Un podio gracias a Instagram
La ciclista catalana Txell Figueras sube por segundo año consecutivo en el podio del Andalucía Bike Race by Garmin después de conseguir pareja para competir en la red social
CórdobaEn el equipo de bicicleta de montaña de Txell Figueras (Flaçà, 1993) hay tres mujeres ciclistas. La gerundense, la colombiana Mónica Calderón y Tessa Kortekaas de los Países Bajos. Las dos últimas formaron pareja para participar en la Andalucía Bike Race by Garmin. La biker catalana también quería competir en la carrera por parejas en las que el año pasado acabó tercera en el podio, pero no tenía compañera de equipo posible. Para ello pidió a su conjunto, el Cannondale ISB de los hermanos Bellès, si de forma excepcional podía encontrar pareja fuera de casa. Con el visto bueno del equipo, Txell escribió por Instagram a Claudia Peretti, ciclista italiana del equipo Olympia Factory Team para preguntarle si le apetecería participar en la carrera por etapas cada una con los colores de su squadra. No se conocían de nada y nunca se habían encontrado en ninguna carrera. “Escribí a Claudia porque ella había quedado tercera de Europa 2 años atrás. Nunca había competido con ella, pero lo que había visto en las fotos y lo que transmite a veces me hace pensar en mí”, explica Txell en el ARA. Peretti le respondió que debía pensárselo. Una semana después a finales de noviembre le dijo que sí. Les ha ido bastante bien: dos victorias de etapa y segundas en la clasificación general de una carrera de bicicleta de montaña dura por todo tipo de terrenos entre Jaén y Córdoba después de 6 etapas.
Txell empezó con la bicicleta de montaña a los 25 años. Mientras cursaba el tercer año de la carrera de ciencias de la actividad física y del deporte (CAFE), el profesor de la especialidad BTT (Bicicleta Todo Terreno) le propuso dejarle una bicicleta de montaña de la marca BH . A cambio de correr las carreras que él le dijera, podría estar con su equipo. "Yo no tenía ni idea y empecé a hacer la Copa Catalana de BTT con 25 años". Justo en ese momento la despidieron de su trabajo y se desmoralizó bastante. Su madre le recomendó hacer lo que más le gustara por salir del pozo y ser feliz como había sido siempre. La respuesta de Txell fue ir en bicicleta de montaña. “Pero si no sabes”, me dijo mi madre. "Ya lo sé, pero me gusta", le respondí. “Pues ve un tiempo en bicicleta de montaña, pero ve en serio”, me dijo mi madre. "Y empecé a entrenar muy fuerte".
La ciclista catalana se siente muy afortunada de hacer lo que le gusta desde que tomó la decisión de darlo todo en el que ha conseguido muchos objetivos. Pero su mejor éxito personal no se ha traducido en el mejor hito deportivo a una clasificación de una carrera. "No me quedo con un resultado final, me quedo con las sensaciones o cómo he superado algunos obstáculos". Al mundial de ciclismo del pasado año en Glasgow, en la modalidad de bicicleta de montaña maratón (entre 50 y 80 km de competición), se le rompió la cadena en el segundo kilómetro. “Nunca había reparado una cadena en carrera y me puse muy nerviosa. Había mucho barro y gasté mucha agua para sacar el barro de la cadena. Cuando logré repararla, salí como si tuviera que terminar el mundo. Hice una carrera muy buena. Hice los mejores números de mi vida en el mundial en cuanto a los vatios. Ver que vas avanzando a otra velocidad y las mejores chicas del mundo es muy espectacular”. Cuando Txell Figueras empezó con la bicicleta de montaña no sabía ni cómo calar (colocar el pie de forma correcta en el pedal automático de la bicicleta). De no saber calar, se ha convertido en una ciclista muy completa. “Me encantan las partes técnicas. Subo y bajo muy bien con la bicicleta de montaña y con el aumento del estado de forma me siento cada vez más fuerte y más segura de mí misma”, comenta Txell después de bajar del podio del Andalucía Bike Race by Garmin en Córdoba. Además, trabajar a jornada reducida como monitora de natación también ha creado unos cursos femeninos de técnica en bicicleta de montaña que la motivan bastante. "Es una manera de que yo también me pueda ganar la vida y que esté menos horas en la piscina". Los cursos son para chicas a partir de dieciocho años. “Con cuatro tipos básicos mejoran mucho desde cualquier nivel. Hay cosas que se han perdido por el camino como la posición sobre la bicicleta y esto es básico. Mucha gente no sabe ni cómo se hace. Sólo enseñando esto las chicas ya mejoran muchísimo. Tener habilidades te convierte en mejor deportista de rendimiento”. Con la prueba andaluza terminada lo que más desea Txell después de 6 días de disciplina deportiva es llegar a casa, estar con sus gatos, ver a sus padres y dormir en su cama. “No pienso en un plan espectacular. Bien, quizás un sushi, o un buen coulant”.