Fútbol

Los primos de Cardedeu que triunfan más allá del Barça

Sergi y Adrià Altimira, después de toda una vida en La Masia, ahora brillan en Primera División con el Betis y el Villarreal

Adrià (derecha) y Sergi (izquierda) durante su etapa en el FC Barcelona
10/03/2024
6 min

BarcelonaMientras portentos de La Masia como Lamine Yamal, Pau Cubarsí o Gavi consiguen hacerse un hueco en el primer equipo azulgrana, otros destacan lejos de Barcelona. Estos son los casos de los primos Altimira, Sergi (Cardedeu, 25 de agosto de 2001) y Adrià (Cardedeu, 23 de marzo de 2001). Ambos jugadores son, respectivamente, hijo y sobrino de Aureli Altimira, que ha estado toda la vida vinculado al fútbol base de La Masia, con incidencia en el primer equipo, junto a Jordi Roura, en el banquillo de Pep Guardiola y Tito Vilanova. Sin embargo, éste es el dato menos relevante. De pueblo, cercanos, humildes y con ganas de comerse el mundo. Definitivamente, existe vida más allá del Barça. Si no, que les pregunten a Sergi y Adrià Altimira.

El fútbol no entiende de recomendaciones. La calidad de los jugadores se manifiesta sobre el terreno de juego, por su propio mérito. Sin depender de apellidos o influencias externas. No por ser el hijo de quien se es, es más fácil, aunque el refrán "de buen árbol sale buen fruto" se ajusta a veces a la realidad. Ambos han tenido que sudar y trabajar duro para poder hacerse un hueco fuera de Barcelona y esta noche a las 21.00 h, en el Benito Villamarín, tendrán la oportunidad de verse las caras en el fútbol profesional por primera vez.

Uno en Sevilla vestido de verdiblanco y el otro en el Villarreal. De la generación de 2001, han compartido vestuario con Eric Garcia, Ansu Fati o Arnau Tenas. Ahora, curiosamente, todos ellos triunfan fuera del Barça tras ser catalogados como los siguientes Piqué, Messi o Víctor Valdés. La vida sigue, después del Barça, donde jugaron juntos durante siete años en las categorías inferiores del Barça. Ambos tienen un vínculo muy cercano, se entienden. Personas modestas, sensatas y con los pies en el suelo, tal y como explican en el ARA personas que los conocen muy bien. Franco Artiga entrena el Rodina de Moscú, en Rusia. Antes estuvo entrenando en las categorías inferiores del Barça durante una década, donde dirigió a los dos protagonistas. “Es crucial el entorno que han tenido, les han ayudado en todo momento, haciéndoles mantener la misma ilusión estando dentro o fuera del Barça. No sólo cuando las cosas van bien, sino cuando van mal. El apellido nunca les ha pesado. Está claro que han pasado por épocas en las que han jugado muy poco. Aureli, una persona con peso en La Masia y en el club, nunca nos insinuó nada respecto a sus minutos. Han sido muy persistentes, muy perseverantes y nadie les ha regalado nada. Las dificultades les han hecho más fuertes. Su actitud ha sido increíble y el tiempo les ha dado la razón”, dice Artiga.

Adrià Altimira, la vuelta al mundo con 22 años

Desde los seis años en el Barça, dio el pistoletazo de salida al primer prebenjamín B de la historia del club. Desde entonces, 12 temporadas después, fue el primer futbolista en pasar por todas y cada una de las categorías formativas del fútbol base azulgrana. Desgraciadamente, o no, a la hora de dar el paso al filial azulgrana tuvo que hacer las maletas y explorar el mundo en busca de nuevas oportunidades. Un Erasmus en Melilla, Zagreb y Andorra han sido los impases en la carrera del vallesano para, finalmente, tener su oportunidad y triunfar en Primera División.

Precisamente en la Andorra de Gerard Piqué fue donde se consolidó como futbolista consiguiendo un ascenso a Segunda División. Aquel equipo lo entrenaba Eder Sarabia, acompañante de Quique Setién durante su estancia en Barcelona. “Me alegro muchísimo por él. Lo cierto es que es un chaval espectacular, muy importante en el vestuario y en el terreno de juego. Su actitud, voluntad y alegría nos trasladaban a una energía inmensa”, asegura Sarabia. Hablamos con Jordi, su hermano mayor. Lo define como una persona curiosa, risueña, extrovertida y que no para quieto. “Le intento transmitir todos mis conocimientos de fútbol como entrenador y analista que soy. Pero, sobre todo, incido en los valores personales”, dice. Este verano abandonó el Principado para emprender una aventura en el filial amarillo, aunque fruto de una buena pretemporada con el primer equipo se instaló con los grandes.

