Shakespeare celebra en el Teatro Goya la posibilidad de equivocarse
Andrés Lima lleva a Barcelona una versión alocada de 'La comedia de los errores'
BarcelonaLos equívocos, el caos y los malentendidos gobiernan el escenario del Teatro Goya desde este martes con La comedia de los errores de Shakespeare, en una puesta en escena a cargo de Andrés Lima y con el actor Pepón Nieto como cabeza de cartel. El espectáculo, que viene de Madrid y podrá verse hasta el 3 de noviembre, es una versión alocada del clásico con guiños a la actualidad. "Es fundamental reconocernos como imperfectos en el mundo en el que vivimos e intentar aprender de ellos. Es la tesis básica de Shakespeare en la obra", subraya Lima. El director ha levantado el montaje con seis actores, todos hombres, para "rendir un homenaje a las compañías de la época", en el que los intérpretes masculinos encarnaban también papeles femeninos. "Hemos llevado más allá a este juego de sexos para hacer una reivindicación LGTBIQ+", dice Lima.
La función es una fiesta alocada encabezada por dos parejas de gemelos: Antífolo de Siracusa y Antífolo de Éfeso, los dueños de Dromio de Siracusa y Dromio de Éfeso, sus criados. "Una pareja es viajera, espiritual y amante del nomadismo. La otra es materialista y está apegada al capital. Son dos polos opuestos y, cuando se unen, aparece la idea de que la verdad en realidad se encuentra en medio de todos ellos", afirma el dramaturgo Albert Boronat, que se ha encargado de versionar el espectáculo.
Una compañía de actores desbordados
Uno de los principales cambios con respecto a la puesta en escena original es el volumen de la compañía. En esta ocasión, la veintena de personajes del texto están interpretados por sólo seis actores, que cambian constantemente de rol para cubrir todos los papeles a lo largo de las casi dos horas que dura el espectáculo. Jugando con esta carencia, Lima ha incorporado una trama secundaria en la que una compañía teatral está desbordada y no tiene manos para representar la obra. "Es divertido porque la obra permite equivocarnos, pero no hay improvisación. Debemos ser muy precisos, es un espectáculo muy exigente. Por eso nunca hacemos dos funciones un mismo día", apunta Nieto.
Para la puesta en escena se han servido de los anacronismos del texto original, que transcurre en Grecia, pero cuenta con personajes con nombres ingleses. Así, los intérpretes lucen vestidos tradicionales griegos y toda la historia transcurre en un chiringuito del Mediterráneo, con un disc-jockey en el centro que pincha música balcánica y techno. Al final, según Nieto, el espectáculo "es una fiesta en la que buscamos pasárnoslo bien y celebrar el error con el público".