El tapado de Flick que le hacía goles al Barça y no lo contaba
Gerard Martín ha llegado por sorpresa al primer equipo culé siguiendo un camino diferente al habitual entre los jóvenes de la Masia
BarcelonaCon la boca llena presumiendo de los jóvenes formados en la Masía que se consolidan en el primer equipo, ha pasado inadvertida la llegada de futbolistas con menos foco, pero destinados a ser importantes. Es el caso de Gerard Martín (Esplugues de Llobregat, 2002), un lateral izquierdo fichado por el Barça Atlètic para aportar experiencia al filial y que ha convencido a Hansi Flick para ser el suplente de Alejandro Balde. Tras el debut como titular en Vallecas, no ha reforzado al filial en el paro de selecciones –lo que sí ha hecho Héctor Fort– y el club le ha inscrito en la lista A de la Champions.
Fiable defensivamente y cumplidor con la pelota, “ha llegado donde está ahora por su humildad, para no creerse mejor que nadie ni ser un chuleta”, afirma David Maicas, amigo íntimo del lateral. Le conoció con tres años y le sigue viendo cada semana. Porque a pesar de llegar a la élite, Martín no ha dejado de ser como era: “Debutó con el primer equipo y dos días después estaba sentado a mi lado en el bar, con los amigos de toda la vida”.
Bajo el radar
El de Esplugues es un futbolista diferente a sus compañeros jóvenes que también han aterrizado en el primer equipo. Ha ido por el camino largo, alejado de los focos. Nunca ha jugado en la Masia. Se formó primero en el Sant Gabriel y después en el Cornellà y apenas llegó al Barça Atlètic el curso pasado. Martín siempre ha pasado bajo el radar. Andrés Manzano, ex director deportivo del Cornellà, recuerda que el día que le fichó no tenía previsto fijarse en él: "Fui a ver al delantero del Sant Gabriel y me acabó gustando más el lateral izquierdo”.
Martín no entra por los ojos. Lo que todo el mundo destaca es la fiabilidad. replicaba la actitud: “Era lo más tímido, nunca se metía en problemas ni le llamaban la atención”. Sin embargo, el rendimiento en el campo hablaba por sí solo, según Manzano: “No era lo más espectacular, eso sí, era lo que subía al primer equipo”. De hecho, debutó en partido oficial jugando contra el Barça y defendiendo a Ousmane Dembélé. un enfrentamiento Cornellà-Barça de categoría juvenil en el que Martín marcó el gol del empate en el último minuto. Sin embargo, al día siguiente en el instituto "no iba presumiendo, si tú no se lo preguntabas, él no te lo decía”.
Opuesto al perfil Barça
El carril izquierdo del Barça lo han ocupado en los últimos años laterales llamativos y ofensivos. De las llegadas a línea de fondo con el pase atrás de Jordi Alba se ha pasado a la velocidad desbocada de Balde. Gerard Martín no parece. "No es ágil ni rápido, pero defensivamente tiene condiciones para consolidarse", analiza Guerrero. Sus 1,84 metros le convierten en una garantía en el juego aéreo. Manzano cree que tiene “muy buena cabeza, muy buenas piernas y buenos pies; cualidades que le sirven por ser lateral izquierdo de primer nivel”.
Fuera del campo tampoco busca llamar la atención. Ha huido de las excentricidades habituales entre los jóvenes futbolistas. "No le gusta salir de fiesta, siempre ha dado prioridad máxima al fútbol", relata Maicas. El debutante con el Barça sigue viviendo con sus padres y mantiene al grupo de amigos de toda la vida. "Lo vemos cada semana, incluso más desde que está en el Barça", asegura, satisfecho, su amigo. Ante el crecimiento de popularidad, lo empiezan a parar por la calle, pero eso no ha hecho crecer su ego: "Nunca le oirás decir yo soy jugador del Barça y soy mejor que tú".
Un salto impensable
“Él soñaba con ser futbolista, pero llegar donde ni de cachondeo”, confiesa su íntimo amigo. Martín empezó a ver posible su llegada al fútbol profesional después de dos buenas temporadas con el primer equipo del Cornellà en Primera RFEF. El ex director deportivo del club verde revela que equipos extranjeros se interesaron por el joven, porque según los datos estadísticos, "siempre era el mejor del equipo". Sin embargo, cuando llegó la propuesta del Barça, "no quiso escuchar a ningún otro".
Llegaba para aportar experiencia a un Barça Atlètic muy joven, y su rendimiento sorprendió a todo el mundo. Fue el jugador con más minutos de la plantilla, ya que disputó todos los posibles. Así se ganó una oportunidad en la pretemporada, donde también convenció a Flick. Ahora, Manzano le invita a tener los pies en el suelo: “Hay que consolidar al primer equipo, que es lo más difícil”. Aunque, siendo como es, él mismo se ocupará de mantenerlos.