Cada casa, un mundo

Vivir a lo ancho en una casa estrecha

Can Llaneras en Santanyí. Obra de Valentí Albareda, arquitectura y diseño

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CAN LLANERAS Valentí Albareda, arquitectura y diseño de interiores
 Santanyí Viure ancho en una casa estrechada

Tenían que conseguir vivir sin la sensación de estrechez que puede dar tener una casa de solo 2,5 m de anchura. Si bien es cierto que Can Llaneras tiene unos igualmente escasos 3,5 m en la fachada de la calle, ya adentro la casa rápidamente se estrecha un metro. Y así, con 2,5 m se alarga el espacio interior hasta la fachada que da al patio trasero. Este fue el principal reto de la reforma que tuvo que afrontar Valentí Albareda, responsable del proyecto de arquitectura e interiorismo de esta vivienda en el centro del pueblo de Santanyí, cerca de la iglesia.

Estas medidas tan estrechas son fruto de un proceso bastante habitual: una casa entre medianeras que, al pasar de una generación a otra, se divide en dos. Así, como la mitad de una casa, la adquirieron los nuevos propietarios, que, con la reforma, asumían también la necesidad de hacer una remonta de una planta para poder alojar las dependencias que les hacen falta y, además, tener una vivencia de una cierta amplitud, una circulación cómoda y un interior con luz natural más que suficiente.

Santanyí
Santanyí
Santanyí

Las soluciones adoptadas por el arquitecto catalán Valentí Albareda y ejecutadas por la constructora Metric se expresan de manera diáfana en la casa. Tanto, que las pueden enumerar en una especie de listado: si el edificio era de planta baja y piso, se hizo una remonta que exteriormente se explica desde la materialidad -la parte nueva va enlucida, a diferencia de la piedra que levanta las viejas fachadas- y que, como espacio interior, permite hacer la habitación principal mirando a la calle, un vestuario en la parte central y un baño con salida a una terracita que da al patio. Es desde este punto más alto de la casa que unos tragaluces dan la entrada de luz natural al primer piso a través de una escalera tan blanca y etérea como transparente - la barandilla es una lección de dibujo preciosa, una línea que se va curvando con espíritu escultórico.

Es en la planta baja donde mejor se percibe la función rítmica que ejercen los materiales, tanto la conservación de los preexistentes como los nuevos: piedra, marés, madera y derivado de cemento -un Viroc con virutas de madera que se ha usado para el sobre de la cocina y ciertos muebles del baño-. Es también en la planta baja donde, apenas entrar, el primer espacio y el más ancho de la casa se dedica a ser zona de estar, a un lado de la cual la vieja cisterna toma una segunda vida al transformarse en bodega subterránea. Aun así, esta planta baja se articula toda alrededor de un mueble central que, sin tocar el techo para no ahogar el espacio, integra la cocina y un baño de cortesía que aprovecha el vacío de debajo de la escalera. Por la cocina se da al comedor, que, con una cristalera que coge la anchura de la casa, lo abre hacia un patio, este sí más ancho, con un comedor exterior y una pequeña pero refrescante piscina.

La belleza de una alfombra de 'mac de torrent'

Los casales de Mallorca y también casas antiguas de dimensiones más modestas conservan el suelo adoquinado con mac de torrent. Estos guijarros unidos con mortero eran el pavimento habitual de las entradas y claustros de las grandes casas. Ahora, a pesar de que algunos lo usan para amplias zonas en obras de coste muy elevado, se tiene que destacar quien promueve la continuidad de esta técnica artesana aplicándola a áreas pequeñas, como una alfombra de belleza natural. Es el caso de esta obra del arquitecto Valentí Albareda en Santanyí, donde el suelo de mac de torrent es una alfombra para la zona de estar y el baño.

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