Boris Johnson lidera la oposición inglesa a la Superliga europea

El rechazo frontal de Downing Street al proyecto, con seis equipos de la Premier League, dificultará su materialización

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La imagen de las dos copas que organiza ahora la UEFA, competiciones ahora amenazadas por la posible creación de la superlliga europea

LondresNo uno sino dos tuits ha hecho el primer ministro británico, Boris Johnson, para mostrar la oposición de su gobierno y de prácticamente todo el colectivo del fútbol inglés –con excepción de los seis clubes implicados– al proyecto de Superliga europea anunciado este domingo por algunos de los clubes más poderosos del continente, aunque, de momento, pertenecientes solo a tres federaciones: la inglesa, la española y la italiana.

La UEFA, la Premier League y la Liga española ya se han pronunciado en contra, entre otras entidades. Y Johnson ha prometido todo el apoyo a las autoridades futbolísticas para oponerse a este proyecto: "Los planes para una Superliga europea serían muy perjudiciales para el fútbol y apoyamos a las autoridades para que tomen medidas en contra. Va contra el espíritu de la competición nacional y preocupará a los aficionados de todo el país. Los clubes implicados tienen que responder a sus seguidores y a toda la comunidad futbolística antes de dar otros pasos".

Por su parte, un portavoz de la Premier League hizo estas declaraciones el domingo: "La Premier League condena cualquier propuesta que ataque a los principios de la competición abierta y el mérito deportivo, que están en el centro de la pirámide del fútbol nacional y europeo". La asociación ha recordado a los clubes ingleses sus obligaciones. Así, en su carta a los 20 clubes de la Premier League, el director ejecutivo, Richard Masters, ha destacado la regla L9 que prohíbe a los equipos participar en otras competiciones. "No puedo prever ningún escenario en el que se concediera este permiso", ha escrito. "Hacemos un llamamiento a cualquier club que prevea asociarse o unirse a esta empresa para que se marche inmediatamente antes de que se haga un daño irreparable".

Desde este punto de vista, y ante la firmeza tanto de la Premier League como del gobierno británico, el proyecto nace muy tocado, entre otras razones porque hay seis clubes ingleses implicados, los "seis de la vergüenza" –Liverpool, Chelsea, Arsenal, Manchester City, Manchester United y Tottenham Hotspur–, como ya los califica este lunes toda la prensa londinense sin excepciones.

¿Es, sin embargo, un movimiento real, una amenaza creíble? El ex delantero centro del FC Barcelona y de la selección inglesa Gary Lineker, comentarista de fútbol de la BBC y de los programas de la Champions League de British Telecom, intuye que se trata de una jugada diseñada por los clubes más ricos para establecer un compromiso con la UEFA que les acabe reportando una parte más grande del pastel. En Twitter, Lineker ha dicho: "Espero un compromiso entre la UEFA y los clubes, que, intuyo, es para lo que que se ha diseñado todo. Es un juego de poder."

Otra voz muy autorizada del fútbol de las islas británicas, sir Alex Ferguson, entrenador del Manchester United durante casi tres décadas, también se ha pronunciado en contra del proyecto: "Hablar de una Superliga supone alejarse de los 70 años del fútbol de clubes europeo".

"Codicia y desesperación"

Este lunes las reacciones a la propuesta de los clubes han seguido sucediéndose. David Bernstein, expresidente de la Football Association (FA, la federación inglesa), ha asegurado que está "avergonzado" de la participación en este proyecto del Manchester City, club del que fue presidente, y ha acusado a los clubes implicados en la nueva liga de "codicia" y "desesperación".

En declaraciones en el programa Today, de BBC Radio 4, Bernstein fue todavía más allá: “He apoyado al Manchester City toda la vida. Es un club que me encanta. Lo presidí, creo que ayudé a crear un cierto éxito para un club que sufría problemas, pero me da vergüenza" lo que ha propuesto. En el mismo sentido se han pronunciado Gary Neville, ex jugador del Manchester United; Jamie Carragher, exdefensa del Liverpool, y Rio Ferdinand. Neville es quien se ha mostrado más expresivo diciendo que encuentra la propuesta "absolutamente asquerosa".

Esta mañana, Christopher Pincher, secretario de estado para las Comunidades, se ha reafirmado en que el gobierno está junto a los aficionados. En declaraciones a Sky News, Pincher ha dicho: "Nuestra preocupación es por los aficionados, que tengan la mejor experiencia deportiva posible y que puedan apoyar a su equipo. Y no queremos ver a una élite futbolística, que es de la élite para la élite; queremos asegurarnos de que se apoya el deporte de base, y de que los aficionados puedan disfrutar del tipo de experiencia que han tenido durante los últimos años".

Por sus declaraciones, Downing Street está decidido a tocar todas las teclas para impedir que el proyecto se materialice. “Hablaremos con la Champions, hablaremos con la FA, hablaremos con todos los jugadores implicados, pero, fundamentalmente, tenemos que asegurarnos de que el fútbol mantenga su apoyo de base, de que haya dinero invertido en el fútbol de base".

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