Barça

Todos los elementos se alinean contra el Barça de Flick (2-1)

Derrota a Mónaco en el estreno de la Champions en un partido acondicionado por la roja a los 10 minutos de juego a Eric Garcia

4 min
Pedri, en acción en Mónaco

BarcelonaLa Liga de Campeones es un juez sin piedad. Tras un inicio de temporada casi perfecto, el Barça de Hansi Flick se despierta cruelmente con una derrota en Mónaco donde tocó competir en inferioridad numérica durante 80 minutos. Una tarea casi imposible, aunque el equipo blaugrana supo competir, sin romperse, manteniendo intacto su orgullo. Lástima de los errores defensivos, que evitaron sacar un punto que hubiera tenido sabor a victoria. La Champions, sin embargo, pone los proyectos en su sitio. Y la realidad de este Barça es que va por el buen camino, tiene carácter e ideas, pero no puede competir debidamente con una plantilla llena de bajas. El banquillo, de hecho, era el del Barça Atlètic, cuando tocaba cruzar fronteras. Un banquillo donde estaba Ansu Fati, que disfrutó de cinco minutos. Un momento hermoso en una noche complicada.

El técnico alemán ha logrado obrar milagros en pocas semanas. El barcelonismo, que en los últimos años camina como un alma en pena, especialmente por Europa, estaba animado. En condiciones normales, visitar al Mónaco en el debut europeo con tantas bajas tendría a los aficionados preocupados, pero tras las cinco primeras jornadas de Liga, la ilusión se mantenía intacta. Y la ilusión siguió intacta hasta el último minuto, cuando Raphinha pudo empatar de falta. El Barça, frente a todos los astros alineados en contra, escogió luchar.

Flick ya estaba mosca antes del partido. Por las lesiones de Dani Olmo y Fermín, por ver jugadores cansados ​​y por enfrentarse a un Mónaco que al trofeo Gamper le había hecho mucho daño. El equipo entrenado por el austríaco Adi Hütter es un bloque joven y descarado, con jugadores que te ganan la espalda, te muerden los tobillos y te incomodan. El entrenador alemán, intentando aprender de los errores del Gamper, consideró que había que seguir jugando con casi todos los hombres de siempre, pero haciendo entrar a Eric Garcia en el centro del campo, cerca de Marc Casadó. Si era una buena o una mala idea, no podremos saberlo nunca, ya que el futbolista de Martorell acabó expulsado a los 10 minutos de juego cuando Ter Stegen se equivocó, haciéndole un pase sin sentido, ya que Eric estaba de espalda y Minamino, justo sobre él. El japonés le birló el balón, Eric lo derribó y se marchó hacia la ducha triste, consciente de que no hay forma de que tenga suerte, cuando juega en el Barça. En Gerona parecía feliz. Al Barça siempre le sale cruz, también cuando la culpa es de un Ter Stegen que parecía tener la mira desviada, a Luis II de Mónaco, perdiendo un montón de balones. Si debutar en la Champions con bajas nunca es fácil, hacerlo perdiendo a un jugador a los 10 minutos aún más. Y si acto seguido te marcan un gol directamente se convertía en una misión aparentemente imposible. A los 15 minutos, un cambio de juego rápido del Mónaco llegó al joven Maghnes Akliouche, que se deslizó entre Balde, Pedri y Raphinha para hacer el 1-0. Por momentos, el Barça de Flick parecía el Barça de Xavi, ese que perdía en Amberes o Hamburgo.

Pero no, este Barça es diferente. Agresivo, valiente y con espíritu positivo. A diferencia del duelo ante el PSG de la pasada temporada, también marcado por una roja madrugadora, el equipo supo sufrir y competir. Y dispone del jugador del momento. Quién sabe dónde tiene el techo, Lamine Yamal. No tiene edad para conducir ni para entrar en el Casino de Mónaco. Tampoco puede votar, pero sí que decide partidos de Liga de Campeones con miles de espectadores. Quizás Hansi Flick, que sabe trabajar con jóvenes para conseguir elevar su nivel, sabía perfectamente qué hacía cuando dijo que el joven de Mataró no acaba de tener gol. Quizás era una forma de pincharlo y tocarle el amor propio, para conseguir que haga muchos goles. Cuando peor estaba el Barça, Lamine se inventó un gol de esos que solo hacen los jugadores escogidos. Solo, contra el mundo. Una cosa es finalizar jugadas y una bien distinta, inventarlos. Un pase largo lo controló tras poner el cuerpo para molestar a Singo, le ganó la posición, encaró la defensa del Principado y su disparo seco fue al fondo de la portería. Jugando con un hombre menos durante todo el partido y cometiendo un montón de errores, el Barça seguía vivo gracias a Lamine, que dejó boquiabierto al príncipe Alberto II de Mónaco y Michael Jordan, que estaba en la grada. Un talento democrático, el suyo. En directo en el estadio sorprendió a aristócratas y millonarios. Y por televisión, miles de personas de los cinco continentes.

Con el empate en el saco, el Barça decidió jugar con los nervios de un Mónaco que sabía que no era un buen resultado, empatar en casa contra un rival en inferioridad numérica. En la segunda parte, se trataba de pasar minutos, buscar contras rápidas y frustrar a los locales. Y eso que los primeros cinco minutos después del descanso se vivieron con angustia, con el ruso Golovin entrando desde el banquillo para asegurar una mayor posesión en los locales. Ter Stegen, acertado con las guantes, se empeñaba en perder balones en zonas peligrosas, pero en general el Barça conseguía mantener la cabeza fría y controlar la situación. Sin embargo, Raphinha no salía adelante en las contras catalanas, bastante peligrosas. Y Marc Casadó se encargaba de hacer un trabajo.

Pero justo cuando parecía que el Barça arañaría un punto, un error defensivo de Iñigo Martínez tirando el fuera de juego permitió al joven Ilenikhena hacer el 2-1 en una acción donde el Barça, valiente, estaba con la línea defensiva en medio del campo, muy ofensivo. Buscando ganar, acabó perdiendo. Y, cosas de la vida, el gol le metió el mismo jugador que había marcado en el Barça de Xavi hace unos meses en la derrota de Amberes. La Liga de Campeones sigue haciendo daño, con un estreno cruel que no mancha la imagen de un equipo que parece saber hacia dónde se dirige. Sin bajas, puede llegar lejos.

  • AS Mónaco: Köhn, Vanderson (Mawissa, 89'), Thilo Kehrer, Salisu, Wilfried Singo, Lamine Camara (Golovin, 46'), Zakaria, Maghnes Akliouche, Takumi Minamino (Cayo Henrique, 70'), Ben Seghir (Balog 70') y Breel Embolo (Ilenikhena, 59')
  • FC Barcelona: Marc André ter Stegen, Koundé, Cubarsí (Sergi Domínguez, 78'), Iñigo Martínez, Alejandro Balde (Ansu Fati, 89'), Eric Garcia, Marc Casadó, Lamine Yamal (Ferran Torres, 78'), Pedri (Pablo Torre, 83'), Raphinha y Lewandowski (Gerard Martín, 78').
  • Goles: 1-0 Akliouche (16'), 1-1 Lamine Yamal (28') y 2-1Ilenikhena (71')
  • Árbitro: Allard Lindhout (Países Bajos).
  • Tarjetas amarillas: Ben Seghir (29'), Camara (35'), Iñigo Martínez (74'), Balde (86'), Marc Casadó (86'), Zakaria (92').
  • Tarjetas rojas: Eric Garcia (10')
  • Estadio: Luis II de Mónaco, 17.500 espectadores.
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