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Así recuperará el Barça los millones perdidos del partido en Miami

El club lamenta la cancelación del duelo, que debía compensar el retraso de las obras del Camp Nou

Directivos del Barça cantando el himno antes del partido ante el Olympiacos.
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Barcelona"Iremos a jugar a Miami el 20 de diciembre". Así de contundente se mostró el presidente ejecutivo del Barça, Joan Laporta, a la salida de la comida de directivas con el Olympiacos. Respondía a las críticas a la iniciativa de dos jugadores del Real Madrid, Thibaut Courtois y Dani Carvajal, que acusaban a los actores implicados de querer "adulterar" la competición. Pero horas después, la determinación del dirigente culé se volvió estéril: el promotor del polémico partido, Relevent, decidió suspenderle "debido a la incertidumbre generada en España en las últimas semanas". Relevent es la empresa que organiza los amistosos en Estados Unidos de los principales clubes europeos. El Barça ha sido cliente y también el Madrid, que ha liderado la campaña contra el partido en Miami en el marco de la histórica pugna de Florentino Pérez con Javier Tebas.

Para el Barça, visitar el Villarreal en Estados Unidos en el marco de la "internacionalización" de la Liga formaba parte de los funambulismos para cuidar las relaciones con la patronal española, que a la vez es el órgano que rige el fair play financiero y, por tanto, quien decide la capacidad que tiene cada club para operar en el mercado de fichajes. Pero aparte de política, la motivación de Laporta por desafiar incluso el criterio de Hansi Flick y los jugadores era sobre todo económica. La iniciativa suponía al menos cinco millones de euros que, según el propio Laporta, debían servir para corregir sobre la marcha la merma de ingresos motivada para disputar el trofeo Joan Gamper y dos enfrentamientos de Liga (Valencia y Getafe) en el Estadio Johan Cruyff, con aforo para 6.000 personas. Así lo reconoció el propio dirigente en la última asamblea, cuando se lo preguntó un compromisario. "Miami compensará con creces lo que hemos dejado de ingresar para jugar en Johan", explicó el presidente.

La cancelación del partido obliga ahora a matizar el relato y rehacer la estrategia en los despachos. El presupuesto de la temporada 25-26, con un exiguo beneficio previsto de cinco millones, depende directamente de la fecha de regreso al Camp Nou, que sigue siendo un misterio debido a los retrasos en las obras y en la obtención de los permisos para la reapertura. A mediados de octubre tan sólo se ha podido garantizar la seguridad de la tribuna y el gol sur, lo que ha obligado a la institución a iniciar una tercera temporada de exilio en Montjuïc porque "no es sostenible", según el director general Manel del Río, habilitar al Camp Nou con sólo 26.000 espectadores (fase 1ª). La prioridad oficial es acelerar para reabrir el campo con 45.450 personas (fase 1b) en noviembre, coincidiendo con la visita del Athletic a Barcelona. Sin embargo, el fracaso del partido en Miam, y el correspondiente golpe económico que supone conmina al Barça a no perder más dinero con la venta de entradas, necesidad que el club medita paliar alargando una vez más su estancia en Montjuïc, que tiene un aforo 5.000 asientos superior a un Camp Nou habilitado con la fase 1b.

Monetizar Montjuïc mientras se resuelven los permisos

Considerando que Lluís Companys ya está readaptado, que los permisos para reabrir el lateral del Camp Nou irán con retraso por falta de suministro de algunos materiales indispensables y que hay que llegar como sea a los 225 millones de ingresos con la venta de entradas y abonos, empieza a tener sentido esperar a la reapertura prevista inicialmente: la de los 6. Ésta es la cifra que el Barça proyectó aproximadamente para la primera fecha de reapertura: el 29 de noviembre del 2024, coincidiendo con el 125 aniversario de la entidad. De hecho, en la asamblea del domingo, la vicepresidenta Elena Fort vaticinó que la fase 1c estaría lista "a finales de 2025", lo que queda aún más sentido a reabrir con la 1b para cuatro partidos que se jugarían con menos aforo de lo que hay en Montjuïc. Sólo si los permisos para la 1c fueran para largo estaría justificado que los primeros partidos en el nuevo Camp Nou estuvieran con 45.000 personas en la grada.

Mientras trabaja para obtener los permisos del estadio de Aristides Maillol, el club puede seguir monetizando a Montjuïc a buen ritmo. Y es que a diferencia del partido frustrado en Miami, las sensacionales recaudaciones por taquillaje en el monte olímpico (más de 46.000 personas contra el Olympiacos, sin ir más lejos), compensarán no sólo los tres partidos disputados en el Johan, sino también el hecho de que se presupuestara inicialmente un regreso a un Camp Nou con los 26.000.

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