Teatro

El sistema mató a mi padre: Édouard Louis visita el Temporada Alta

El escritor debuta como actor con un monólogo dirigido por Thomas Ostermeier

El escritor Édouard Louis, durante el montaje de 'Qui a tué mon père'
2 min
  • Temporada Alta
  • El Canal, Salt, 28 de octubre

"¿Quién mató a mi padre?", pregunta Édouard Louis en la versión teatral de la novela del mismo título. Un monólogo muy bien amueblado por el director alemán Thomas Ostermeier en el que el autor se dirige a su padre al estilo de la Carta al padre de Kafka y que supone su debut como actor.

A sus treinta años, Louis es uno de los escritores franceses más exitosos desde que en 2014 y con 21 años publicó el relato autobiográfico Adiós a Eddy Bellegueule, que vendería más de 200.000 ejemplares en Francia y se traduciría a veinte idiomas, y al que seguiría otro éxito editorial con el relato, también autobiográfico, Historia de la violencia, del que el propio Ostermeier presentó en el Temporada Alta, en 2018, la versión teatral.

Un cuerpo destruido por el trabajo

Si en su debut editorial explicaba su huida del domicilio familiar por el acoso escolar y la confrontación con un padre machista y xenófobo que le ignoraba y humillaba por su homosexualidad, en la propuesta estrenada en el Temporada Alta construye puentes sentimentales hacia el su progenitor intentando entenderlo, descubriendo que le amaba y constatando que su cuerpo fue “destruido por el trabajo y una determinada ideología masculina”. Es decir, fue víctima de un sistema económico y social que impone un modelo de comportamiento y pensamiento excluyente bajo pena de muerte prematura. Cosas del capitalismo neoliberal.

Sentado tras un ordenador y protegido de la soledad del escenario por una gran pantalla posterior, Louis desgrana su relato desde la lejanía de la memoria, desde la frialdad de la narración ajena y con la belga ·ligerancia hacia los sucesivos gobiernos franceses. Lo hace con naturalidad y frescura. Está cómodo sobre el escenario. Cuando dice, cuando baila y cuando simula que canta el My heart will go on de Titanic, la película que le deslumbró de pequeño.

Es necesaria una revolución, dice al padre en la frase que cierra la función. La revolución pendiente de las clases trabajadoras para las que cinco euros de menos en un sueldo o subvención resultan determinantes. Louis toma el grito de los desposeídos por la democracia burguesa y reivindicando un teatro popular lo hace ante un público... eminentemente burgués.

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