Crítica de teatro

El íntimo exorcismo en un paraje idílico de Aina Tur

Anna Alarcón y Nao Albet protagonizan la recomendable 'Seis hectáreas de olivos' en el Heartbreak Hotel de Àlex Rigola

Anna Alarcón y Nao Albet en 'Seis hectáreas de olivos'.
2 min
  • Autoría y dirección: Aina Tur
  • Intérpretes: Anna Alarcón y Nao Albet

Una masía en medio de seis hectáreas de tierra preñada por ufanos olivos de hojas violáceas. Una masía con la chimenea que echa humo y luces que tientinean por las pequeñas ventanas. Un paisaje de una idílica conexión con el campo, el silencio y la tranquilidad que sin embargo guarda en la memoria hechos traumáticos para Julia, la prima de Pau, actual dueño de la explotación agrícola a la que hace tiempo que no ve. Julia se acerca a la finca cargada con dos bidones de gasolina y se encuentra Pau que acaba de hacer ejercicio.

Aina Tur debutó como autora con Una galaxia de luciérnagas, obra interpretada por Anna Alarcón en la que reconstruía la perturbación de un asalto a mano armada que sufrió en Latinoamérica. Seis hectáreas de olivos no es autoficción, aunque incluye algunos elementos reales, dice, como la fobia a las aceitunas que comparten Julia y ella. En el caso de la protagonista, una fobia vinculada a la violencia que sufrió cuando era pequeña en esa finca. Una terrible herencia que le ha hipotecado su vida. Ahora ha decidido librarse del trauma.

Teatro íntimo, teatro al oído, teatro del minimalismo que exige el Heartbreak Hotel de Àlex Rigola y que supone un buen reto para los escenógrafos. Un teatro en el que se cuentan historias de forma poco convencional. Julia y Pau se encuentran. Ella quiere hablar. Él no. Le ofrece aceitunas. El texto circula por la narración y los diálogos sin roturas y con muy poco movimiento escénico en torno a una evocadora maqueta (diseñado todo por Marc Salicrú).

El interés de la propuesta no radica tanto en descubrir el origen del trauma, que, dicho sea de paso, se vislumbra fácilmente, como en el tratamiento de la palabra y de las emociones que transmiten los protagonistas. Algo que la autora y directora logra gracias al delicado y preciso trabajo de Anna Alarcón y Nao Albet caminando por la cuerda floja entre lo que sienten por dentro y lo que expresan sin estirar el drama. Un exorcismo, una catarsis necesaria para ambos. Recomendable.

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