La gente no es idiota

2 min
Rueda de prensa con Joan Laporta por la marcha de Leo Messi

Ronald Koeman le ha dado un tirón de orejas a Laporta con toda la razón del mundo. Que el club esté en la ruina no es culpa suya, pero sí es ahora su responsabilidad y no ha sabido ni podido aligerar la plantilla. Por eso, a falta de tres días para que se cierre el mercado, el técnico no escondió su disgusto por la situación. “Es imposible tener 32 jugadores en la plantilla. He hecho el curso de entrenador, pero no con 32 jugadores”, soltó. 

No es una buena señal que a las primeras de cambio Koeman utilice la sala de prensa para enviar un mensaje a la directiva, pero a veces, ante la impotencia solo queda el recurso del pataleo. Es un aviso también porque frente a un presidente que el día que explicó la marcha de Messi anunció que se avecina una época esplendorosa, el entrenador ha contestado con un baño de realidad: “Estamos en un club en el que hay que demostrar siempre una mentalidad ganadora, pero en este momento no podemos luchar con los mejores del mundo. No se nos puede exigir como en otros tiempos”. Este Barça es peor que el de la temporada pasada, no hay un euro en la caja para fichar y son incapaces de vender, así de crudo está el asunto. Para qué engañar o tratar al personal como si fueran idiotas, como si no tuvieran ojos en la cara o entendederas. Para qué empezar con falsas expectativas que conducen irremediablemente a la frustración más temprano que tarde. Para qué sacar pecho ante la evidencia de plantillas tan espectaculares como la del PSG, el City o el Chelsea. Así lo ha entendido Koeman y así lo ha expresado ante los medios para que la afición no se lleve a engaños y se arme de paciencia.

La realidad es puñetera y es más que posible que en Europa el Barça las vuelva a pasar canutas, pero también lo es que tiene argumentos más que suficientes como para disputarle LaLiga al Atlético y al Real Madrid. Los tiempos de descontar títulos en lugar de disfrutarlos se han acabado y eso no es tan mala noticia; todos fuimos testigos hace tres años, no trescientos, de un doblete con Valverde que no se valoró lo suficiente. Al final, poner los pies en la tierra tiene sus ventajas y asistir a la construcción de un nuevo equipo también puede ser emocionante, mientras que vender humo con épocas esplendorosas cuando hasta el estadio se te cae a trozos es una temeridad. Koeman ya ha dicho lo que le parece. A Laporta le toca bajar del pedestal.

stats