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El Barça se despide de la Liga cayendo en Madrid contra todo y contra todos (3-2)

El equipo de Xavi juega con la cabeza alta pero no logra llevarse los tres puntos de un partido marcado por las decisiones arbitrales

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Ilkay Gündogan y Eduardo Camavinga durante el partido.

BarcelonaMás que una derrota, un pinchazo en el corazón. Ha sido un clásico doloroso, el del Barça en el Santiago Bernabéu (3-2). Ha sido un partido en el que el equipo de Xavi Hernández ha tenido la sensación de luchar contra todo y contra todos y en el que ha encajado una derrota de las que duelen. Lucha contra las decisiones arbitrales, contra un rival que sabe cómo ganar siempre y contra los errores propios en defensa. Luchar contra el calendario y contra saber que un empate no servía para mucho. Luchar contra todo, contra los miedos y la sensación de que esta temporada el destino trágico del equipo está escrito hace tiempo.

La burla final ha sido recibir el tercer gol cuando el partido terminaba, con un remate de Bellingham, que ya fue verdugo en la ida. Ahora bien, si alguien pensaba que la Semana Trágica barcelonista acabaría con los discípulos de Xavi entrando en el Bernabéu como corderos en un matadero, nada de eso. Lo han dado todo. Pero el equipo ha visto cómo las decisiones arbitrales no acompañaban nada. Siempre ha salido cruz. Si Lamine Yamal ha generado la esperanza firmando un delicioso partido, al otro lado de la balanza han pesado demasiado las decisiones arbitrales, el rival y los errores de Cancelo. Tocaba perder, de nuevo, esta semana.

Xavi, que se ha pasado en los últimos años cabreado con los árbitros, ha vivido el último clásico intentando no ser expulsado. Si bien muchas veces el técnico ha exagerado y ha visto fantasmas, hoy tenía razones para tumbarse del pelo. Nunca ha salido cara, cuando había una jugada dudosa. Como la del penalti del empate madridista, en el que Lucas Vázquez ha aprovechado un fallo defensivo de Cancelo, que siempre juega demasiado acelerado, para encarar a Cubarsí. El defensa catalán ha soltado la pierna, jugando con fuego, pero no ha derribado a Lucas, no. Fue el lateral blanco quien buscó el contacto. Luego Camavinga ha visto amarilla en una acción en la que parecía el último defensa y no se ha pitado un posible penalti de Rüdiger a Fermín en la segunda parte. Y Lamine, quién sabe, quizá hubiera marcado un gol. La autollamada mejor liga del mundo, que saca pecho de tener el partido que genera mayor audiencia en un estadio remodelado con el techo cerrado, sigue sin la tecnología que permite saber si un balón ha entrado. Así lo votan los clubs en asamblea, pero cuesta entender sus razones. Y así se alargan las polémicas, la sensación de que te levantan la camisa y las horas dejándote la vista analizando imágenes pixeladas para intentar saber si el remate de Lamine Yamal ha entrado o no. Un gol que pudo cambiarlo todo pero que no ha subido al marcador.

Xavi había pedido en la previa convertir la rabia posterior a la derrota contra el PSG en gasolina para motivarse e incendiar al Bernabéu. Y se ha visto a un Barça con carácter, quizá demasiado revolucionado por momentos, pero muy motivado, unido, sin caer en guerras internas. El partido ha sido más divertido que bueno, con jugadores arriba y abajo. Y polémicas. Que nunca falten las polémicas. Pero no se vio en ningún momento que el Barça hiciera ondear la bandera blanca, como quedó claro en los primeros cinco minutos, de presión alta y que acabaron con el premio del gol de Christensen, que remató un córner. Era el inicio de partido soñado de un equipo con Pedri suplente y que buscaba tener mayor músculo. El equipo de Xavi se ha sentido más cómodo provocando los errores del Madrid que con posesiones largas. Especialmente Lamine, estelar, parecía gozar bajo el techo del Bernabéu. Pero no era suficiente. Con el empate local por el penalti marcado por Vinícius y el gol no dado a Lamine, Xavi ha movido sus piezas, en parte por la lesión de De Jong, en parte porque sabía que empatando no tenía suficiente para aspirar a ganar la Liga .

Fermín celebrando su gol en el Bernabéu.
Pau Cubarsí con Frenkie de Jong y Christensen en la jugada que ha significado el penalti para el Madrid.
La jugada polémica del 'gol fantasma' en la portería del Madrid.

Así que han entrado Pedri y Fermín y han apuntalado la posesión del Barça. Fermín ayudó a cambiar el encuentro, pero Pedri, fuera de forma, no mucho. El partido, eléctrico en la primera parte, ha ido mutando hacia un nuevo guión con posesiones catalanas más largas y el Madrid haciendo lo que sabe hacer, como saben en Manchester: defender y buscar contras. Tampoco bastaba con eso, así que Xavi ha hecho un doble cambio a los 63 minutos en los que ha quemado sus últimas naves: ha hecho entrar a João Félix y Ferran por Lewandowski y Raphinha, que habían sido una sombra. Y fue Fermín quien marcó el gol del 1-2, un gol que hacía justicia. Aunque la justicia futbolística, cuando juega el Madrid, no vale para mucho. Lucas ha aprovechado un nuevo error de Cancelo para empatar pocos minutos después. Ha hecho daño este gol. Y el partido ha acabado roto, con ocasiones a ambos lados, un contexto en el que el Madrid suele ganar, como ha ocurrido con el gol de Bellingham en la última jugada del partido. La befa final a un equipo que cierra una semana para olvidar.

Ha sido un clásico frustrante, ya que deja una sensación de llegar tarde, de no poder escapar del destino trágico de esta semana oscura que nunca se acababa. Queda la sensación de que, con algo más de acierto, este Barça pudo ganar la Liga, pero, en cambio, la temporada acabará en blanco, sin títulos. En lugar de pensar en recortar puntos en el Madrid, se entra en una fase en la que se hablará más del futuro de Xavi, de los jugadores y del recuerdo de los trenes perdidos que pudieron cambiar el destino de esta temporada de dolor.

  • Real Madrid: Lunin, Lucas Vázquez, Tchouaméni, Rüdiger, Camavinga (Fran García, 71'), Fede Valverde, Luka Modric (Kroos, 71'), Bellingham, Vinícius Júnior (Joselu, 81') y Rodrygo (Militao, 74' ).
  • FC Barcelona: Ter Stegen, Kounde, Araujo, Cubarsí, Cancelo, Christensen (Fermín, 46'), Gündogan, De Jong (Pedri, 45+4'), Lamine Yamal, Lewandowski (Joao Félix, 63') y Raphinha (Ferran Torres, 63').
  • Goles: 0-1 Christensen (7'), 1-1 Vinícius Júnior (17'), 1-2 Fermín (69'), 2-2 Lucas (73') y, 3-2 Bellingham (92').
  • Árbitro: César Soto Grande (Comité Riojà) y José María Sánchez Martínez (Comité Murciano).
  • Tarjetas amarillas: Camavinga (35'), Vinícius (75'), Kounde (75'), Modric (83'), Cubarsí (90').
  • Tarjetas rojas: ninguna.
  • Estadio: Santiago Bernabéu. 77.981 espectadores.
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