Barça

Una lluvia de millones que se hará esperar

La reapertura del Camp Nou impulsará los ingresos del Barça, aunque habrá que esperar al menos dos años para conseguir los objetivos

Vista general de la reapertura del Camp Nou
17/11/2025
5 min

BarcelonaSi no hay ningún percance, el Barça recibirá esta semana la licencia de primera ocupación para abrir el lateral del Camp Nou. Este permiso (1b), sumado a lo que ya obtuvo para reabrir la tribuna y el gol sur (1a), significa autorizar que vayan 45.000 personas al estadio, que a partir de ahora compaginará las obras con los partidos. Es menos de la mitad de los 105.000 asientos que tendrá el coliseo una vez esté terminado, aunque desde la directiva aseguran que eso ya es suficiente para que salgan los números. El club difícilmente llega a tiempo para preparar toda la logística para la visita del Athletic Club del sábado 22, pero sí para el Barça-Alabès del día 29, que coincidirá con el 126 aniversario de la entidad. La experiencia dice que nada se puede garantizar al 100%, pero en el consistorio, que ya tienen toda la documentación necesaria, sostienen que la cosa "pinta bien".

Con el asterisco de saber qué pasará con la Champions –la UEFA debe autorizar al Barça a cambiar de estadio durante la fase Liga–, el regreso al Camp Nou supondrá despedirse de Montjuïc y poder explotar las vías de negocio del estadio, que se ha proyectado desde los primeros días por multi vip y de la cantidad impresionante de turistas que visitan Barcelona todos los años. En total, según el informe realizado en su día la empresa Legends, se facturarán unos 350 millones (346,5) cuando esté 100% operativo, de los que sólo 52 (15%) corresponderán a los abonos y al alquiler de aparcamientos. "El resto debe servir para evitar convertirnos en una sociedad anónima y que los socios mantengamos la propiedad del club", apuntan desde la directiva, pensando con clientes que tienen el bolsillo lleno. Siempre, claro, que los números cuadren.

El Bernabéu, un ejemplo que el Barça debe tener en cuenta

El ejemplo del Santiago Bernabéu es lo suficientemente cercano y reciente para poner en alerta a todo el mundo y darse cuenta de que no se puede vender la piel del hueso antes de cazarlo. El fiasco de los aparcamientos y de los conciertos, compensados ​​a medias con eventos como el partido de la NFL, evidencian que todo lo que se proyecta en un powerpoint no siempre termina siendo realidad. En el Barça son conscientes de ello. Por eso, el día del entrenamiento a puertas abiertas en el Camp Nou, sin que nadie se lo preguntara directamente, el presidente Joan Laporta explicó que se habían hecho unas "previsiones conservadoras" y no tenía ninguna duda de que el modelo de negocio será "superior" a los 350 millones previstos.

Si se cumple, la cifra será notablemente más alta que los 229 millones que facturó el Barça en el último año que explotó el estadio antes de la reforma. Ahora bien, hay que tener en cuenta que este dinero no se podrá utilizar íntegramente, ya que, como es obvio, una parte notable servirá para ir devolviendo la financiación de 1.500 millones que Goldman Sachs y JP Morgan han vehiculado a través de una veintena de fondos de inversión y otras aseguradoras. Un dinero que, en forma de intereses, ya se había empezado a abonar a pesar de que el estadio todavía estuviera boca abajo.

El Camp Nou se prepara para estar operativo en breve, pero la lluvia de millones no será inminente. El aforo todavía está al 50%, por lo que habrá que esperar a alcanzar los 350 millones. Aparte del gol norte, que aún no estará terminado del todo hasta Navidad, hay tres productos que van por largo: el doble eslabón de lonjas vip, los 40.000 asientos de la tercera gradería y los tours por el interior del estadio. Yendo bien, se podrían empezar a comercializar a principio de la próxima temporada. Siempre, como repite el presidente, que no haya "imponderables" como los que han retrasado un año la reapertura del coliseo. Los constructores habían recomendado alargar la estancia a Lluís Companys y así trabajar con mayor comodidad y rapidez, sin tener que compaginar trabajos y partidos, pero la directiva justificaba con números la urgencia de volver a casa de forma inminente. Y aquí, como en tantos otros sitios, quien paga manda.

Volver al Camp Nou sale a cuenta, aunque haya menos espectadores

En Montjuïc caben más de 50.000 espectadores, pero en el Camp Nou habrá de momento 45.000. Sin embargo, "compensa volver a casa", dicen en la junta. Como explicó el ARA, supone el ahorro de los 900.000 euros mensuales que pagaba el club de media a BSM por utilizar Lluís Companys, además de los 190.000 euros por partido jugado que se abonaban al Ayuntamiento por todo el dispositivo de seguridad y refuerzo del transporte público. Quizás haya menos asientos disponibles, sí, pero también menos gastos. En el primer año en Montjuïc se pasó de los 229 millones de ingresos del Camp Nou a 126 millones. El segundo, gracias a un cambio en la política de ventas, alcanzó los 175 millones. Y para este año, contando que se empieza en Montjuïc y que se acaba en el barrio de Les Corts, debe ser de 225 millones.

La temporada 26-27 será de transición. Los ingresos irán al alza, pero el negocio no será aún redondo. Si todo va según las previsiones, empezará con la tercera gradería ya operativa y los palcos vip a pleno rendimiento (105.000 espectadores totales), por lo que los trabajadores dedicarán la jornada a los interiores del recinto. No habrá cubierta y esto puede afectar a la venta de entradas –tanto en la cantidad como en el precio–. Una vez que todo el mundo esté a cobijo, a finales del 2027, el club podrá aspirar a ganar 74 millones en la venta de tickets que tiene prevista por los aproximadamente 20.000 asientos por partido. El museo físico –de momento funciona el virtual– debería estar en marcha en Semana Santa del 2026. Ahora bien, hay que tener en cuenta que las visitas al estadio, que suponen un atractivo importante para los visitantes, estarán condicionadas a las obras –no se pueden hacer mientras haya grúas trabajando–, por lo que es probable que también hasta finales del 2027. Una facturación que en los despachos confían en que sea superior bien entrado en el 2028, cuando se ponga en marcha elskywalk para contemplar la majestuosidad del Camp Nou a vista de pájaro.

La junta de Laporta no subirá los abonos (de momento)

¿Y qué va a pasar con los abonos? Es uno de los secretos mejor guardados de la junta. El informe de Legends deja claro que los números cuadran sin necesidad de subirlos más que un 1% en concepto de "fidelidad". Pero la directiva cree que, con un estadio renovado, totalmente cubierto y con la última tecnología, tiene argumentos de sobra para ajustar su precio al alza. Ahora bien, es evidente que es un tema delicado que prefieren evitar a corto plazo, y menos teniendo elecciones en el 2026. Este mes de septiembre, cuando se comercializaban los abonos con la reapertura del Camp Nou a la vista, ya se hizo una revisión aproximada de los precios, en la que se recuperaban importes similares a los del 2023 –aunque con menos partidos–. Por el momento, fuentes de la junta se limitan a decir que "no habrá más incrementos más allá del IPC" hasta que el estadio esté totalmente terminado. ¿Y después? "Ya se hablará".

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