Los múltiples significados del último show planetario de Lamine Yamal
El extremo de 17 años lidera al Barça en el momento más decisivo de la temporada y bate un nuevo récord de precocidad en la Champions


BarcelonaLamine Yamal ya tiene su gol favorito con el Barça. Hasta ahora, admitido por la misma perla de la cantera azulgrana, su tanto preferido era el que marcó en las semifinales contra Francia de la Eurocopa del pasado verano con la selección española. Aunque en el conjunto catalán ya había empezado a enseñar de lo que era capaz tras debutar con Xavi Hernández, fue ese gol con el combinado estatal absoluto el que hizo que su nombre resonara por todo el planeta fútbol: era el escaparate de ser decisivo en el campeonato que enfrenta a las mejores selecciones del continente. España ganó la competición y Lamine Yamal fue galardonado como el mejor futbolista joven del campeonato.
Con la Eurocopa en el zurrón, el extremo azulgrana comenzaba esta temporada siendo el principal icono de una plantilla sin prácticamente cambios -las dos únicas caras nuevas han sido Dani Olmo y Pau Víctor, que el curso pasado ya había jugado en el filial cedido por el Girona- con la responsabilidad de Rocafonda. Por el contrario, en los partidos señalados en el calendario es cuando más brilla. Tras una actuación discreta en la ida en Lisboa, en Montjuïc Lamine Yamal patrocinó el triunfo azulgrana. Lo hizo, además, batiendo un nuevo récord de precocidad: con 17 años y 241 días, se convirtió en el jugador más joven en marcar y asistir en un partido de la Liga de Campeones.
"Le he dicho a Dani [Olmo] que a mí lo que me gusta son los partidos de vuelta", explicó Lamine Yamal después del partido. Su gol fue superlativo. Un pase al fondo de red que sobrevoló la cabeza del guardameta Anatoli Trubin, que sólo pudo seguir la trayectoria del balón desde que salió del pie izquierdo de Lamine Yamal hasta que se coló dentro de su portería. "Es lo mejor que he conseguido con el Barça. Ha estado al nivel de lo que marcé en la Eurocopa". Antes, había asistido a Raphinha en una acción que recordó un gol antológico de la larga lista de dianas de museo que marcó a Messi como azulgrana.
El 6 de mayo de 2015, en un duelo entre el Barça y el Bayern, el astro argentino desmenuzó el marcaje de Boateng. Tras esconderse para encarar hacia el interior, rompió la cintura de su defensor escapándose hacia el exterior, dejando al defensa extendido en el área de Neuer, que acabó recogiendo el balón del fondo de la red. "El fútbol es un juego de engaños", dice Paco Seirul·lo. Sin buscarlo, fruto de la naturalidad característica de la juventud, Lamine Yamal emuló a Messi casi una década después superando a Florentino con su regate. Raphinha, oportuno y acertado, culminó la jugada cocinada por su mejor socio en la delantera. "Tengo que darle las gracias a Raphinha, yo he intentado chutar...", confesó Lamine Yamal, divertido.
El talento más destacado de La Masia desde Messi
Las similitudes entre Lamine Yamal y Messi seguro que no terminarán aquí. Cuando el extremo de Rocafonda se formaba en la cantera, no era raro que varios técnicos de la casa coincidieran en que, desde el argentino, era el mayor talento que habían visto formarse en La Masia. El Barça le fichó cuando tenía 7 años y jugaba en el CF La Torreta, humilde entidad deportiva de la Roca del Vallès, que tiene las instalaciones cerca de donde vivía entonces con su madre, Sheila. Normalmente, el Barça realiza partidos de prueba con varios jugadores para ver si los ficha para los equipos formativos, como hizo, por ejemplo, con Leo Messi. Sin embargo, en el caso de Lamine Yamal entró directamente a formar parte del prebenjamín azulgrana, según recuerda al ARA Rafa Rodríguez, expresidente de La Torreta.
"Cuando son tan pequeños no tienes la certeza de si acertarás, pero tuvimos claro que teníamos que ficharlo", explica Jordi Roura, responsable del fútbol formativo en aquella época. "No le costó nada adaptar su creatividad y originalidad a la filosofía de fútbol del Barça, basada en el juego de posición y en los rondos", dice, por su parte, Jordi Font, que entrenó a Lamine Yamal en el benjamín A. "No sólo era muy desequilibrante y destacaba por su técnica, sino también por cómo se perfilaba o por lo que miraba. tan pequeños". Aquel niño, ahora adolescente, ya tiene goles de autor sin ni siquiera haber llegado a la mayoría de edad.