Ahogados por las deudas y expulsados de la competición: el descabellado regreso de los Dragones, desde dentro

BarcelonaEl 24 de marzo de 1991, los Barcelona Dragons jugaron su primer partido contra los Knights de Nueva York. Ese enfrentamiento quedará siempre para la historia: los catalanes vencieron 19 a 7 ante las más de 20.000 personas que asistieron ese día al Lluís Companys. Pero los años fueron pasando y la fiebre por el deporte yanqui disminuyó. Tanto es así que la mítica franquicia bajó la persiana en el 2003. Eso sí, con una World Bowl en el bolsillo (1997). Ya sin los Dragones, el fútbol americanoen nuestra casa se volcó nuevamente al ostracismo y, más allá de su público más fiel, volvió a la irrelevancia para muchos. Pero todavía no se había dicho la última palabra. En el 30 aniversario del debut, el 24 de marzo de 2021, se anunció su regreso.

Los Barcelona Dragons resucitaban aprovechando la llegada de la European League of Football, una nueva liga de franquicias que pretende ser la sucesora de la desaparecida NFL Europa. Los primeros dos años fueron prometedores y, tras una temporada de adaptación, los Dragons consiguieron coronarse como los campeones de la Conferencia Sur en el 2022. Sin embargo, el equipo cayó en las semifinales del play-off ante los Vienna Vikings, que acabaron proclamándose campeones. Pero no todo eran flores y violas: ahora, dos temporadas después, la franquicia ha sido expulsada de la liga después de una temporada desastrosa, un propietario desaparecido y un club ahogado por las deudas.

Pero vamos a palmos. En 2021, los Barcelona Dragons regresaron de la mano de Bart Iaccarino, un hombre forjado en los campos de fútbol americano catalanes. Iaccarino estuvo al frente del club en las dos primeras temporadas, hasta que en el 2023 se anunció la adquisición del club por parte de Elite Sports Equity, una empresa americana liderada por el ex jugador de los New England Patriots y MVP de la Super Bowl XLVIII, Malcolm Smith. La afición de los Dragones se ilusionó: llegaba, en principio, un inversor con dinero y con contactos y presencia en Estados Unidos, donde crecen los grandes jugadores.

Pero la alegría duró poco. A Smith nunca se le ha visto por Barcelona, ​​y lo que debía significar una entrada importante de capital acabó siendo más bien una modesta. En vez de la superestrella americana, quien ha ejercido de presidente en estos dos últimos años ha sido Jason Robinson, que no ha sido capaz de cumplir todo lo prometido.

Sin plantilla a media temporada

Ahora bien, todo no explota hasta la mitad de la última temporada: después de un inicio de temporada complicado –en el que sólo se habían conseguido dos victorias–, Robinson toma la decisión de cortar el contrato de Dominique Shelton, hijo de el entrenador principal, David Shelton. En principio, tal y como explican fuentes del club, el coach Estaba de acuerdo. Pero todo se juntó. Esa misma semana, el presidente americano entró en el vestuario a comunicar que no podría pagar a la plantilla según los tempos marcados. dos días de recibir los Ravens de Múnic en el Estadio Municipal de Badalona, ​​donde han jugado como locales esta última temporada

El sábado 6 de julio del 2024, el equipo alemán visitó Barcelona sin saber lo que se encontraría: los Dragons se presentaron al partido sin ningún integrante americano, que decidieron no presentarse unilateralmente. Todo fue mal en el descanso. a 54 a favor de los de Múnich. Una paliza. el aire. Los Dragones se habían quedado sin entrenadores y sin jugadores americanos a una semana de recibir a los Madrid Bravos.

franquicia. Además, muchos jugadores nacionales también decidieron bajar del carro. otras circunstancias nunca hubieran podido jugar en una liga como el ELF. A esto se le añadieron más problemas económicos: Robinson confesó a su equipo que, a falta de cinco partidos, sólo tenía dinero para encarar dos. fue cuando se tramó un plan para acabar la temporada: se redujeron el número de americanos en plantilla y se llevaron a jugadores franceses. El equipo le cogió Òscar Calatayud, entrenador que venía. entrenar a los Grizzlys Catalans de la liga francesa, de más nivel que la española.

Así se acabó la temporada, con un equipo sin nivel para competir y unos jugadores y uno staff que jugaron gratis para intentar que los Dragones sobrevivieran: si se abandonaba a media temporada, la expulsión liguera estaba asegurada. Pero, según ha podido saber el ARA, nada más terminar el último partido de la temporada, Jason Robinson desapareció del mapa. Le llamaban, le pasaban facturas y le intentaban contactar por correo, pero el silencio fue su única respuesta. La última jornada se había disputado el 24 de agosto, y el propietario prolongó esta situación hasta finales de noviembre. El americano aseguró que se había tomado unas vacaciones.

Según varias fuentes del club, una vez vuelve a aparecer, Robinson asegura que lo tiene todo controlado y que no tiene ninguna intención de abandonar el proyecto. Pero las facturas no empiezan a pagarse, las deudas se acumulan y la Liga presiona para asegurarse de que la franquicia será capaz de cumplir unos mínimos. Es entonces cuando Robinson, el 4 de diciembre del 2024, realiza un movimiento desesperado y lanza un comunicado a Instagram desmintiendo todos los "rumores" que apuntan hacia la desaparición. Pocas horas después, el ELF anunció la expulsión de los Dragones, aunque todavía les quedaba un año de contrato en vigencia.

Desde entonces, nada. Los Dragons no han vuelto a comunicar nada a sus aficionados. Fuentes del vestuario explican que esa misma semana mantuvieron una reunión en la que participaron algunos miembros de la plantilla y lastaff donde se aseguró que se trabajaría para que los Dragones volvieran de algún modo. Sin embargo, esta posibilidad, en estos momentos, se prevé complicada. Varias voces del entorno del club aseguran que la deuda acumulada estos últimos cuatro años es de aproximadamente 1 millón de euros. Esto dificulta la aparición de nuevos inversores, ya que deberían asumir las facturas. Así pues, todo apunta a que el fútbol americano catalán volverá a centrarse en los campos amateurs de Catalunya. Este año, cuatro clubs nacionales se verán las caras en la máxima categoría de fútbol del Estado: los Badalona Dracs, Hospitalet Pioners, Barcelona Pagesos y Terrassa Reds.

El experimento del fútbol americano