'Fake it. Hazlo ver hasta que te salga': a veces con el éxito en la Sala FlyHard

La FlyHard baila al ritmo del hip-hop en la obra de Marta Aran y Pau Coya en la que nos hablan de la búsqueda del éxito cueste lo que cueste. Y por eso nos preguntan, y preguntan a sus protagonistas qué es el éxito. La cuestión no es nueva y ha sido tratada artísticamente en otras propuestas, pero la reflexión es siempre pertinente en una sociedad que demasiado a menudo opta por las respuestas con las que nos agobian los mass media vinculados al dinero, la fama, el poder y la adulación, y obviando que el éxito es tan personal como las decisiones que se toman para lograrlo. Decisiones que lejos de las recetas multimedia y de las indicaciones de gurús impresentables deben anclarse al ser humano y al entorno personal de cada uno.

Es una reflexión que Jaume ha sido incapaz de hacer y que, haciendo honor a una actitud paternal indeseable, quiere remediar su fracaso y su mediocridad condicionando el futuro de su hija, a quien básicamente lo que le gusta es bailar. Bailar hip hop y todas las danzas urbanas. Y lo hace bien para que una conocida marca de ropa que busca una nueva imagen se fije en ella. Y el drama está servido. Sobre todo porque la obsesión de Jaume profundizará en grande el distanciamiento con Julia, su mujer y abogada que dejó el trabajo y que ahora intenta situarse en el mundo de los podcasts como asesora jurídica. ¿Y Cloé? La hija de catorce años (vale, casi 15) ¿qué opina?

El texto de Aran y Coya, más allá de la agilidad y credibilidad de los diálogos, tiene una interesante estructura formal y temporal que diversifica los puntos de vista y las razones del conflicto, e incorpora –y muy bien incorporado– l 'streaming y una falsa batalla de gallos. En cualquier caso, existe un cierto problema entre las transiciones que no influye, sin embargo, en la recepción gracias a la hábil dirección de Mercè Vila Godoy y unas eficaces interpretaciones. Sergio Matalama describe bien el mal rollo hipervitamínico del padre y Marta Bayarri, la sensatez y la duda de la madre. Pero quien sobre todo ilumina la escena es la joven Cloe Amores, con inflexiones mínimas en el primer plano y con la energía de su baile.