Jan Lauwers: "Si lo reducimos todo a una única identidad nos encaminamos hacia el fascismo"
El director belga presenta en el Temporada Alta 'Un sublime error', un monólogo con Gonzalo Cunill sobre la amistad y el amor
BarcelonaPara escribir el monólogo Un sublime error, el director belga Jan Lauwers ha releído sus 25 obras anteriores fijándose especialmente en los personajes masculinos. "He descubierto que todo lo que había hecho no tenía mucho mérito", afirma Lauwers. Conocido por espectáculos como Isabella's room (2018) y Billy's violence (2021), Lauwers tiene una larga relación con el festival Temporada Alta, con el director Àlex Rigola y con el actor Gonzalo Cunill. Los tres se unen a la nueva pieza de Lauwers, un "autorretrato escénico" que protagoniza Cunill, se estrena el sábado en la sala Planeta de Girona y hará temporada en la sala de Rigola en Barcelona, Heartbreak Hotel, del 20 de noviembre en el 15 de diciembre.
A Lauwers el éxito le ha venido sobre todo gracias a sus personajes femeninos –la crítica alabó especialmente a la protagonista deIsabella's room–. “Es un error pensar que los varones no podemos escribir sobre mujeres. La cuestión del género va sobre tener todas las posibilidades, no debe ser claustrofóbico ni enemigo”, explica el creador. En Un sublime error hace aflorar "la feminidad presente en los hombres", porque "el problema del patriarcado se encuentra en aquellos hombres que niegan su feminidad" y porque "si lo reducimos todo a una única identidad nos encaminamos hacia el fascismo".
El espectáculo transcurre en un tanatorio donde ha muerto Gonzalo y sus amigos, Àlex y Christine, lo velan. El primero es un hombre optimista, el segundo está enfadado con el mundo y quiere cambiarlo y la tercera mira la realidad desde el pragmatismo. "Detrás de cualquier hombre importante hay una mujer mirándole estupefacta, porque en el mundo actual los hombres hablan demasiado rápido y las mujeres piensan con calma. Creo firmemente en esta transferencia, la necesitamos", dice Lauwers. Entre los grandes referentes a la hora de crear, el director se ha reflejado en James Joyce "y su excelente manera de escribir diálogos" y John Steinbeck.
Hacer teatro en un mundo en guerra
Cunill tiene el reto de transitar entre los distintos personajes en un espacio pequeño –la sala de Rigola mide 150 metros cuadrados– y sin escenografía, aparte de las paredes negras de la sala. "Hay pocos lugares como Europa, en los que se ponga el foco en la interpretación más allá del entretenimiento para llegar a la esencia del teatro", subraya el director belga. De hecho, Un sublime error llega después de una pequeña crisis personal con la vocación. "Me preguntaba: «¿Qué significa hacer teatro hoy? Trump será presidente de Estados Unidos, hay guerra en Ucrania y en Gaza, el cambio climático está destrozando el planeta... ¿Tiene sentido seguir creando o es mejor que me haga terrorista?» ", explica Lauwers.
Ante la realidad, tuvo la necesidad de escribir sobre la amistad y el amor, que son los dos grandes temas que marcan los protagonistas del monólogo. "En el fondo el espectáculo habla de recuperar el cariño. Lo hace con humor pese a que el momento en que se encuentran los personajes es triste", señala Cunill. El trasfondo de la pieza es, precisamente, reivindicar las miradas positivas en épocas oscuras. "Debemos ser optimistas. Es nuestro deber social, filosófico y cultural. Sé que es una actitud arriesgada, pero también es necesaria", afirma el director.