Teatro

Todos amamos a Teresa Cunillé

El Teatre Romea acoge el homenaje a la actriz con motivo de su centenario

Teresa Cunillé sobre el escenario del Teatre Romea durante el homenaje con motivo de su centenario
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BarcelonaLa actriz Teresa Cunillé cumplió cien años el 22 de octubre. Todos estos días ha sido tan emocionada que le ha parecido que volaba, que el cariño que ha recibido de por todas partes le han hecho sentir que la llevaban "como un pajarito". Y este lunes por la noche ha recibido un gran homenaje al escenario donde más ha trabajado, el del Teatre Romea. “¡Me la habéis hecho muy grande! Estoy tan emocionada que apenas me salen las palabras, no sé qué deciros de tan orgullosa que estoy. Tengo la cosa puesta dentro, y no sé si tengo ganas de llorar o ganas de reír”, ha dicho Teresa Cunillé en la clausura del acto. “¡Gracias! Os lo agradezco mucho, ¡no sabéis lo bien que me hace!”, ha subrayado la actriz, antes de que toda la platea la jaleara de pie.

Vestida de gala para su homenaje, Teresa Cunillé era un poco la abuela de todos los asistentes, entre los que había muchos compañeros de profesión como Rosa Vila, Fina Rius, Núria Hosta, Muntsa Alcañíz, Ariadna Gil, Enric Majó, Lluís Marco, Pep Munné y Pep Saiz. No pudieron estar, pero le han querido enviar un recuerdo a otros actores como Abel Folk, Pere Ponce y Nausicaa Bonnín. El acto lo han presentado Lloll Bertran y Jaume Vinyes, y se ha proyectado un breve documental de la periodista Maite Guisado sobre la trayectoria de Cunillé para TVE que puso de manifiesto que tras su sonrisa dulce y su bondad había horas y más horas de trabajo, durante muchos años junto a su marido, Domènec Vilarrasa, con quien tuvo la compañía del Romea.

De su trabajo, Bertran y Vinyes han dicho que era “implacable en la comedia” e “impresionante en el drama”. Y dos grandes actores que debutaron con ella, Josep Maria Flotats y Sílvia Munt, han subrayado su generosidad y cómo les dio confianza cuando corrían el riesgo de que les devorara el pánico escénico. Un resfriado ha impedido que Flotats estuviera en el acto, pero ha enviado un mensaje que ha leído su colega Pep Planas. Flotats ha recordado cómo décadas después de su debut en el Teatre Guimerà fichó a Cunillé para dirigirla a El Auténtico Oeste en el Teatro Tívoli, y que el dieciséis de marzo de este año vivió una jornada histórica cuando Cunillé asistió a una función de La disputa, y el público la ovacionó.

Hacía más de veinte años que Sílvia Munt no salía a hablar sobre un escenario. Lo ha hecho porque para ella Cunillé siempre será “mi nodriza”, por cómo lo cuidó, dentro y fuera de su papel, en un montaje de Romeo y Julieta en el que ella salía al escenario “acojonida”. También ha intervenido el último director con el que Cunillé trabajó, Francesc Nel·lo, que el domingo cumplió 93 años. Nel·lo recordó la conciencia, la compenetración y el amor con que trataron las obras de Sagarra y "la aventura de reencontrar al Rusiñol modernista en El jardín abandonado". Por último, Àlex Casanovas, como presidente de la Asociación de Actores y Directores Profesionales de Cataluña (AADPC), ha recordado que Teresa Cunillé formó parte de "l'star system catalán" en un momento en el que hacerse famoso era más difícil porque no existían las redes sociales. "Se llegaba a este estatus después de demostrar el trabajo que hacías", ha dicho Casanovas. Además, el acto ha servido para reivindicar el monólogo que Cunillé hizo con los tangos de los papeles de Sagarra que había interpretado, al que ahora Anna Güell, Lali Barenys y Mariona Sagarra dan una nueva vida en el Teatro la Gleva hasta el diez de noviembre.

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