Miguel Molina: "Poder competir a las 24 horas de Le Mans con un Ferrari es un sueño hecho realidad"

BarcelonaMiguel Molina (Lloret de Mar, 1989) lleva toda su vida sobre ruedas. Su padre es un nombre de referencia del motor gerundense, pilotando y enseñando a nuevas generaciones de pilotos de karts. Precisamente los karts fueron la escuela de Miguel, que pasó por el programa Jóvenes Pilotos del Circuit de Catalunya antes de entrar en el equipo Audi en 2010 para correr el Campeonato de Alemania de turismos, donde fue el primero catalán a participar. Ahora disputa el Mundial de Resistencia (WEC), que empezará este fin de semana en Qatar y que incluye pruebas como las míticas 24 horas de Le Mans. Lo hace con un Ferrari, marca donde lleva ya unos años, primera en el campeonato de Gran turismo (GT) y ahora convirtiéndose apenas en el tercer español en ser miembro de este equipo en el Mundial de resistencia. Ferrari regresó en el 2023 a este Mundial de forma oficial después de décadas de ausencia y confía mucho en el lloretense.

Has trabajado muy duramente. Muchas veces has dicho que irte de casa cuando eres muy joven no es fácil. ¿Qué sentiste cuando te fichó Ferrari?

— Fue en 2017. Recuerdo entrar en las instalaciones de Maranello y quedarme de piedra. Entendí aún mejor todo lo que significa Ferrari, es una forma de vida para miles de personas. Ayer estuve en Maranello haciendo unas sesiones de entrenamiento y cada vez que entro todavía se me pone la piel de gallina, es un lugar especial. Llevo siete años con Ferrari y ya lo llevo sangre.

Éste es apenas el segundo año como piloto oficial de Ferrari en el Mundial, tras el regreso de la marca italiana a la resistencia. ¿Cómo lo vivís?

— Con muchas ganas. El año pasado ya logramos grandes cosas y subimos al podio varias veces. Así que hemos trabajado duramente para poder seguir creciendo. Aún hace poco que estamos en esta categoría, donde otras marcas tienen mucha experiencia, pero tenemos la confianza de poder dar un paso adelante. Si conseguimos ser regulares, podremos hacer grandes cosas.

Hablas de equipos con más experiencia que ustedes como Toyota, pero una vez estás al volante de un Ferrari... entiendo que hay que ganar. Es una marca ganadora.

— La idea es acabar ganando, pero sabemos que va a ser complicado porque la experiencia siempre pesa. El año pasado entramos en el campeonato sabiendo que sería llevar el inicio, pero cuando eres Ferrari y te pones a competir... siempre quieres estar en lo más alto. Y lo ves a los ojos de todo el equipo, aquí siempre se piensa de forma muy ambiciosa. Y ya demostramos que en un primer año en una categoría con coches muy complejos puedes competir y conseguir la pole position a las 24 horas de Le Mans. Cuando estás ahí viendo cómo se vive y tú puedes competir con un Ferrari es un sueño hecho realidad. Emociona, te das cuenta de lo que representa esta marca y de lo que has conseguido.

¿Cómo es poder competir a las 24 horas de Le Mans?

— Es la carrera del año por excelencia. Es difícil describir lo que vives, pero también hay más presión porque, en el Mundial, esta prueba puntúa doble.

Hablas de la complejidad de estos coches y de la competición. Sois un equipo de tres pilotos que va haciendo relevos. ¿Pero cómo explicarías a una persona no experta en motor por qué es un Mundial así de llevar?

— Hablamos de coches híbridos muy complejos en la conducción. En ese Mundial tienes muchas posibilidades de cometer un error. Y cada vez es más competitivo, con más marcas apostando con fuerza y ​​pilotos experimentados. Hablamos de carreras muy largas, de seis, ocho, diez o veinticuatro horas. Carreras que requieren la máxima concentración desde la primera vuelta hasta la última. Pueden ocurrir muchas cosas en estas carreras, en las que hay diferentes categorías, diferentes tipos de coche, velocidades... pilotos más amateurs contra pilotos más maduros. Hay más riesgo de incidentes, pues. En las carreras hay coches de diferentes categorías a la vez en pista, así que algunos pueden avanzar a otros a distinta velocidad y envolverlo todo más.

En el ámbito psicológico, ¿cómo trabajas la concentración? ¿Y cómo es trabajar en un equipo en el que sois tres pilotos que va haciendo relevos al volante?

— Hace ya años que se trabaja con expertos en psicología, que nos ayudan. Es importante realizar un buen equipo, que se pueda complementar. Nosotros somos Antonio Fuoco y Nicklas Nielsen. Uno es más rápido, el otro gestiona mejor los neumáticos y yo, con la experiencia que tengo, me adapto a condiciones de pista diferentes. Condiciones que cambian durante las carreras, por supuesto. Tenemos un grupo unido, tal y como se demostró la temporada pasada con cinco podios. Tienes que confiar en tus compañeros, así cuando salgo del coche y tengo pocas horas de descanso antes de un nuevo turno de conducción puedo descansar mejor.

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Ha comenzado la temporada con un buen rendimiento en una prueba clásica, fuera del calendario del Mundial, como son las 24 horas de Daytona en Estados Unidos...

— Nuestro departamento de resistencia de Ferrari proviene del mundo de los GT, sigue formando parte de nuestro ADN, así que nos adaptamos bien a Daytona. Hicimos una segunda posición en la categoría GDT y disfrutamos.

¿Vienes de una familia de gran tradición deportiva, verdad?

— Sí, mamá jugaba a balonmano y papá siempre ha estado implicado con el motor. Y mi hermana hacía gimnasia rítmica. Y yo estoy continuándolo todo, porque mi hija también hace gimnasia y mi hijo hace hockey en Lloret. El deporte siempre ha estado presente en mi vida.

La figura de tu padre es clave, ¿no? ¿Cómo lleva tus carreras? ¿Sufre?

— No, ya está endurecido, hace muchos años que vivimos este mundo. Él sigue teniendo el equipo de karts en casa, lo gestiona él. Y yo intento ayudarle desde la distancia. Continuamos formando pilotos, nos apasiona. Estamos implicados en fomentar este deporte entre las mujeres y ya tenemos un par de chicas en el equipo. Queremos devolver todo lo que nos ha dado este deporte.

Cuando miras hacia el pasado y te acuerdas de un kart ¿qué sientes, ahora que has vivido estas experiencias?

— Cuando eres un niño sólo disfrutas. Después ya trabajas más duramente, vas haciendo carreras y creciendo... Entré en el programa de Jóvenes Pilotos y tocó empezar a viajar. Ahora pienso que he conseguido podios de esa magnitud y soy feliz. He subido al podio de Daytona dos veces, fui tercero en Le Mans hace dos años. Todo el esfuerzo ha merecido la pena.