Caso Rubiales

Beatriz Álvarez, presidenta de la Liga femenina: "Rubiales me dijo que diera ejemplo con mi maternidad"

La reunión de este lunes entre los sindicatos y la patronal por el nuevo convenio colectivo del fútbol femenino ha finalizado sin acuerdo

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Beatriz Álvarez, presidenta de la liga femenina, durante el congreso IWISC organizado por la UFEC

BarcelonaDesde que España ganó el Mundial hace dos semanas, el fútbol femenino español ha tenido que sufrir las consecuencias del beso no consentido a Jennifer Hermoso del presidente de la RFEF –ahora suspendido temporalmente por la FIFA–, que se aferró al cargo mientras pregona una y otra vez que la víctima, la jugadora, está mintiendo. Debido a esto, las compañeras de Hermoso y el fútbol femenino estatal e internacional se han levantado de forma unánime para decir que "se acabó", hasta el punto de que las 23 campeonas del mundo han asegurado que no volverán a la selección española hasta que no se marchen los actuales dirigentes.

Pero la lucha por seguir dando pasos hacia adelante, deportiva y socialmente, es mucho más amplia. En este sentido, un nuevo episodio se ha vivido este lunes, cuando los sindicatos (FutPro, AFE, Futbolistas ON, CCOO y UGT) y la patronal (LFPP) se han reunido para empezar a buscar un acuerdo para el convenio colectivo del fútbol femenino profesional. La reunión se ha celebrado por la tarde, ha durado dos horas y ha finalizado sin acuerdo, según han informado al ARA fuentes de las negociaciones. Así, las diferentes partes se han citado para seguir mañana con las conversaciones. De momento, sigue en pie la huelga que las jugadoras, mediante los sindicatos, el viernes informaron con un escrito al SIMA que tienen intención de hacer durante las dos primeras jornadas de una Liga F que debería empezar este fin de semana.

Hasta ahora, la principal falta de entendimiento en las negociaciones que empezaron en enero ha sido cuál debe ser el salario mínimo anual de las futbolistas, que actualmente está situado en los 16.000 euros. La última propuesta de la LFPP fue una subida hasta los 19.000 euros en tres años (16.500 el primero y 17.500 el segundo). En cambio, los sindicatos quieren que el salario mínimo prácticamente se doble en el mismo período hasta alcanzar los 30.000 euros (20.000 el primero y 25.000 el segundo). Pero la situación aún se ha complicado más debido a los ingresos comerciales que la Liga F deberá ceder a la RFEF.

La Liga F deberá ceder el 20% de sus ingresos comerciales a la RFEF

"Espero que no haya huelga", sentencia en el ARA Beatriz Álvarez, la presidenta de la Liga F. "A día de hoy, hablar de igualdad salarial en el fútbol (en la Liga masculina el salario mínimo es de 182.000 euros) no es realista. Solo llevamos un año respecto a los 40 que lleva la masculina. Y ellos reciben 2.000 millones de euros en derechos audiovisuales y nosotras solamente recibimos 7", argumenta Álvarez. Además, se queja de que el Consejo Superior de Deportes (CSD) "obliga a la Liga F a pagar el 20% de los ingresos comerciales a la RFEF a partir de este curso, que suponen 1,5 millones de euros". Y se pregunta: "¿Desde cuándo el pobre es quien debe ayudar al rico?"

En este sentido, fuentes oficiales del CSD se han puesto en contacto con el ARA para explicar que esta situación es consecuencia del que hecho que no haya un convenio de colaboración entre la Liga F y la RFEF -a pesar de que los estatutos están aprobados desde marzo de 2022-. Así, tal como dicta la nueva Ley del Deporte, el CSD "tuvo que resolver este mes de junio los aspectos necesarios para el desarrollo de la Primera División femenina de fútbol". Los dos objetivos fueron "cumplir las funciones de la Ley del Deporte ante la falta de acuerdo entre las partes" y "garantizar el futuro del fútbol femenino español".

Según el CSD, "este porcentaje del 20% de los ingresos comerciales" que la Liga F tendra que ceder a la RFEF sirve para "equiparar las cantidades que recoge el convenio del fútbol masculino y se enmarca dentro de un sistema de distribución de la riqueza de las competiciones profesionales para el fomento de las categorías no profesionales". Por otro lado, el CSD "se ha comprometido a sostener la estructura de la Liga F en su puesta en marcha entre 2022 y 2024". Esto comportará 20 millones de euros en este periodo: 5 el 2022; 7,5 el 2023 y otros 7,5 el 2024.

Recortar poco a poco la brecha salarial

"Yo tengo que pensar en todos los clubes, también en los independientes -aquellos que no tienen un equipo masculino profesional-, no solo en los que tienen mayores capacidades económicas. Tenemos que ir mejorando poco a poco y recortando la brecha salarial", considera Álvarez. Sin embargo, aparte del salario mínimo, hay más aspectos en juego en el convenio colectivo. Por ejemplo, la elaboración de protocolos de acoso, maternidad y conciliación familiar y la mejora de las condiciones en las que las jugadoras realizan su trabajo, un aspecto que incluye la mejora de las instalaciones deportivas (algunas de ellas todavía de césped artificial) y del número de profesionales en los equipos que se dedican a cuidar el estado físico y mental de las jugadoras. "Nuestro objetivo es avanzar en los derechos de las futbolistas", anuncia la presidenta de la Liga F. Además, remarca la importancia de "mejorar las instalaciones y las retransmisiones televisivas porque es lo que atrae a las marcas y, por tanto, el dinero".

Álvarez critica a Rubiales

La relación entre la Liga F y la RFEF no ha sido nada buena desde que la primera nació el pasado año. Y Álvarez no lo esconde. "Desde el primer momento, la RFEF nos ha intentado complicar las cosas", dice, para poner rápidamente el foco en Rubiales, el malogrado protagonista mediático de las últimas semanas, por su beso no consentido a Jennifer Hermoso durante la ceremonia de la final del Mundial y las actitudes machistas que tuvo el mismo día.

"Hubo unas semanas que le pedí recurrentemente a Rubiales tener reuniones para hablar de aspectos importantes del fútbol femenino español. Mi petición era hacerlas por videollamada porque yo acababa de ser madre, mi hija estaba en período de lactancia y era la única forma que tenía de poder conciliar", relata Álvarez. "Él me fue poniendo excusas para no hacer estas reuniones hasta que un día me envió un correo electrónico en el que me dijo que tenía que dar ejemplo con mi maternidad y dedicarme a criar a mi hija", añade la presidenta de la Liga F, molesta por la actitud que tuvo con ella el dirigente español.

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