Una pequeña cata del Louvre en un hotel en el corazón de Barcelona

BarcelonaHabitualmente la ubicación de los tesoros es secreta, se encuentran en sitios escondidos, furtivos. Pero esta semana la bondad y el aprecio por el patrimonio cultural han hecho que el Hotel Bagués abra sus puertas a 27 tesoros en el centro neurálgico de Barcelona. El que fue el antiguo taller-tienda de la joyería Bagués y que hoy en día se ha convertido en Hotel Bagués para homenajear su figura y el arte modernista, ha sido el alojamiento escogido por el presidente de Derby Hotels Collection, Jordi Clos, para exponer de forma permanente la colección de jarrones de cristal modernista.

Casi la mitad de piezas expuestas en la primera planta del hotel, situado en el cruce entre las emblemáticas Ramblas y la iglesia de Belén, son de Émile Gallé. "En el arte del vidrio no hay nadie como él en todo el mundo", sentencia Clos entre sus 27 tesoros. Llegar a tener esa colección no ha sido fácil. Algunas de las piezas de Gallé y otros artesanos que están expuestas en el Hotel Bagués se encuentran en los museos internacionales de mayor renombre, como el Louvre, el British Museum y el MNAC.

Si bien Clos ya gozaba de algunas piezas de Émile Gallé en su colección privada, no fue hasta que supo que se subastaba un ejemplario entero de jarrones modernistas en Madrid que decidió completarla. "No tuve piedad", explica Clos con una media sonrisa. Tenía claro que quería quedarse con la totalidad de las piezas subastadas para completar la colección y exponerla en el Hotel Bagués para que todo el mundo pudiera disfrutar de ella. Y así fue. Los jarrones dejaron de estar encerrados en una casa de familia noble, de la que los organizadores de la subasta no quisieron hacer público el nombre, para estar al alcance de cualquier peatón que se asome al Hotel.

La otra joya

Pero todavía hay una última joya guardada en el antiguo taller de Bagués. Una joya de otro tipo: en la séptima planta del edificio hay un oasis de tranquilidad en el centro neurálgico de Barcelona. La azotea del establecimiento abrirá el 23 de abril, coincidiendo con el día de Sant Jordi, para disfrutar de uno de los días más bonitos del año con unas vistas de 360º exclusivas a las Ramblas, el gótico y la iglesia de Belén en la calle del Carme.