Barça

Los equilibrios de Laporta con el poder

El presidente del Barça busca complicidades con la Liga y la UEFA en un verano clave para los fichajes y la reapertura del Camp Nou

Laporta y Ceferin, el presidente de la UEFA, juntos en un palco.
13/08/2025
4 min

BarcelonaQuienes conocen bien a Joan Laporta aseguran que es el mejor aguantando la presión. Que puede llevar las negociaciones al límite y, donde muchos comienzan a ponerse nerviosos, mantener la compostura hasta el último minuto. Esta virtud en los despachos tiene una contrapartida, ya que a menudo debe renunciar a algunos principios o tragar sapos para conseguir sus objetivos. En una semana clave para el Barça, donde se juega la reapertura del Camp Nou en septiembre y la capacidad de inscribir a jugadores para el inicio de la Liga, el presidente ejecutivo del club se mueve entre bambalinas y hace equilibrios con el poder para conseguirlo todo. Es lo que en los despachos llaman "hacer lobi". Yo te doy, tú me das.

El último ejemplo, las facilidades que el Barça pone para jugar en Miami. Que el club esté predispuesto a jugar el partido de Liga ante el Villarreal es una muestra de esa voluntad de tender puentes con las grandes instituciones. Desde el punto de vista deportivo, el partido no supone ningún beneficio para la entidad blaugrana. Más bien lo contrario, porque supone cambiar un desplazamiento a la Cerámica por un vuelo transoceánico con seis horas de diferencia horaria en medio de un apretadísimo calendario. Pero a la patronal le interesa realizar las Américas y llevar un partido importante de la competición en territorio estadounidense para hacer crecer el negocio. Es un sueño que persigue la Liga desde hace años y que ahora parece estar cerca de hacerse realidad. El Barça, que en el fondo necesita los favores del ente que preside Javier Tebas, ha decidido ponerse bien.

Las razones del Barça para aceptar jugar en Miami contra el Villarreal

¿Por qué? Porque en la semana que comienza el torneo de la regularidad, el Barça todavía no está con la norma 1:1 y no ha inscrito los fichajes ni las renovaciones del verano. Está pendiente de que el auditor valide los 100 millones famosos de los asientos vip del futuro Camp Nou y, también, que la patronal dé el visto bueno al informe. Pero no es el único punto caliente, ya que los agentes de la Liga también deben realizar pronto una visita de obras al estadio y certificar que la reforma está lo suficientemente avanzada como para disputar partidos oficiales. Así que, si la Liga quiere jugar en Miami, el Barça lo acepta sin protestar, pese a que internamente el cuerpo técnico que lidera Hansi Flick haya fruncido la nariz.

Javier Tebas y Joan Laporta encajando las manos

Para el Barça, jugar en EEUU no supone un beneficio extra, porque el club ya está acostumbrado a disputar partidos en las pretemporadas y lleva años trabajando para exportar su marca a un país que, gracias a la inmigración latina, cada vez tiene más afición por lo que allí llaman soccer. En cambio, para el Villarreal es una oportunidad para crecer. A Fernando Roig, presidente amarillo, le faltó tiempo para aceptar la propuesta, calificarla de "hito histórico" y anunciar que los abonados –que se quedarían sin ver al Barça en la Cerámica– serían compensados, o bien con un vuelo gratis para ver este partido, o bien con un 20% de descuento en el abono de la temporada.

El Real Madrid considera que jugar en Miami es "desvirtuar la competición" de Liga

En cambio, quien ha puesto el grito en el cielo es el Real Madrid. Florentino Pérez, todo lo contrario de Laporta, se mantiene firme en sus convicciones. Y una de ellas es la cruzada contra Javier Tebas y su forma de gestionar la patronal: no está de acuerdo con tener que estar sujeto a normativas conjuntas y cree que su Madrid debería poder ir por libre. Así que se opone a todo lo que hace la Liga. Por eso, en un comunicado emitido ayer, consideraba que jugar en Miami suponía "desvirtuar la competición" y pedía a la FIFA, la UEFA y al Consejo Superior de Deportes que no autoricen este partido.

La postura del Madrid supone un nuevo distanciamiento entre Florentino y Laporta. El presidente azulgrana empezó el segundo mandato dispuesto a hacer negocios con su homólogo madridista: desde la creación de la Superliga hasta la presión por cambiar la ley del deporte y abolir la necesidad de avalar o tratar con los mismos socios para conseguir financiación. Pero la necesidad azulgrana de llegar a pactos con el poder ha cambiado elstatu quo y ha puesto en alerta a Florentino ya todo su entorno. No es una situación nueva de ahora, aunque cada vez parece que ambas figuras están más alejadas.

En estas alianzas, el Barça también se ha puesto junto a la UEFA y de su presidente, Aleksander Ceferin, a quien Laporta ha alabado en las últimas declaraciones públicas. De la UEFA también depende la reapertura del Camp Nou, ya que los inspectores del organismo europeo tienen pendiente visitar el estadio este agosto, sólo unas semanas después de realizar una inspección donde detectaron muchas deficiencias.

El Barça y la UEFA se distanciaron en su día a raíz de la Superliga, pero ahora el club ya no defiende tan encarnizadamente la competición que debía sustituir a la Champions League. Por el contrario, está liderando las negociaciones para que se llegue a un pacto entre las dos competiciones que, entre otros factores, revolucionaría el sistema de ingresos que perciben los clubs. Además, el acercamiento entre Laporta y Ceferin fue también clave hace unos meses, cuando el Barça fue sancionado con una multa de 60 millones por incumplir con el fair play de la UEFA pero la logró renegociar hasta los 15 millones, perdonando a los 45 restantes si no se reincidía en las dos próximas temporadas.

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