Los motivos del Barça para dar el dorsal 10 a Lamine Yamal
El astro de 17 años, que heredará un número cargado de simbolismo, ha compartido imágenes de Maradona y Ronaldinho
BarcelonaNo será oficial hasta que cumpla los 18 años el 13 de julio, pero ya es un secreto de dominio público que Lamine Yamal llevará el dorsal 10 del Barça Él mismo se ha encargado de alimentarlo en las redes sociales. la cesión de su amigo Ansu Fati, relevo frustrado del 10 que llevó Leo Messi, el astro de Rocafonda ha compartido en su Instagram –una red social que le encanta– primero una imagen de Maradona, con el 10 durante su etapa como azulgrana y, después, de Ronaldinho. El club está preparando un acto con el futbolista y su familia para, cuando alcance la mayoría de edad, oficializar por la puerta grande que el 10 pasará a ser suyo.
De esta forma también se busca reparar un acto de renovación del futbolista celebrado a puerta cerrada el 27 de mayo y del que no trascendieron casi imágenes. Desde el Barça se confía en que con el anuncio oficial del nuevo flamante dorsal 10 animará mucho a la afición y será un gran impulso, tanto en cuestiones de marketing como de venta de camisetas. De hecho, coincidiendo con el estreno y la comercialización de la nueva equipación para la temporada 2025-26, no son pocos los aficionados que ya se han acercado a las tiendas del club para pedirla con el nombre de Lamine Yamal y el dorsal 10.
Barça había cedido ese número a jugadores de peso, con algunas apuestas frustradas. Desde el curso 1995-96, los propietarios han sido: Gheorghe Hagi (1995-1996), Giovanni (1996-1999), Jari Litmanen (1999-2000), Rivaldo (2000-2002), Riquelme (030) (2003-2008), Leo Messi (2008-2021) y Ansu Fati (2021-2023 y 2024-2025). Lamine Yamal le hereda con 18 años, los mismos que tenía Ansu Fati en el 2021. Messi, el 10 más exitoso de la historia del Barça, empezó a vestirle con 21 años.
Riesgos y ventajas de entregar el dorsal 10 a Lamine Yamal
Desde un prisma más social, cumplir los 18 años es "pasar a la edad adulta, aunque no deja de ser una etapa de la adolescencia", expone a la ARA Marcela Herrera, profesora de psicología del rendimiento en la UVic y vocal de la Asociación Catalana de Psicología del Deporte. De hecho, hay quien considera apresurado hacer entrega ya del dorsal 10 a Lamine Yamal. Uno de ellos es el escritor Jordi Puntí, autor entre otras obras, del libro Todo Messi y más, que tanto en la edición en catalán (Empúries) como en castellano (Anagrama) luce en portada el dorsal 10 que llevó al astro argentino. "Con sólo 18 años creo que es demasiado temprano. Esperaría una temporada más para ver qué ocurre con el Balón de Oro y también para ver qué pasa con él. Hasta qué punto esa madurez que le vemos se consolida en una carrera meteórica", dice Puntí.
El escritor cree que dar el 10 a Lamine Yamal tiene dos grandes razones: una "más simbólica" y otra "más práctica". La simbólica se explica por "la necesidad de pasar página con respecto a la era de Messi". Según Puntí, "eso ya se intentó con Ansu Fati, pero fue un fracaso estrepitoso". Por eso también considera que es "precipitado" darle ya el 10 a Lamine Yamal. "Esperar un año no haría ningún daño. Un año sin un 10 en la plantilla también daría la dimensión de lo que significó la ausencia de Messi. Además, teniendo en cuenta que probablemente en algún momento volverá, aunque sea para jugar un partido de homenaje", explica Puntí.
El gran vacío que dejó Messi y el desencanto con Ansu Fati explican, en gran parte, la razón "práctica" por la que el club quiere que Lamine Yamal vista ya con el 10: "El Barça necesita mucho encaramar una figura y Lamine Yamal hasta ahora ha demostrado que puede serlo y lo puede ser. temprano. Aunque es cierto –sigue el escritor–, y eso se explica también desde una vertiente económica, que darle ese dorsal hará vender muchas camisetas”. Pese a que Puntí cree que es pronto, también considera que el talento "está dispuesto a asumir esa carga de responsabilidad".
Herrera resuelve que, pese a su juventud y estar en el foco mediático, Lamine Yamal ha tenido una actitud "muy natural respecto a su etapa evolutiva". La psicóloga afirma que "las señales que ha enviado hasta ahora el jugador son de sentirse cómodo con lo que le pasa: sabe quién está y dónde está". Sin embargo, Herrera añade que la gestión de esta nueva "libertad" que le otorgará la mayoría de edad también es una variable a tener en cuenta. "En el vestuario tiene un ecosistema que le permite desarrollar su personalidad, que le marca límites y acepta determinadas actitudes. Fuera, su entorno más cercano es el testimonio del ajuste del jugador hacia el mundo adulto. Hay que acompañarle para que se haga cargo de los resultados de sus decisiones y acciones y tome conciencia de lo que esto supone", concluye. Llevar el 10 del Barça es un regalo, pero también una gran responsabilidad.