Hasta cuatro entrenadores han pasado por el banquillo del Villarreal, desde Quique Setién hasta Pacheta, Miguel Ángel Tena y, desde noviembre, Marcelino. Con este último es con el que ha ido perdiendo protagonismo sobre el terreno de juego debido a las complicaciones que vive el filial en la parte baja de la clasificación de Segunda. Sin embargo, jugó cerca de 30 partidos con el primer equipo y fue titular en veinte ocasiones. Y ha llegado a debutar en la Europa League.

Adrià y Sergi celebrando juntos el Domingo de Ramos

Sergi Altimira, el ojo derecho de Ramón Planes

Después de siete temporadas en La Masia, ha pasado por la Nova Creu Alta, el Municipal de Granollers y un breve impasse en las filas del Getafe para acabar en el Betis, donde ya dicen maravillas de él. Su calidad no tardó en despertar el interés de Ramón Planes, que fue el director deportivo del Barça durante dos temporadas. Una etapa marcada por las incorporaciones de Pedri y Araujo, claves en el presente y el futuro de la entidad, aunque la llegada de Laporta supuso su fin a Aristides Maillol. Una breve estancia en el Getafe, donde firmó Sergi este verano, le llevó a Sevilla, lo que causó el fichaje del cardedeuense antes de que debutara con el conjunto madrileño.

De complejidad delgada, siempre había sido el más pequeño del equipo, donde destacaba por su calidad técnica y no por su físico. Sus amigos confiesan que dio el estirón entrando a los veinte años y ya roza el metro noventa. De ahí su apodo Tire, de tirillas en español.

Su debut en Primera fue ante el Rayo Vallecano en los minutos finales del partido. La semana siguiente, sin embargo, se estrenó como titular ante el Barça en el Estadi Olímpic Lluís Companys. Adaptado y encantado con la ciudad, no hizo notar el salto de Primera RFEF a Primera División. Su polivalencia en el centro del campo y la agilidad para sacar el balón desde el eje de la defensa le han llevado a ser uno más en los planes de Manuel Pellegrini y ha llegado a disputar 27 partidos esta temporada.

Los siete años en Can Barça les recordará siempre. Su referente es Sergio Busquets y por su forma de jugar queda claro que no miente. Mediocentro defensivo con capacidad de jugar como central móvil. De hecho, aprovechando la salida del 5 del Barça, la entidad catalana mostró su interés por repescarlo hace dos temporadas y el mercado de verano pasado para el filial azulgrana, pero en todo momento Sergi tuvo claro que quería vestir la camiseta verdiblanca.

Tanto Sergi como Adrià pasaron por las órdenes de Franc Artiga durante su etapa formativa en el FC Barcelona y, como un padre orgulloso de su hijo, sólo guarda palabras de agradecimiento hacia ambos: “A todos dos los quiero mucho, ya lo saben. Siempre les estaré agradecido por el año que hicimos en el juvenil B, una temporada muy complicada para mí”, confiesa.

Ambos primos en la Ciudad Deportiva al terminar un partido

Hay vida fuera de La Masia

“Tuve claro que fuera del Barça no se acaba el mundo, no se acaba el fútbol”, aseguraba Sergi en una entrevista en el diario Marca. Y, razón, no le falta. Vestir la camiseta azulgrana, formar parte de La Masia, debutar en el Camp Nou o ganar títulos con el Barça siempre habían sido los sueños de cualquier niño o aficionado al fútbol. A excepción de ciertos prodigios, hace tiempo que los más jóvenes optan por abandonar las filas del Barça en busca de oportunidades fuera del club. El paso del filial al primer equipo es complicado, pocos jugadores tienen paciencia y abandonan el sueño a medio camino. Pero ya lo dicen: cuando se cierra una puerta, se abre una ventana.

Como los casos de Sergi o Adrià hay varios. Por ejemplo: Alejandro Grimaldo. Formado en las categorías inferiores del Barça durante 2008 y 2015, se consolidó en el lateral del filial aunque nunca llegó a hacer su debut oficial con el primer equipo, salvo que Luis Enrique le llamara para hacer la pretemporada y le diera minutos al Gamper. Sin embargo, ahora es una pieza fundamental para el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, líder de la Bundesliga que, tras 38 partidos, aún no conoce la derrota esta temporada.

Uno de los casos más mediáticos es el de Xavi Simons: el centrocampista del Barça acumulaba millones de seguidores en las redes con doce años. Las prisas, el entorno y su representante se lo llevaron a París a cambio de un contrato exorbitante. Ahora, aún con sólo veinte años, explotó en el PSV Eindhoven y en el RB Leipzig, donde es titular indiscutible. Por último, la figura de Dani Olmo, que lleva temporadas destacando en el extranjero. El futbolista de Terrassa, compañero de Xavi Simons, también milita en las filas del conjunto alemán tras abandonar la cantera, en dirección a Croacia, cuando tenía tan sólo dieciséis años.

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