Una catalana de acero compitiendo en las pruebas más duras del planeta
Marta Sánchez brilla en el Ironman, subiendo a podios después de una carrera que había empezado haciendo natación sincronizada
BarcelonaMarta Sánchez (Barcelona, 1995) se ha hecho un hueco entre las mujeres más fuertes del mundo. Cuando era pequeña, pasaba mucho tiempo dentro del agua para realizar natación sincronizada. Ahora también, pero en una disciplina totalmente opuesta: ahora nada fuerte en una de las tres etapas del Ironman, las famosas carreras de triatlón que consisten en nadar 3,86 kilómetros, hacer 180,25 kilómetros en bicicleta y correr un maratón (42,2 kilómetros).
Sánchez prepara ahora la cita de los 8 y 9 de noviembre en Marbella, ciudad que se convertirá en el epicentro de los deportes de aventura con la primera edición en territorio español del Ironman 70.3 World Championship, prueba con distancias más cortas, ya que se nadan 1,9 kilómetros, se hace un circuito en bicicleta de 90 kilómetros y se corre medio maratón. Sánchez llega como única triatleta estatal en categoría élite, ocupando la sexta plaza del ranking mundial, lo que le permite soñar al subirse al podio. En categoría masculina, estará Reyes Estévez, doble medallista mundial en 1.500 metros, que ha dado el salto a esta disciplina.
La de Osona residente en el Vallès Oriental había competido en categorías inferiores en natación sincronizada, donde había logrado buenos resultados. Pero con 17 años, tenía que decidir qué hacer. "Es un deporte donde cuesta salir adelante, con fecha de caducidad. Y con 17 años tocaba decidir y estudiar. Y fue entonces cuando en el gimnasio del pueblo, donde iba para estar en forma, conocí a mi pareja, Arnau Pericas, que hace triatlones", explica. Arnau le propuso que le acompañara. Y su vida cambió por completo, sentimental y profesionalmente. "Entonces no sabía cómo funcionaba este el deporte, ni el orden, ni si eran días separados o juntos... y él me fue enseñando los detalles. Y me enganché", añade.
Y ya han pasado 12 años. "Todo ha cambiado mucho, tanto el material como la preparación. Las marcas apuestan por este deporte, la preparación ha mejorado... Yo tenía el sueño de ser olímpica en triatlón, pero tocó salir adelante. Una evolución natural, de hecho. La lógica es empezar por distancias más cortas, para exprimir todo lo que es más velocidad, potencia... y después ir echando másendurance, hacia la resistencia, como he hecho. La pandemia fue un poco el impasse, cuando se cerró la puerta de ir a unos Juegos Olímpicos. Y tocaba dar el paso adelante al Ironman, que se adapta bastante a mi forma de ser", dice una mujer que no para de conseguir buenos resultados.
También en pruebas donde toca adaptarse a climas diferentes, a aguas complicadas, a carreteras duras en algunos de los paisajes más espectaculares del mundo, como Hawaii. ¡idílico no tiene nada!", puntualiza con una carcajada. "La gracia es que siempre es diferente. Que preparas tres deportes distintos, lo que hace que este deporte sea menos aburrido que otros. El clima cambia, las distancias también... Cada prueba es un mundo, y eso lo hace muy emocionante", razona. De hecho, para prepararse para el Mundial celebrado en Kona, en Hawái, donde tuvo que retirarse por lesión, se intentó preparar para las condiciones meteorológicas: "Me encerraba en el baño de casa con el carrete para pedalear con la carreta. Con un calefactor y abriendo el grifo del agua caliente para intentar emular las condiciones. Entrenaba allí, cerrada, sudando", cuenta con un gran sentido del humor. De cara a la cita de Marbella, al tocar una carretera con subidas, de momento se entrena en el Montseny. "Creo que el circuito me va bien. Es mejor para mujeres como yo y no atletas más corpulentas", explica.
Pero cada prueba de Ironman es diferente. Y ella lo sabe. Hace pocas semanas fue la única representante estatal profesional en el Campeonato del Mundo de larga distancia de Kona, considerada la meca de esta disciplina. Sánchez se clasificó gracias a la sexta posición en el Mundial del 2024 en Niza (Francia), todo un éxito. "Desgraciadamente, me lesioné y tocó abandonar durante el maratón", dice. Y eso que llegaba cargada de esperanza, tras grandes resultados como una plata en el Ironman de Sudáfrica y una tercera posición en Lake Placid, en Estados Unidos. "Un sueño sería clasificarme para el mundial de Kona a la vez que mi pareja. Yo empecé en este deporte por él, y ahora él ha sufrido lesiones y lo intento animar. Este deporte puede parecer solitario, pero en el día a día tanto mi pareja como mi entrenador son claves. Sería un sueño estar en Kona ambos", confiesa. Pero antes toca Marbella, una cita donde quiere seguir creciendo, sin miedo.