Fútbol - Primera División

El vestigio del franquismo que el fútbol español ha eliminado

La novedad con el apellido de los árbitros ha generado estupefacción en el colectivo

Ángel Franco Martínez, el árbitro de la final de Copa entre el Real Madrid y el Madrid Castilla, en 1980
21/08/2025
3 min

SabadellLa Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) han encomendado al flamante nuevo presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), Fran Soto Balirac, que lidere una gran revolución arbitral y modifique el estamento de arriba abajo. Uno de los principales objetivos del dirigente gallego gira en torno a la humanización del colectivo y, en esta línea, ha querido reformular la nomenclatura de los árbitros, mencionando el nombre de pila y suprimiendo el segundo apellido.

La medida se puso de manifiesto en el vídeo de presentación de la plantilla de colegiados de Primera División y ha tenido continuidad en las designaciones oficiales. En determinados casos será algo más enredado identificar a los árbitros sólo con el primer apellido. La medida ha causado cierta estupefacción entre los implicados porque consideran que eliminar el linaje materno es olvidar una parte importante de su historia y no consideraban que esto originara ningún problema. Efectivamente, no es una medida feminista. Sea como fuere, en adelante Gil Manzano se convertirá en Jesús Gil (como el célebre expresidente del Atlético de Madrid); Martínez Munuera Juan Martínez y Hernández Maeso Francisco Javier Hernández. Los dos últimos perderán su singularidad con la nueva denominación.

El origen de la tradición de los dos apellidos arbitrales se remonta a 1969, en pleno franquismo. Esa temporada debutó en Primera el murciano Ángel Franco Martínez y, como cualquier otro de su gremio, empezó a recibir insultos por parte de los aficionados. El dictador Francisco Franco no quiso que su apellido se relacionara con injurias y descalificaciones y decretó que desde entonces los colegiados se conocieran por ambos apellidos para evitar cualquier tipo de befa.

Las sujeciones sólo serán sancionables "cuando dificulten claramente el movimiento"

Transcurrida la primera jornada de Liga, la Comisión Técnica ha estudiado en profundidad todo lo que sucedió en la temporada 2024-25 y ha determinado "una falta de uniformidad en las sujeciones dentro del área de penal". Ante esta carencia, el CTA ha determinado que "para sancionar una sujeción debe dificultar claramente el movimiento del adversario o debe ser una acción antideportiva".

Por otra parte, la plantilla de VAR ya ha recibido la indicación de que sólo puede corregir los errores "claros y evidentes" para reducir al máximo el número de intervenciones del videoarbitraje. Esta filosofía busca acercarse a la forma de trabajar de la UEFA, donde la sala VOR tiene un papel casi testimonial y el peso de las decisiones recae en el árbitro de campo. Esta actitud la sufrió el Barça en la vuelta de las semis contra el Inter de Milán: el VAR no animó al árbitro principal a revisar la posible falta de Dumfries a Gerard Martín antes del gol de Acerbi que forzó la prórroga.

El CTA no tiene claro cómo elegir las jugadas polémicas

Una de las novedades que el CTA anunció a bombo y platillo fue la resolución de las jugadas polémicas en beneficio de la transparencia. El convulso inicio de Liga ha dado la vuelta a los planes y ha puesto sobre la mesa una retahíla de dudas. En estos momentos, no tienen claro quién debe ser el encargado de elegir las acciones que deben analizarse públicamente aunque la lógica indica que debería ser David Fernández Borbalán, el director técnico.

Lo que sí está definido es que será Marta Frías, la portavoz, quien transmitirá cuál es la opinión de los expertos a través de redes sociales. Aunque la idea sigue en vigor, no se llevará a cabo durante esta primera jornada de Liga.

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