El Barça revive los fantasmas de Ansu con la lesión de Alejandro Balde

BarcelonaTodo el mundo fue consciente al instante de que la lesión de Alejandro Balde era muy grave. El jugador se puso la mano detrás del muslo derecho y se tumbó en el suelo. Estalló a llorar enseguida. Incluso el público de San Mamés, siempre hostil cuando juega el Barça, despidió al joven lateral azulgrana con una ovación sonora en el duelo de Copa. Las pruebas médicas confirmaban los peores pronósticos: sufre una rotura muscular y, como mínimo, estará un mes y medio de baja. Pero en el club no ven claro que un tratamiento conservador funcione y consideran que lo mejor sería pasar por el quirófano.

Este viernes se ha producido una reunión entre el club y el futbolista para tratar el caso. "Le aconsejamos que se opere", aseguran fuentes médicas consultadas por este diario. El problema es que Balde, representado por Jorge Mendes, no ve clara su intervención. Su entorno presiona para que realice el tratamiento conservador y pueda volver al césped en marzo. El quirófano le apartaría de los terrenos de juego casi toda la temporada y pondría en riesgo una hipotética participación en la Eurocopa.

"Nosotros le aconsejamos lo mejor para él"

Una lesión similar y unos mismos actores, con Jorge Mendes de representante. Se reviven así los fantasmas de Ansu Fati, jugador que cogió pánico a las intervenciones y que ha acabado siendo esclavo de múltiples recaídas. La última, en el Brighton inglés, donde juega como cedido. "Nosotros le aconsejamos lo mejor para él", explicaba el entrenador azulgrana, Xavi Hernández. Pese a que no lo ha verbalizado públicamente, el egarense se alinea con el consejo médico del club y apuesta por la intervención, aunque esto prolongue el tiempo de baja. De todas formas, Xavi comprendía perfectamente los temores del jugador. "Es un momento difícil y decidirá lo que considere que es mejor para él. Nosotros le apoyaremos, tanto si se opera como si no, como hemos hecho con todos los jugadores que han pasado por una situación similar".

El problema del tratamiento conservador es la cicatriz que quedaría en el músculo, que en términos médicos se llama fibrosis. "Por el tipo de lesión, las posibilidades de recaída serían muy grandes", explican los especialistas consultados por este diario. Por eso desde el club le están intentando hacer ver que la mejor opción es una intervención y una recuperación larga.

En el supuesto de que optase por una recuperación tradicional, en el vestuario descartan que Balde pueda jugar el partido de ida de los octavos de final de la Champions, en un mes en Nápoles. Y ponen en duda que esté lista para la vuelta, prevista para el 12 de marzo. Es la quinta lesión de gravedad que sufre el futbolista, de tan sólo 20 años. La primera fue el curso 20/21, cuando todavía estaba en el filial: una lesión en el hombro que le hizo estar un mes de baja. El curso siguiente estuvo otro mes ausente por una lumbalgia, y una lesión en el tobillo le alejó de los terrenos de juego durante dos meses. El curso pasado volvió a estar dos meses fuera por otra lesión en el tobillo, y ahora es el muslo. Balde no tiene la suerte de cara.