De Jong firma una renovación que parecía inimaginable
Pese a ser uno de los jugadores más criticados por el entorno, el neerlandés seguirá en el Barça hasta el 2029
BarcelonaSi Frenkie de Jong tiene un gran avalista en el Barça, éste es Joan Laporta. El presidente azulgrana explica a menudo, en círculos íntimos, que el centrocampista neerlandés "marca el estilo" y que por eso es conveniente que siga en Barcelona. Del mismo modo que, explican en los despachos, fue él quien frenó su salida hace tres veranos, Laporta ha acompañado a De Jong este miércoles, en el acto de renovación del futbolista, que seguirá de azulgrana hasta el 2029. "Quiero ganar títulos, por eso he renovado", espetó.
El paso de De Jong por el Barça, donde es uno de los capitanes, es de todo menos un camino de rosas. Lo fichó el expresidente Bartomeu en el 2019, en un viaje relámpago a Amsterdam para cerrar la contratación y acabar con el interés de otros equipos. Se hizo entonces correr que se habían pagado 75 millones por el jugador, aunque la cifra final fue muy superior. El precio que costó y su salario anual –es uno de los mejor pagados del equipo– han sido dos losas para De Jong, que ha recibido muchas críticas externas acusándole de no ser un crack diferencial. "Me rodeo de personas que me apoyan, como la familia. Lo que diga la gente, no me importa. Así he conseguido estar bastante estable emocionalmente", explicaba en el acto.
Pero la visión externa no tiene nada que ver con la interna. De Jong ha sido titular indiscutible con todos los entrenadores que ha tenido en el Barça: Valverde, Setién, Koeman, Xavi y, por último, Flick, a quien le ha agradecido directamente la "confianza". Todos lo han alabado y destacaron sus virtudes futbolísticas. También sus compañeros de equipo. Marc Bernal, en la entrevista en el ARA, decía que era el jugador que "más le había sorprendido" y destacaba la "técnica, la velocidad y que no pierde ningún balón", y uno de los recién llegados, Marcus Rashford, llegaba a decir de él que era el más "infravalorado" de la plantilla.
Sin embargo, De Jong ha sido el burro de los golpes y se ha llegado a llevar silbidos de un Camp Nou que le criticaba su pasividad. O se puso en duda, incluso, su profesionalidad cuando se prolongó su baja médica por unas molestias en el tobillo en el que no acababa de limpiar. Pero el momento de menor popularidad fue en agosto del 2022, cuando el club organizó un encuentro con periodistas para hablar de su caso.
El salario de De Jong en el Barça, una losa histórica
Resulta que De Jong fue uno de los cuatro futbolistas que accedió a rebajarse el sueldo en el 2020, durante la pandemia, pocas semanas antes de que Bartomeu dimitiera. En realidad, nada regaló, sino que diferió el salario. A cambio, conseguía una renovación y se garantizaba mucho más dinero en el futuro. En 2022, ya con Laporta de presidente, estaba Mateu Alemany en la secretaría técnica. Alemán se puso las manos en la cabeza viendo su salario e hizo saber al club que "estaba al menos un 200%" por encima del valor real de mercado. Pero como era un jugador con cartel internacional, Mateu Alemany vio en él la posibilidad de hacer negocio: conseguir una cantidad jugosa de traspaso ya la vez liberar demasiado salarial. El neerlandés no lo aceptó.
En la desesperada, el club buscó una tercera vía y filtró que, en otoño del 2020, la renovación de los cuatro futbolistas suponía comprometer al Barça a pagar 311 millones en salarios. También dijo que los servicios jurídicos lo habían estudiado, que lo consideraban un posible delito y que estaban decididos a acudir a los tribunales para deshacer esos acuerdos. Cuando los representantes de De Jong se enteraron, lo consideraron mobbing y amenazaron con denunciar al Barça en la FIFA. El club dio marcha atrás y descartó la vía judicial. Sin embargo, Mateu Alemany siguió moviendo los hilos para venderlo en Inglaterra, aunque la operación acabó descartándose –aseguran en los despachos– porque Laporta lo consideró intransferible.
De Jong se enfadaba cuando le acusaban de pesetero. Y aún lo hace: "No diré lo que voy a cobrar con el nuevo contrato. Se exageró mucho, cuando se hablaba de cuánto cobraba. Nunca han salido las cifras reales. Se decía que era el jugador que más cobraba de Europa y eso ha influido en cómo me ha visto la gente. Es culpa vuestra", ha dicho, en referencia a los periodistas. Entonces, se publicó que Frenkie había llegado a cobrar 42 millones brutos por temporada –contando fijo más diferimientos–. Decía y sigue diciendo que es mentira. Y que no se quedaba por el dinero, sino porque "era un sueño" jugar en el Barça. Pero su contrato terminaba en el 2026 y hasta hace poco no tenía claro si quedarse o no. Incluso había valorado marcharse libre. Por último, y gracias a la buena temporada que hizo el Barça el curso 24-25, cambió de parecer. "Ahora cree que hay una generación ganadora y quiere continuar. Aspira a la Champions y cree que con Lamine, Pedri y compañía puede ganarla", apuntan desde su entorno.
Pese a que él quería seguir y que el Barça –sobre todo, Laporta– quería que siguiera, la renovación no ha sido fácil. Primero, se desvinculó de su agente de toda la vida, Ali Dursun. Después, esquivó los cantos de sirena para que se comprometiera con Pini Zahavi, antiguo socio de Laporta. Por último, se asoció con un bufete de abogados neerlandeses. Después, su duración, de tres años. Y por último, el salario, que rondará los 20 millones brutos anuales. El Barça aprovechará el acuerdo para rebajar un poco la masa salarial, puesto que la última temporada que quedaba por amortizar de su contratación se repartirá en los tres años adicionales de contrato.