Los cines no resisten la tercera oleada: las cadenas cierran la mayoría de salas temporalmente

Las grandes empresas como Yelmo, Cinesa y Ocine apagan cientos de pantallas por el aumento de restricciones y la falta de público y estrenos

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Poca fluència en las salas de cine durante la pandemia

Es la crónica de una muerte anunciada. Las salas de cine empiezan a cerrar sin fecha de reapertura fijada. La falta de público, pero también la falta de estrenos que sirvan de revulsivo a la cartelera, ha hecho decidir a cadenas como Yelmo a cerrar puertas en Catalunya y en todo el Estado al menos los próximos quince días. Su página web impide ya comprar entradas para las multisalas Icària y Comèdia en Barcelona, y las de Sant Cugat, Castelldefels, Abrera y Baricentro. Yelmo tiene cines en 23 áreas metropolitanas de diferentes ciudades del Estado, y solo permite comprar entradas para Madrid y Las Palmas de Gran Canaria. Este martes Yelmo ha confirmado el cierre de todas las salas salvo estas dos excepciones. De hecho, en la mayoría de lugares ya habían cerrado las semanas anteriores: el 17 de enero anunciaron el cierre de 17 cines. Antes de acabar el mes se han quedado solo con 10 cines abiertos de los 51 que tienen en todo el Estado.

Otra cadena que tiene la mayoría de pantallas cerradas es Ocine. Esta empresa familiar, que tiene 21 cines en el Estado, va cerrando sus salas en un goteo incesante. De los 11 cines que tiene en Catalunya mantienen abiertos los de Badalona, Granollers, Girona y Les Gavarres, en Tarragona. "Podemos mantener las salas de municipios grandes que no están afectadas por los confinamientos municipales", explica Laia Marsal, jefe de marketing de Ocine. En todos los casos aseguran que son cierres temporales: "Cerramos para evitar los despidos y los cierres definitivos. Iremos evaluando la situación cada semana, por si podemos abrir o no. Dependemos de si mejora la tasa de contagio, de las vacunas, de si las mayores estrenan películas, de si nos confinan"... Confían en volver, como tarde, en primavera, "cuando las amapolas vuelvan a florecer". Ahora mismo la esperanza es Semana Santa.

Hacia al cierre general

El 2020 ha sido un año durísimo para el cine. La pandemia ha obligado a cierres totales de las salas durante meses y ha hecho que se pospongan los grandes estrenos internacionales llamados a ser un éxito. Algunas productoras han apostado por dirigir sus títulos directamente a las plataformas digitales: sin ir más lejos, este martes se ha anunciado que la nueva de Disney, Raya y el último dragón, llegará a la vez los cines y a Disney + el 5 de marzo. Aparte de las reducciones de aforo, la tercera oleada ha obligado a acortar los horarios de exhibición por el toque de queda, que en algunos lugares impide hacer la mitad de los pases diarios. Además, el público de muchos multisalas no puede llegar debido al confinamiento municipal. Cerrar es cuestión de supervivencia. "Los cines contribuían a la normalidad manteniéndose abiertos. Pero llevamos así desde el 26 de junio. Son 8 meses en los que nos está costando mucho dinero abrir. Sabemos que la situación se prolongará al menos dos meses, pues tienes que saber cerrar hoy para poder abrir mañana cuando las circunstancias lo hagan posible", dice Camilo Tarrazón, presidente del Gremi de Cines de Catalunya, que prevé que habrá un efecto dominó y el cierre de grandes cadenas arrastrará a las más pequeñas.

"El mercado cinematográfico es único en el Estado, y las cadenas necesitan uniformidad para poder operar, necesitan un mínimo común denominador. Las medidas y restricciones son diferentes para cada territorio [los toques de queda comienzan a las 8, 9, 10 o 11 ], lo que ha desmontado el mercado y las cadenas tienen dificultad para operar", añade Tarrazón. Las nuevas restricciones se suman a la sequía de títulos, que las productoras retrasan por falta de público. La última ha sido el nuevo Bond, Sin tiempo para morir, que ha pasado del 2 de abril al 8 de octubre. Monster Hunters, de marzo al 25 de agosto. El calendario de estrenos es completamente inestable, y esto no ayuda a programar.

Es un pez que se muerde la cola. La semana pasada había un total de seis estrenos. Esta semana hay cuatro. La siguiente, dos. Hasta el 6 de marzo no serán los premios Goya, y los Gaudí son el 21 de marzo, que podrían servir de relanzamiento para algunas películas, si bien este también ha sido un año de vacas flacas para la producción española y catalana. El cine ha cerrado en 2020 con una caída del 72% de taquilla. Todo hace pensar que las salas intentarán ahorrarse un febrero de miseria y alargarán el cierre. "En estas circunstancias tener abierto es como que te pidan correr el maratón a 40 grados, sin agua y a la pata coja", dice Tarrazón. "Nos gustaría que el cierre no fuera por más de quince días, pero depende de las autoridades y de las comunidades autónomas", ha dicho Javier Saura, responsable de marketing de Yelmo, que pertenece al gigante mexicano Cinépolis desde 2015. "En medicina no hay nada como la prevención -dice Camilo Tarrazón-, pues en los negocios tampoco".

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