Todos los caminos vuelven a llevar a Xavi

BarcelonaPese a sufrir dos derrotas inapelables en cuatro días (con ningún gol a favor y cinco en contra), Ronald Koeman será el entrenador del Barça cuando la competición vuelva al Camp Nou el 17 de octubre. A pesar de que, en el regreso de la derrota europea, en Lisboa el presidente Laporta y una parte de su junta directiva dieran por sentenciado su futuro al banquillo, el técnico neerlandés sobrevive en un inicio de curso marcado por el "es lo que hay" y el serio peligro de quedar fuera de la Champions a las primeras de cambio. El discurso oficial de puertas afuera pide, desde el sábado por la mañana, tiempo para Koeman, que para el próximo tramo de la temporada recuperará a Pedri, Dembélé y el Kun Agüero. Pero la realidad en los despachos es muy diferente. La fe en los métodos de Koeman no ha vuelto repentinamente. Al contrario: la gestión de su relevo continúa en marcha. La tregua escenificada antes y después de la derrota en el Wanda sirve para rebajar la tensión, controlar los tempos de la situación e, importante, situar el foco mediático en la gestión de la directiva de Bartomeu, mediante la presentación de la due diligence, antes de la asamblea de mediados de mes.

Si bien algunas voces internas aconsejaban a Laporta que destituyera Koeman para suavizar la sesión con los compromisarios, el presidente ha optado por aguantar la decisión también para cargarse de razones contra el técnico actual, en quien no confía, y para encontrar un momento menos turbulento para ejecutar el cambio. Si la reacción deseada no llega en los tres partidos en el Camp Nou con el Valencia, el Dinamo de Kiev y el Madrid, el neerlandés ya habrá agotado el margen que pedía. Mientras tanto, el club habrá tenido tres semanas más para madurar un relevo que, a media temporada y teniendo en cuenta el marco económico, vuelve a situar un nombre por encima de todos los candidatos que ha tanteado la dirección deportiva: Xavi Hernández Creus. El de Terrassa es el único entrenador con contrato en vigor que podría sustituir a Koeman a mitad de campaña y en las condiciones que se imponen actualmente. La situación recuerda a la que vivió el Barça a finales de mayo, cuando se paró el despido del actual preparador por falta de recursos y de consenso. Pero esta vez Laporta empieza a ver que no tiene opciones más ilusionantes y sostenibles si quiere dar un golpe de efecto a su proyecto deportivo.

De hecho, fuentes próximas al presidente aseguran al ARA que el mandatario estaba "convencido" de la idoneidad de fichar a Xavi la semana de los empates con el Granada (1-1) y el Cádiz (0-0) en la Liga. Es más, mediante terceras personas aquellos días hubo contactos con el actual técnico del Al-Sadd para tratar su incorporación inmediata al Barça. En paralelo, Laporta recibió el ofrecimiento de Andrea Pirlo, con contrato pero sin trabajo en la Juventus, y la dirección deportiva culé movió hilos con Robert Martínez y Luis Enrique, que se juegan el prestigio estos días en la final de la Liga de Naciones con las selecciones de Bélgica y España, respectivamente. El de Balaguer, valorado más por su experiencia que por su manual de estilo, no cerró la puerta a un posible cambio de aires pero tiene contrato hasta el 2022 y un sueldo que multiplica casi por tres el que el Barça se puede gastar a mitad temporada para cubrir la vacante de Koeman. Con el asturiano, el debate se acaba antes: no se puede escabullir de su compromiso con la roja salvo que la Federación lo despida. Y con Pirlo, la pega es tanto deportiva como económica: hay dudas sobre su capacidad y no se movería ahora de Turín por menos de tres millones de euros.

Contrato vigente con Qatar

Las alternativas fundadas de Pirlo y Bob Martínez enfriaron las intenciones de Laporta con Xavi. Pero los días, los acontecimientos y las vicisitudes económicas vuelven a discutir las dudas preexistentes del dirigente respecto a Xavi, que espera en silencio el paso definitivo para volver a casa seis años después de emprender la aventura en Qatar. Descartadas la vía alemana, la preferida de Laporta, y la opción Ten Hag a corto plazo, Xavi se presenta como la solución más verosímil en un contexto de urgencia por el recibimiento que despertaría y porque se adaptaría al difícil contexto financiero del Barça. De hecho, solo se tendría que desvincular del Al-Sadd y, como mantendría el acuerdo con Qatar como mínimo hasta el Mundial del 2022, accedería a cobrar un sueldo ajustado a la normativa de la Liga y aceptaría el banquillo sin propiciar el desembarco inmediato de profesionales de su confianza para controlar los servicios médicos o el fútbol base. La única opción más barata sería confiar el primer equipo a Albert Capellas, con contrato en el fútbol formativo culé.