BarcelonaLa ciudad de Berga es una de las tres localidades catalanas donde cada año se interpretan Los Pastorcillos de Serafín Pitarra. Los del Garrofa y el Pallanga. Un texto escrito en heptasílabos que mezcla la mitología cristiana con la ficción de dos personajes curiosos que resulta que pasaban por allí. Y donde también hay sitio para la sátira contemporánea. Son las Garrofes: cuarenta y cuatro estrofas de cuatro versos para glosar lo ocurrido en el último año en un tono humorístico. Reírse del personal. Sean políticos locales, personajes de actualidad o eventos de alcance internacional.
Xavier González-Costa sabe perfectamente qué es eso de hacer Garrofes. "He crecido mamando Pitarra. Para mí es muy fácil pensar en heptasílabos", dice el poeta berguedá, letrista ganador del concurso del himno del 125 aniversario del Barça con la canción El escudo en el pecho. Y es que, aparte de poder presumir de haber interpretado al personaje de Garrofa en el escenario del Teatro Municipal berguedà durante dos décadas, también ha sido un habitual en el concurso de Garrofes, que ha ganado en 10 ocasiones.
Estaba, por así decirlo, entrenado para la ocasión. Pero esto no quiere decir que el proceso creativo fuera coser y cantar. De hecho, fue de algo que no se pierde el concurso. Este economista, que durante 10 años se ha dedicado a la comunicación interna en La Caixa y que se define como "escritor, comunicador y activista cultural", ha publicado varios libros, sobre todo de poesía y obras teatrales. Socio del Barça, el azar hizo que viera a última hora un correo del club informando de que se buscaba letra para el himno del 125 aniversario y decidiera apuntarse.
"No me iba nada bien, faltaban dos días para la fecha de entrega y justo ese fin de semana venían unos amigos estadounidenses. No tenía tiempo. Pero mi mujer me convenció. Me dijo que valía la pena intentar -lo. Aproveché para escribir un borrador del texto en el móvil, de camino al aeropuerto Volviendo, creí que eso tenía sentido y me cerré dos horas para terminarlo. ¡De entrada, vi que me había pasado! Si debían escribirse 500 caracteres, había hecho casi el doble... Pero entre recortar de aquí y de allá, acabé enviando el texto a última hora", explica al ARA el flamante ganador.
Un premio de 6.000 euros para los tres ganadores
En realidad, ganadores hay tres, premiados con 6.000 euros cada uno por haber llegado a la final. Los demás son Marc Ricós, con Un sentimiento y música de Núria Graham; y De la cuna al infinito, con letra de David Bricollé y música de Albert Guinovart. Pero faltaba saber cuál era el más votado por la masa social azulgrana, y con un 63% de apoyos se impuso la composición de Xavier González-Costa, musicada por Carles Cases, con la producción de Alizzz y Josep Montero (Oques Grasses) , y con la interpretación vocal del Orfeó Català y de la peña Dracs 1991, que ya la cantaban en el Palau Azulgrana días antes de que se cerrara el plazo de votaciones. En las redes, el suyo era el himno más escuchado y repetido. Ahora bien, hasta última hora no supo que se iba a imponer.
El bagaje pitarresco le ayudó. Aunque entre lo que envió al club y lo que se ha acabado cantando hay muchas diferencias. "Ya nos advirtieron que esto pasaba a formar parte de un proceso creativo y que las letras se retocarían", explica, admitiendo que "por nada del mundo" habría imaginado que lo que escribió acabara derivando en aquella composición musical . A quienes optaban al concurso sólo se les hizo escribir en una hoja en blanco. Todo lo que vino después se escapaba de sus manos. No tenía ni idea de cuál podría ser la música final. Por eso, El escudo en el pecho es una composición elaborada en plural.
Xavier González-Costa hacía referencia al "latido", en la letra original, y esta palabra no aparece en la canción. De la misma forma que parte de los versos heptasilábicos se han adaptado, recortado o adaptado a una música elaborada a posteriori. "Lo cierto es que creo que tienen mucha más potencia ahora que si se hubiesen ceñido a las letras iniciales". Por eso estaba "muy contento del resultado final" antes de saber a ciencia cierta que se impondría en la votación popular.
"Tenía claro que quería difundir un mensaje transversal, basado en los valores. El Barça es un club pionero, por ejemplo en la profesionalización del fútbol femenino. No quería centrarme en el balón, en el gol. Lo obvié por hablar del sentimiento, el orgullo, el corazón, el latido y, al final, el escudo, que nos identifica a todos”. No parece una mala tesis, dado que el Liceu en bloque la cantó.
El escudo en el pecho
Somos un solo grito
El corazón del campo
Azulgrana nuestro amor
Que nunca nos ha faltado
Somos el camino
La luz de un faro
Batallas que hemos vencido
Batallas que hemos librado
Hemos caído y nos hemos levantado
Nunca han faltado las ganas de levantarse
Llamaremos a los cuatro vientos con lágrimas de orgullo que somos del Barça. Barça
Somos un solo grito
El trueno siguiendo un rayo
Los amores que hemos perdido
Y los que hemos encontrado
Somos el deseo
Ansioso por continuar
Nada me hará sufrir
Si me apoyas
Hemos caído y nos hemos levantado
Nunca han faltado las ganas de levantarse
Llamaremos a los cuatro vientos con lágrimas de orgullo que somos del Barça. Barça