La paciencia a prueba de bombas de los grandes olvidados de Hansi Flick
Las escenas de tensión durante el Barça-Celta ponen de manifiesto la difícil gestión de algunos ostracismos
BarcelonaEn un partido de fútbol moderno, en el que decenas de cámaras se reparten por todos los rincones de los estadios, hay múltiples puntos de interés. de los equipos de élite como el Barça, muestran interioridades que sirven debates mucho más encendidos que los que se asocian estrictamente al juego.
Estas secuencias ricas en zoom y lecturas de labios llenan de contenido los programas postpartido y son objeto de miles de comentarios en las redes. Los banquillos, donde los futbolistas suplentes no pueden evitar ser personas mientras sus compañeros compiten, son un espacio proclive a generar estas escenas de interés. Hay divertidas, como la que cazó en el campo del Leganés a varios jugadores jóvenes azulgranas debatiendo –y acusándose mutuamente– sobre el origen de un fuerte hedor de pedo. "Qué asco", exclamó Gerard Martín. "Seguro que ha sido Ansu", aseguró Pau Cubarsí, reserva a Butarque.
Efectivamente, Ansu Fati –que nunca se sepa se declaró culpable de la flatulencia– aparece habitualmente en estos contenidos entre bambalinas porque Hansi Flick no le ve capacitado ni siquiera para tener un papel secundario en su Barça. Con el mercado invernal abierto, el entrenador alemán le recomendó que explorase otros lugares donde poder enderezar su carrera. Pero el delantero hispanoguineano rechazó todas y cada una de las propuestas que recibió para marcharse aunque fuera durante unos meses.
Fruto de esas negativas, ahora no es noticia por sus goles, sino por ser sospechoso de un pedo o, como se vio durante el Barça-Celta del domingo, por pagar con material del banquillo un calentamiento más sin recompensa. No participa en ningún partido de Liga desde el 10 de noviembre, y si lo hizo en la Champions hace unos días ante el Dortmund fue por gentileza de Lamine Yamal. Ahora, con Lewandowski lesionado por tres semanas, espera a que se le abra una ventana de oportunidad.
El Mallorca antes de la tormenta
La tarde de locura con final feliz del sábado también dejó marchito a Héctor Fort, que es otro de los defenestrados por Flick. Dado que la falta de recursos para operar en el mercado de fichajes el pasado verano impidió que el Barça pudiera alargar la estancia de João Cancelo en la plantilla, el lateral derecho barcelonés fue promocionado desde el filial. Con sólo 18 años, y avalado por algunas actuaciones prometedoras a las órdenes de Xavi Hernández, quería ser la alternativa a Jules Kounde, pero con el paso de los meses se ha convertido en su esparring.
"El míster no confía en nada y Jules lo quiere jugar todo", valora en el ARA una fuente del vestuario sobre la situación en el carril derecho de la defensa, donde el francés se ha hecho imprescindible en perjuicio de Fort, que no ha jugado en los últimos seis partidos de Liga y en la Champions solo tuvo 27 minutos contra el Champions. Flick tuvo que darle explicaciones para no utilizarlo tampoco el sábado ante el Celta.
La resaca del triunfo agónico ante los gallegos también mostró el cabreo de Ferran Torres por ser sustituido antes de saber que su equipo remontaría y que, gracias a la inoportuna lesión de Lewandowski, él apuntaría a titular tanto en la final de Copa como en las semifinales de la Champions. El valenciano se enfadó tanto con Flick que le negó la mano a su ayudante, Marcus Sorg.
En el vestuario restan importancia a la pataleta y la relacionan a la tensión propia del momento más importante de la temporada, que este martes vive un preludio sobre el papel asequible con la visita de un Mallorca lleno de bajas en Montjuïc (21.30 h, Movistar LaLiga). Aún así, Flick no compra al 100% comportamientos como los de Ansu, Torres o Fort: "Comprendo la insatisfacción porque fui jugador, pero no puedo entender reacciones como estas".
El enfrentamiento contra los baleares parece propicio para hacer alguna rotación antes del clásico del sábado y del Inter. Sin embargo, todo indica que la paciencia de Ansu Fati, Héctor Fort, Pablo Torre, Pau Víctor e Iñaki Peña, los cinco grandes olvidados de Flick, seguirá a prueba de bombas mientras el Real Madrid siga con opciones de ganar la Liga.