Los adoquines

Messi, una herida que no se cierra

Leo Messi visita el Camp Nou
12/11/2025
2 min

Leo Messi cogió con el pie cambiado a todo el mundo, incluyendo el club, cuando publicó este lunes por la mañana en su cuenta de instagram la visita con nocturnidad al Camp Nou con un mensaje en el que proclamaba su amor por el Barça, pero que también tiene su carga de profundidad. Por mucho que intenten ahora desde la entidad revestir de normalidad el paseo de Messi por el estadio en obras, no cuela, porque la primera señal de que todo esto de normal no tuvo nada es que el club desconocía las intenciones del jugador, que no es precisamente uno cualquiera, sino el mejor de la historia, que se marchó entre lágrimas porque Laporta lo echó y que continúa dejando patente que la herida aún no está cerrada.

El impacto de la publicación de Messi es global, con cifras estratosféricas de visualizaciones, así que globalmente también ha sido evidente la fractura abierta entre él y la directiva actual, encabezada por Joan Laporta —no con el club de sus amores, al que sigue profesando cariño y agradecimiento—. El argentino ni olvida ni perdona y la frase “ojalá algún día pueda volver, y no solo para despedirme como jugador, como nunca pude hacerlo…” tiene su dosis de mala leche. Hay una clara intención de evidenciar que sigue dolido con Laporta —que estaba en Vigo mientras Leo pisaba el nuevo césped del nuevo Camp Nou— por muy espontánea que fuera la idea de pasarse por allí y preguntar al señor de seguridad de la puerta si lo dejaba entrar.

Desconozco si la estrella apunta más allá y su visita, publicación y mensaje tiene fines electorales, pero no está de más recordar que fue el presidente quien lo utilizó a él, y no al revés, cuando anunció en campaña que el tema Messi lo arreglaba él con un asado. Que el jugador fue a votar acompañado de sus hijos y la última imagen antes de esta de Instagram fue la de un Leo incapaz de dejar de llorar pidiéndole un pañuelo a su mujer en la rueda de prensa donde se despidió. En fin, que es lógico que se sienta traicionado y que lo siga haciendo público cuatro años después. Ahora bien, esto de que el Barça se empeñe en disimular y hacer pasar por normal que un mito como él se plante en la que fue su casa sin anunciarse y en plena noche, no hay nadie que lo vea normal.

stats