El premio más merecido del abuelo Flick

BarcelonaLa afición del Barça, entregada a un equipo que ha ganado los tres títulos estatales esta temporada, llenó Montjuïc como si fuera la última vez. La Liga se había celebrado generosamente tras el triunfo en el derbi del jueves con una rúa multitudinaria por Barcelona, ​​así que el partido en cuestión, que enfrentaba al flamante campeón con un Villarreal de Champions, importaba poco. Entre las más de 49.558 almas presentes en el Estadi Olímpic no se escuchó ningún reproche a raíz del triunfo visitante por 2-3. En cambio, a Hansi Flick la derrota le molestó un poco.

Paga con la cara, el entrenador alemán, que participó en la celebración con un perfil más bien bajo. A diferencia de Joan Laporta, gran amante de los focos, cedió el protagonismo a los futbolistas en la entrega del trofeo, aunque no estuvo de participar en la clásica sardana posterior. También agradeció que los parlamentos previstos en la escaleta oficial acabaran anulándose.

Flick sí habló en rueda de prensa, y lanzó un primer aviso al Barça que ha hecho tricampeón cuando aún no ha pasado un año del día que Deco y Bojan le convencieron para sustituir a Xavi Hernández. "La próxima temporada tendremos que trabajar aún más para ganar títulos", dijo el técnico azulgrana, que al mismo tiempo lamentó el exceso de "fallos" que habían cometido, y que el Villarreal aprovechó para llevarse los tres puntos de Barcelona. Flick está encantado con las ganas de celebrar que tiene el equipo y también un barcelonismo que vive instalado en una nube, pero su espíritu crítico y exigente ya le sitúa en lo que vendrá.

"Su discurso ha calado profundamente en un vestuario que dejó de creer a Xavi, pero quién sabe si su chispa se mantiene ahora que los jugadores ya han ganado", reflexiona una voz consultada por el ARA en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, donde todavía cuece la traumática eliminación europea. El fútbol, ​​ya se sabe, es ciclotímico y caprichoso; un deporte sensacional en el que fichar a Kylian Mbappé no es garantía de éxito ni siquiera para un todopoderoso Florentino Pérez.

Se le gira trabajo, pues, a Flick, que con 60 años ya ha decidido que ésta será su última aventura en los banquillos. Aceptó el reto del Barça después de convertirse en el primer seleccionador alemán incapaz de superar la primera fase del Mundial. Con tres títulos de cuatro posibles en el zurrón, y sobre todo con la sensación de haber exprimido el mejor jugo de una plantilla descompensada e inexperta, considera resarcido su prestigio. Sin embargo, siente que todavía tiene cuerda para acabar el contrato que firmó hasta el 2026 y para comprometerse un año más, hasta el 2027, cuando ya tendrá 62 y sus cuatro nietos, con los que pasea a menudo por el Turó Park cuando lo visitan en la ciudad, ya serán mayores. En ese momento valorará si quiere continuar trabajando. Presente y futuro a corto plazo. Ya lo irá viendo. La firma está prevista para este miércoles, tal y como ha avanzado Mundo Deportivo y ha confirmado el ARA.

En una entrevista reciente, Laporta, que es su principal valedor, dio la renovación por sellada: "Hace unos dos meses que nos pusimos de acuerdo, pero será Deco quien acabará de perfilarlo todo. Hansi prefiere ir año a año. Creo que vive una de las mejores épocas de su carrera y estar en el Barça le hace feliz". El presidente ejecutivo azulgrana, con el balón y el relato a favor de cara a las elecciones previstas para el 2026, tiene también la mejor fuente para hablar con esta contundencia: es íntimo amigo de Pini Zahavi, el veterano agente que Flick contrató a principios del 2024.

Los 1

Como el interlocutor para hablar de dinero es casi uno más de la familia que gobierna hoy en día el Barça, es cuestión de días que Flick y sus ayudantes de cabecera –Marcus Sorg, Toni Tapalovic y Heiko Westermann– alarguen su compromiso con el club y vean mejorados los 11 millones de euros brutos anuales que, complementos aparte, van. Como es tradición con los entrenadores que hacen los deberes, la idea de Laporta es premiarle con una subida de salario que se irá satisfaciendo de forma progresiva hasta el 2027 y que no necesariamente ocupará espacio extra en el cálculo del fair play de la Liga, ya que el contrato vigente vence en 2026. Este detalle es importante en cuanto a la planificación de una plantilla que habrá que reforzar de nuevo en un contexto de estrecheces económicas. La lista de prioridades comienza a construirse desde la defensa y termina con más argumentos para la delantera.