Piqué condicionó su bajada de salario a invertir en Barça Studios
Joan Laporta declinó la propuesta del central azulgrana por verla incompatible con el código ético
BarcelonaJoan Laporta frenó la venta parcial de Barça Studios al conglomerado Kosmos, propiedad de Gerard Piqué, que este miércoles podría disputar ante el Viktoria Pilsen (21 h, Movistar Liga de Campeones) sus primeros minutos oficiales de esta temporada 22/23. Fiel a su espíritu de conseguidor empedernido, el central se ofreció para comprar un 24,5% de la productora azulgrana en el marco negociador de su rebaja de ficha. El ARA ha confirmado la información apuntada por el tuitero Joan Fontes domingo por la noche en Catalunya Ràdio.
Consciente de que el Barça necesitaba un gesto salarial por su parte y que la Liga pedía implícitamente la activación de más palancas para poder inscribir los fichajes, Piqué explicó a Laporta su idea durante una reunión celebrada en un conocido restaurante de Barcelona en presencia de su representante, Arturo Canales, y del vicepresidente deportivo, Rafael Yuste. El mandatario escuchó la oferta y no la descartó en el momento, puesto que solo tenía avanzada la operación con Socios.com para desprenderse de un cuarto de Barça Studios. Aun así, días más tarde, y una vez hubo consultado a los expertos jurídicos del club, desestimó la propuesta porque entraba en conflicto directo con el código ético. La transacción, por lo tanto, no llegó a las mesas del área económica. Al final, el comprador de este fragmento de la productora fue Jaume Roures a través de Orpheus Media, la misma empresa que aportó 30 millones de euros de aval para que la actual junta directiva tomara posesión después de las elecciones del 2021.
En el apartado 4.6, el código ético dice que "si bien el Barça reconoce y respeta la participación del personal en actividades financieras y empresariales diferentes de las desarrolladas por la entidad [...] este tendrá que evitar aquellas situaciones que puedan suponer un conflicto entre sus intereses personales y los del club, o que los permitan valerse de su posición en el FC Barcelona para obtener ventajas patrimoniales o personales u oportunidades de negocio". Este es el argumento que se usó para tumbar las intenciones de Piqué, jugador y, por lo tanto, empleado del Barça, que no puede mezclar sus negocios con los intereses del club. Otra cosa sería si el central ya no estuviera en activo e, igual que Roures (que es socio azulgrana), se postulara para adquirir un segmento de negocio que la entidad quisiera externalizar.
La predisposición de Piqué a bajarse el salario para facilitar la inscripción de Lewandowski y compañía antes de la primera jornada liguera fue de la mano con la compra de Barça Studios. Hasta que Laporta no la descartó al 100%, el defensa aceptaba renunciar a buena parte de sus gajes, pero cuando recibió la negativa la negociación se encalló y el club tuvo que acelerar la vía Roures para registrar los nuevos fichajes a tiempo para el Barça-Rayo de estreno oficial. El Barça tampoco pudo llegar a un acuerdo para que Sergio Busquets alargara su contrato con la intención de diferir su sueldo previsto para esta temporada. Debido a los aplazamientos salariales de las temporadas pasadas, la factura entre los dos capitanes supera los 100 millones brutos anuales. En el seno de la entidad tienen la intención de retomar los contactos para rebajar las cantidades pactadas.
Ya lo intentó con Bartomeu
El intento frustrado de Piqué de adquirir Barça Studios es un ejemplo más de su participación en la toma de decisiones de la institución. Con la junta de Josep Maria Bartomeu propició la llegada del patrocinio de Rakuten, alternativa a los petrodólares cataríes que ocupaban el frontal de la camiseta del equipo de fútbol. Fue él quién convenció a Hiroshi Mikitani, dueño del gigante japonés de comercio digital, para que invirtiera en el club catalán. El jugador no cobró por la mediación, pero se supo fuerte para negociar con Bartomeu un contrato profesional hasta el 2022 y más tarde hasta el 2024, de espaldas a la negociación colectiva con los otros pesos pesados del vestuario.
De la alianza con Rakuten también obtuvo la coproducción del documental Matchday con Kosmos, que unos meses antes había producido La decisión, la pieza que Antoine Griezmann usó para rechazar ir al Barça. Posteriormente, y a pesar de su malestar por el caso Barçagate, Piqué intentó que Bartomeu considerara su candidatura para adquirir Barça Corporate, la denominación de la antigua junta para hacer dinero con la venta de algunos de sus activos. Igual que Laporta ahora, el expresidente se opuso a estas intenciones aduciendo el código ético.