Fútbol

La hora de Marc Casadó, el líder que ha tenido que esperar

Con Hansi Flick y las urgencias en el primer equipo, el centrocampista ha conseguido la oportunidad que ansiaba

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Marc Casadó, jugando el Gamper, al inicio de la temporada

BarcelonaEn una época en la que los últimos jóvenes talentos del Barça irrumpen en el primer equipo sin apenas pasar por el filial, Marc Casadó representa el camino más tradicional: ir cumpliendo etapas formativas hasta ganarse una ansiada oportunidad. Nacido en Sant Pere de Vilamajor (Vallès Oriental) el 14 de septiembre del año 2003, ha conseguido tener ficha de profesional este mismo curso, cuando cumplirá en breve los 21 años. El suyo es el camino más habitual, el que a priori se diseña para los jugadores de la casa, pero que choca con la irrupción de talento adolescente de la que se ha ido nutriendo al Barça en las últimas temporadas. Son los casos de Lamine Yamal o, antes, Gavi, Alejandro Balde y Ansu Fati, futbolistas que dieron el salto directamente del juvenil.

Casadó aterrizó en el Barça en el 2016, procedente de la Damm, una cantera destacada del fútbol catalán, para jugar en el infantil A. Carles Martínez, actual entrenador del Toulouse de la Ligue 1 francesa, fue uno de los artífices del su fichaje, junto con el equipo de captación de la cantera azulgrana y sus directores de entonces, Jordi Roura y Aureli Altimira. Martínez, técnico del infantil A ese año, recuerda la rápida adaptación de Casadó al fútbol base del Barça. "El futbolista que ya era entonces, en las categorías inferiores, es también el futbolista que puede verse ahora: destaca por su liderazgo, la lectura del juego y su inteligencia táctica. Su fichaje era claro, cumplía con el perfil por ser un mediocentro del Barça", explica el técnico, que acabó de decidir que su incorporación era un acierto después de un amistoso contra la Damm.

Una de las demás virtudes de Casadó, que entronca directamente con sus dotes de liderazgo, es su "capacidad para comunicarse". No es difícil recuperar alguna imagen reciente de los partidos del Barça en el que se le puede ver conversando con Hansi Flick, un entrenador muy acostumbrado al diálogo con sus futbolistas. El centrocampista celebra poder discutir acciones tácticas con su técnico y también traslada sus habilidades comunicativas al terreno de juego, para organizarse posicionalmente con sus compañeros.

La pasada temporada, en el filial, formaron una gran pareja con Marc Bernal, lesionado de gravedad ya quien Casadó suple ahora como pívot. "En la cantera ya veías como cinco minutos de partido le bastaba para analizar las situaciones del juego y las comentaba con el entrenador. No es casualidad que haya sido capitán", añade Martínez, que mantiene una relación cercana con el futbolista y el su entorno.

Marc Casadó celebrando un gol del Barça con sus compañeros en la primera jornada de Liga en Mestalla

Sus capacidades tácticas le convierten en un futbolista polivalente, hasta el punto de que también ha jugado como lateral derecho, lo que le hizo ganarse el apelativo bromista de "Kimmich" en el vestuario (también porque se asamblea físicamente), en referencia al jugador del Bayern que Pep Guardiola reconvirtió de centrocampista a lateral durante su paso por Múnic. Pero donde más ha jugado es en medio centro. "La mayoría de su trayectoria en la cantera es jugando de seis. Puede jugar como interior, porque su lectura del juego hace que sea un futbolista que interpreta un rol, no una posición, pero creo que donde mejor puede desarrollar sus virtudes es como medio centro. Le gusta estar cerca de la zona de construcción. Es un perfil distinto al de Fermín u Olmo, que tienen una mirada más ofensiva", analiza Martínez.

Flick había priorizado a Bernal como pívot, pero tras su lesión ubicó a Casadó de mediocentro en la goleada ante el Valladolid. El futbolista, que tiene a Xavi Hernández y Sergio Busquets sus principales referentes futbolísticos, respondió con una actuación solvente: sólo perdió el balón en una ocasión y completó con acierto 63 de 64 pases en los 61 minutos que disputó. lesión en el tobillo de larga duración de Frenkie de Jong también ha impulsado que pueda tener más protagonismo

Una llamada decisiva.

Casadó está viviendo la consecución del sueño que persiguen a los futbolistas de la cantera del Barça. Hay jugadores que están tocados por una varita y cuya promoción se acelera. Otros deben ganarse las algarrobas siguiendo el curso normal de las etapas formativas. Casadó es de los segundos. "Es un caso como el de Eric Garcia, que ha salido dos veces del club para volver, o el de Fermín, que también fue cedido al Linares. Hay momentos de duda, en los que no sabes si lo conseguirás. A Marc le pasó cuando era juvenil", recuerda Martínez, que le llamó para animarle a que siguiera trabajando y no perdiera la confianza. "Son jugadores que valoran especialmente estar en el primer equipo: son chavales de la casa que han probado de primera mano cómo cuesta llegar y hacerse un hueco en el primer equipo", añade Martínez. Con Hansi Flick, ha llegado la hora de Marc Casadó.

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