Keira Walsh: el fichaje estrella del Barça que se inspiraba en Busquets y Guardiola
La centrocampista, campeona de Europa, encarna la operación de mercado más cara de la historia del fútbol femenino
BarcelonaEl Barça está a punto de cerrar un mercado de transferencias redondo. Después de la incorporación de futbolistas jóvenes con un futuro prometedor como Núria Rábano, Geyse Ferreira y Salma Paralluelo, y del gran fichaje de la campeona de Europa Lucy Bronze, ahora los despachos azulgranas han puesto la guinda al pastel con la llegada de Keira Walsh. La centrocampista, que ha sido una de las protagonistas indiscutibles de la Eurocopa que se ha llevado Inglaterra, abandona Manchester y cambia el skyblue por el azulgrana. La operación es magistral. Con su fichaje, el más caro de la historia del fútbol femenino, el Barça se asegura una "sustituta" de calidad para Alexia Putellas, que sigue inmersa en su recuperación, y maximiza el talento en la medular, zona decisiva para el fútbol que presenta el conjunto de Jonatan Giráldez.
El Barça no tenía como objetivo reforzar más el medio del campo en este mercado, pero después de la lesión de larga duración de la capitana y con la enfermería cada vez más llena, las prioridades cambiaron. Había que reforzar el área clave para la construcción del juego y era imperativo hacerlo con garantías. El interés de club por Walsh siempre había estado, pero desde que el City fue eliminado de la Champions por el Madrid, hace unas semanas, los contactos se intensificaron y la ofensiva culé fue una realidad. Una vez fuera de la máxima competición europea, el camino de la inglesa hacia el Barça era mucho más sencillo y la dirección deportiva del club no bajó los brazos. Teniendo en cuenta el talento innato de la jugadora, no es extraño que el Barça haya reventado el mercado, se lo haya llevado del City y lo haya convertido en la adquisición más cara de la historia del fútbol femenino (400.000 euros).
Un talento que vale miles de euros
Mientras que en Inglaterra ya eran conscientes de las capacidades de Walsh desde hace tiempos, la Eurocopa ha sido un escaparate mundial para la británica. "Equilibró el equipo durante todo el partido. Fue la conexión continua entre la delantera y las defensas. Casi no pierde nunca la pelota y después de recuperarla siempre encuentra el espacio para hacerla ir adelante", argumentaron los observadores técnicos de la UEFA al elegirla mejor jugadora de la final contra Alemania. Durante el torneo, la centrocampista británica jugó todos los partidos, con un total de 596 minutos en las botas. A pesar de que no marcó ningún gol, Walsh fue decisiva con tres asistencias y un 88,5% de precisión en el pase. En definitiva, fue la piedra angular de la selección campeona de Europa.
Pocas jugadoras tienen el talento individual de Keira Walsh, calidad reafirmada cuando fue escogida la mejor jugadora de la final de la Eurocopa en la que su selección consiguió el título. Su gran calidad la hizo destacar en un medio del campo donde se hace grande, ocupa espacios y lee a la perfección el juego propio y el del rival. Temporiza e interpreta las necesidades del equipo con una elegancia reservada solo para las mejores. La centrocampista destaca por mirar siempre adelante, buscando a la jugadora alejada, elemento muy importante en la creación de juego para el Barça. Con contrato hasta el 30 de junio de 2025, los culés se aseguran una pieza clave dentro del engranaje del equipo.
Walsh prácticamente nació con una pelota en los pies. Originaria de Rochdale, a poco más de 20 kilómetros de Manchester, vio desde bien pequeña como su padre iba cada fin de semana en Maine Road a animar al Manchester City. Desde entonces, pasaba muchas tardes entrenándose con él en el jardín de casa. "Mi padre siempre me decía que me fijara en Sergio Busquets y Pep Guardiola, porque él era un centrocampista defensivo. Me decía que los mirara. También vi a Yaya Touré, pero yo juego un poco diferente que él. Y, por supuesto, David Silva era mi jugador favorito", afirma la futbolista que ya tiene su armarito en el Johan Cruyff. Con 17 años debutó con el equipo de Manchester y ahora, con 25, recala en las filas culés.