que no éramos capaces de imaginar dónde llegaríamos, porque entonces no teníamos tantos referentes: no había tantas referentes. alguna forma, hemos ido descubriendo el camino y conociendo las posibilidades que teníamos mientras construíamos el futuro a través de un presente muy bien organizado y sobre todo con mucha pasión. Somos gente con mucha energía y mucha pasión, y siempre la intentamos canalizar para conseguir lo soñamos". De momento, diez años exitosos para los Kebyart.