El deshielo entre Xavi y Laporta tendrá que esperar

BarcelonaLa incertidumbre que acompaña a Xavi Hernández sobre su continuidad en el banquillo del Barça después de menos de un mes de ser ratificado se alargará, al menos, una semana más. Tras felicitar en persona al técnico por el triunfo ante el Rayo Vallecano y sellar el objetivo de mínimos que supone acabar segundos en una temporada para olvidar, el presidente azulgrana, que arrastra un fuerte resfriado, emplazó a Xavi a reunirse tras el Sevilla -Barça del próximo domingo, en la que ya no habrá nada en juego. Aunque los hechos podrían acelerarse antes, ésta es la intención que mantiene hoy el máximo dirigente del club.

La conversación determinará si Xavi gana una vida extra y podrá cumplir con el último año de contrato que tiene firmado o si el máximo dirigente azulgrana sigue decidido a cambiar de aires tras el giro de timón del pasado jueves. Si bien Laporta es quien después de una cena el 24 de abril decidió unilateralmente que Xavi continuaría, él mismo es quien en los últimos días tiene bastante cuello abajo que, a su juicio, hay que buscar una alternativa al banquillo después de la comparecencia de prensa de Xavi del miércoles, previa al Almería-Barça.

El quebradizo vino porque el egarense rebajó el discurso de la ilusión que siempre intenta transmitir Laporta sobre el primer equipo y optó por un tono más realista con la situación económica de la entidad. “Ahora no es como hace 25 años, en los que el entrenador de turno pedía ese jugador y ese otro. [...] Ahora no podemos competir”, manifestó Xavi, quien también admitió que la planificación no había sido la acertada y que “no era la intención” fichar a Vitor Roque en el mercado de invierno.

Esto molestó mucho al presidente, que considera que desde el club se han esforzado por reforzar la plantilla y que Xavi habría tenido que sacar más rendimiento de sus jugadores y haber hecho una mejor temporada. Tras ratificar al técnico públicamente el 25 de abril con abrazos y vertiente alguna lágrima, la goleada posterior a Montilivi también afectó especialmente al presidente. El estropicio de la semana pasada cogió por sorpresa a Xavi y sus colaboradores. También en Deco, ausente en Portugal por motivos personales en un viaje que ya tenía programado. Los jugadores, algunos de los cuales se han molestado también por algunas declaraciones del técnico en las que consideran que se les señala, tampoco sabían nada. Rafa Yuste hizo de bisagra entre el presidente y Xavi, pero no aclaró nada al entrenador, que tendrá que esperar hasta el final de la temporada para saber si sigue al frente del banquillo o no.

El 'termómetro' de Montjuïc

Con todo ese caldo de cultivo, en Montjuïc, el domingo, se sintieron algunos cánticos –nacientes de la zona de la grada de animación, que ha mantenido otras discrepancias esta temporada con Laporta– de apoyo a Xavi Hernández y que señalaban a Laporta. Con una escasa representación social en un estadio con bastantes turistas, otro sector de la afición silenció con silbidos estas quejas. Estos cánticos, por mucho que fueran puntuales, hieren especialmente al presidente. Al preguntarle por ello, el entrenador pidió unidad después del partido. “No busco esto. No me gusta. Yo busco la unión, el consenso. Ojalá podamos revertir esta situación. Debemos ir todos unidos, como una familia. Yo quiero empezar la próxima temporada con la máxima ilusión y ambición. Como ya dije hace tres semanas”.

El entrenador azulgrana ha optado por no adoptar una posición beligerante y ha echado balones fuera en las últimas ruedas de prensa. Ser un hombre de club, sin embargo, le ha supuesto tragar bastante sapos. Algunos de los más sonados, tener que rectificar la convocatoria del último partido de la fase de grupos de la Champions contra el Amberes. En caso de que Laporta le transmita que no continúa, habrá que negociar su finiquito. El egarense tiene asegurados unos 8 millones brutos para la próxima temporada, mientras que elstaff se reparte unos 4. En total, pues, tienen derecho a cobrar 12. Quien más opciones tiene de relevar a Xavi Hernández en el banquillo es Hansi Flick (hace tiempo que a Laporta le gusta la escuela alemana), aunque Deco es más de la cuerda de Rafa Márquez aunque el preferido del director deportivo es Luis Enrique, con contrato con el PSG y un salario prohibitivo con la situación actual del club.