Barça

La perla azulgrana que jugaba con balones de papel de periódico y cinta adhesiva

Viaje a los orígenes de Marc Casadó, el emergente mediocentro titular del Barça de Hansi Flick

Marc Casadó, de pequeño, cuando jugaba en el Granollers.
Arnau Segura
13/11/2024
4 min

TorellóSe llama Guerau y tiene seis o siete años. Tiene tanta vergüenza que se esconde las manos detrás para hablar, y con un hilo de voz reivindica que sí, que claro que sabe quién es Marc Casadó. "Tiene una foto con él", afirman los abuelos en la puerta del hogar del Club de Fútbol Vilamajor, pocos minutos después de terminar el entrenamiento. Es el nuevo ídolo de todos. "Mañana explicaré que me han preguntado por él", dice sonriendo el niño. La escuela Joan Casas queda a 200 metros. Son tres minutos a pie. En el pasillo de la escuela está la orla de la promoción 2014-2015 con la cara traviesa del mediocentro titular del Barça de Hansi Flick y, desde esta semana, debutando en la selección española absoluta.

Empezó a jugar en el 2008. Flirteó con el balonmano, tan importante en el pueblo de Sant Antoni de Vilamajor y en todo el Vallès Oriental, pero se decantó por el fútbol. Era su pasión, hasta el punto de que su madre le hacía balones con papel de periódico y cinta adhesiva para que no destrozara la casa. "Íbamos a todas partes con el balón. Donde estuviera", dice al ARA Jan Prieto. Es tres años menor, pero los padres son del mismo grupo y han vivido infinidad de momentos. Siempre con la pelota en los pies, también en los restaurantes. "Veo a Marc allí en medio, pero no me lo creo. Es una alegría muy grande", suspira. Casadó ha pasado de sumar más de 40 partidos sin salir del banquillo y sólo 58 minutos en dos cursos con Xavi Hernández a ser clave para Flick y seleccionable con España. Ya supera los 1.100 minutos y su nombre brilla junto a los de Lamine Yamal y Pau Cubarsí como penúltima perla de La Masia. Ha pasado de ver al clásico contra el Real Madrid en la pantalla gigante de la Peña Blaugrana Vilamajor's, el pasado mes de abril, a vivirlo desde el césped, con un papel determinante.

Marc Casadó abrazando a Luis de la Fuente al llegar a la concentración de la selección española.

Su primer entrenador, Pol Barrau, rememora que vieron que Casadó era especial "desde el primer día". "Era superdiferente a los demás. Muy superior. Tenía cinco años y ya sabía controlar y pasar el balón y organizar al equipo", añade. Llevaban el equipo con Sergio Ruiz: tenían 15 y 16 años y los padres de los niños tenían que llevarlos en coche a los partidos de fuera de casa. Casadó con Sergio Busquets y decían, medio en broma, medio de verdad, que llegaría al Barça. Él siempre repetía que era su sueño. “Era un ejemplo para todos por talento y también por actitud. llegar al campo, llevar y recoger el material, en todo. Cuando les hacíamos ir a beber agua corría para ser el primero", acentúa Barrau. El segundo año tuvo como entrenadores Albert Espinosa y David Sapé: "Al primer intento ya hacía bien las cosas nuevas que les enseñábamos"

Un viaje a Senegal para darse cuenta del privilegio.

Cuentan que era tan bueno que jugó de todo. También de portero. Después jugó un año en el Sant Celoni y tres en el Granollers y en el 2015 aterrizó en la Damm. Carles Domènech, responsable de relaciones institucionales del club, habla de un jugador "muy diferencial" con "una inteligencia futbolística extraordinaria para un chaval de 12 años" ya la vez de un "líder" que "arrastraba desde el ejemplo": "Es muy difícil tener ambas cosas, pero a veces se alinean los astros". Fue nombrado capitán nada más llegar al club, contra los criterios habituales de antigüedad. El entrenador era David Besora. "Era un jugador increíble defensivamente porque ganaba todos los duelos y era superagresivo y en ataque tenía gran capacidad en la salida de balón. No era normal que un infantil tuviera un nivel de comprensión e interpretación del juego tan increíble", dice. Era el primer año de fútbol 11 para Casadó y Besora le colocó de pívot en un 4-3-3 para que todo pasara por él. "Era un sistema pensado para que él jugara allí y equilibrara al equipo", apunta. La temporada siguiente tuvo que pasar a un 4-2-3-1 porque carecía del perfil de Casadó, "una perla". Besora recuerda con orgullo una victoria por 3-2 ante el Barça.

Marc Casadó durante su etapa formativa en el FC Barcelona.
Marc Casadó durante su etapa formativa en el FC Barcelona.

También recuerda aquel partido Marc Pelaz, canterano del Barça del 2010 al 2018. "Recuerdo estar en el campo y pensar que tenía una calidad tremenda", destaca. Casadó, culé de nacimiento, fichó por el Barça en el verano del 2016, después de un único año en la Damm, y compartió medio del campo muchas veces con Xavi Simons y el propio Pelaz. El lateral izquierdo era Alejandro Balde y en el equipo también estaba Fermín López. Habían ido juntos a las categorías inferiores de la selección ya torneos por todo el mundo. Hasta Senegal: "Es un viaje que nos marcó. Con 13 o 14 años entendimos que éramos unos privilegiados". Pelaz, hoy una de las estrellas de la Kings League, es socio del Barça y ve los partidos desde un gol de Lluís Companys: "Sientes un punto de rabia porque tú no has llegado, pero me alegro muchísimo por ellos".

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