No, la trampa de Flick no se había estropeado: los apuntes en caliente del Mallorca-Barça
Interpretación casi perfecta del fuera de juego después de tres partidos de descenso
BarcelonaVictoria reparadora del Barça en Son Moix. Por goleada (1-5) después de ir de menos a más contra un Mallorca poco trabajado. A continuación, unos apuntes en caliente.
Recuperar las esencias. En Mallorca, la pasada temporada, Iñigo Martínez fue titular con el Barça por primera vez. Su actuación fue muy criticada, al igual que la de Oriol Romeu, en un encuentro en el que escaparon dos puntos. Un año y pico más tarde, el central vasco es el líder de la defensa azulgrana, que volvió a ser una garantía a la hora de echar fueras de juego después de varios partidos bajando la media por deméritos propios. Hasta once veces cayeron en la trampa, los delanteros baleares, incapaces de tirar desmarques efectivos. Para sumar de nuevo tres puntos, el equipo de Flick debía recuperar esencias y, a falta de volver a ser tan efectivo como en septiembre (en el descanso, el resultado era de 1-1), se aplicó en el arte que tanto desesperó a Mbappé en el clásico. Archivo, guardar.
La temporada depende de eso. Si el fuera de juego fue el primer rasgo identitario colectivo que restauró el Barça para reencontrarse con la victoria en la Liga, a nivel individual, se comprobó la evidencia con Dani Olmo y Lamine Yamal. Las gotas de calidad del egarense son vitales para entender la mejor versión de los azulgranas. Nadie como él por maniobrar entre líneas y encontrar soluciones tanto en estático como en carrera. La diferencia con Fermín es considerable. Pero el tema de Lamine es aún más palmario: si el de Rocafonda es titular, el equipo es otra cosa. Supone tan persistente amenaza para los rivales que, al final, aunque aparentemente no tenga su mejor día, siempre guarda trucos de magia para decidir cualquier escenario ajustado. El pase que dio para Raphinha en el 1-3 ya es marca propia. Con sólo 17 años.
Que el carro no se llene de pez. Es tal: el Barça necesita una segunda unidad capaz de solucionar compromisos como el de Mallorca. Por eso es tan buena noticia que Ferran Torres aproveche así las suplencias puntuales de Lewandowski. un tiburón en vez del de un pez hervido. En Son Moix, ambos sumaron un golito por barba. de un día, porque Flick les reclamará. También vio portería a Frenkie de Jong, instalado en la mediapunta durante el rato en el que los culés olieron la sangre en la espalda de los centrales del Mallorca. ¿Y si resulta que el neerlandés lo que necesita es jugar cerca del área?
Sibilino, desafiante y desacertado. Estos tres atributos son aplicables al inefable Gil Manzano, el árbitro designado para silbar al Mallorca-Barça. Con 0-0, dejó de señalar un penalti sobre Lamine Yamal. Antes del descanso, amonestó a Cubarsí y Casadó en la primera entrada que hacían. Sí, el colegiado extremeño es de esos que se embraven con los jóvenes y que hacen la vista gorda cuando el hacha en cuestión es veterano. También es de quienes castigan infracciones que pasan a sus morros sólo a instancias de los asistentes. Menos mal, para los intereses azulgranas, que sí vio el penalti del 1-2. Pero Gil es así: una moneda en el aire, un imán para las polémicas, un aleccionador arbitrario. Cuanto más lejos, mejor.