Una final perdida por el duelo entre los dos banquillos: los apuntes en caliente del Arsenal-Barça femenino

BarcelonaNo siempre puede ganarse y no siempre dominarse. El Barça se quedó con un palmo de narices contra un gran Arsenal que supo leer el partido en todo momento hasta dar la estocada en la segunda parte, justo cuando parecía que las catalanas ya tenían el control de la final. No fue el día de Aitana, Alexia o Salma. La final se jugó hablando en inglés. Y la pregunta es... ¿y ahora qué?

Intentando ser positivos... Cuesta ser positivo después de una derrota como ésta, pero podemos intentar serlo. Si cada temporada el Barça fuese ganando todos los partidos, todos los títulos y todas las finales con cierta superioridad, no acabaría de ayudar a potenciar un fútbol jugado por mujeres que sigue avanzando con paso firme. Conociendo a estas jugadoras, la derrota de Lisboa las animará a devolver el golpe la próxima temporada. Perder siempre es una mala noticia, pero quizás también sirva para que todo el mundo valore lo que ha conseguido el Barça hasta ahora. Nadie regalaba nada y las rivales también juegan.

El banquillo, clave. El Arsenal jugó un partido muy completo, especialmente en una primera parte en la que logró desactivar del juego a las mejores jugadoras del Barça. Seguramente, para entender el triunfo del equipo de Londres hay que mirar en el banquillo, donde brilló la neerlandesa Renée Slegers, que le ganó la partida a Pere Romeu. El Barça tenía más talento y más experiencia, pero la final de Lisboa se jugó más a lo que quiso una entrenadora moderna y metódica que ha mejorado el juego de casi todas sus jugadoras, reformulando la posición de Mariona, por ejemplo.

Una marea azulgrana. En clave azulgrana lo mejor fue ver a miles de personas haciendo el viaje hasta Lisboa. Ver cómo había más catalanes que ingleses, en un clima de hermandad, positivo. Toda una generación de barcelonistas ha crecido siguiendo a estas jugadoras y ahora que ha llegado una derrota que duele, seguro que los aficionados no fallarán. Ahora, siempre es necesario estar alerta. En los últimos años el femenino ha dado alegrías europeas cuando el masculino no lo daba. Ahora que el equipo de Flick se anima, es el momento de dar más apoyo que nunca al femenino. Se lo han ganado.

Un horario lamentable. Todavía te encuentras a muchos señores enojados, ya que creen que el feminismo radical cuida demasiado a las mujeres y les da facilidades. Santa paciencia, cuando la UEFA no puede garantizar un horario decente para el partido más importante del año: la final de la Liga de Campeones. Los estamentos que mandan en el fútbol no pueden ni garantizar una franja de horario bloqueada, sin partidos ligueros, para que todo el mundo pueda mirar la final. No puede garantizar un inicio de partido sin un césped medio oscuro por la sombra de la tribuna, como si fuera un partido cualquiera. Todavía queda mucho camino por recorrer.