Primera División

Barbacoas, karts, paintball, kayaks y zumba para reanimar el Girona

En la época moderna, el equipo gerundense ha realizado diferentes actividades para tomar confianza en momentos deportivos delicados

Algunos jugadores del Girona de 2018 en los karts
06/11/2025
4 min

Gerona"Me daba mucha vergüenza, la verdad; pero por suerte, no era el único. A todos nos hacía. Estábamos allí, palplantados en una sala, vestidos con la ropa de entrenamiento del Girona y un monitor nos obligaba a hacer movimientos muy extraños. Nos mirábamos unos a otros sin entender nada. Nunca había chocado." Quien habla es Jose Martínez. Recuerda esa inesperada sesión propuesta por Javier Salamero, entrenador y director deportivo, según la época que tocara. Para imaginar qué sentían los futbolistas en aquellos momentos, es necesario conocer el contexto. En el 2012 el equipo era penúltimo en la Segunda División ya seis puntos de la salvación después de ganar tan sólo cuatro partidos de 27; y la directiva ya se había cargado a dos entrenadores, Raül Agné y Josu Uribe.

Pero, en vez de ir cada día a Montilivi, Salamero, llamado de emergencia, creyó que sería más oportuno no ir. "Choca que te rasguen la rutina de esa manera. Porque cuando todo va mal, lo primero que suelen decirte es que hay que entrenar más. Pues nosotros el jueves o el viernes hacíamos otras cosas. Y era un acierto, porque nos petábamos de risa y acabábamos más unidos que cuando habíamos empezado el día, y porque tampoco habíamos empezado el día. la mierda. Esta fórmula no existe. De hecho, lo primero que hicimos fue ganar al Deportivo, que era el líder destacado y acabaría subiendo”. Cosas del fútbol, ​​ese Girona de Salamero fue un éxito: en 12 partidos, sumó 7 victorias, 4 empates y 1 derrota. Los Jose, Migue, Dorca, Coro, Jandro o David García, que no sabían cómo ponerse delante de aquellas posturas que les pedía el monitor de zumba, se convirtieron en imparables, en el césped.

Martínez es el décimo futbolista con más partidos de la historia del Girona. Disputó 259 desde 2005 a 2013, desde Tercera al fútbol profesional. Y claro, tantos años corriendo por la banda provocó que los viera de todos los colores. "Hacíamos un montón de actividades fuera del fútbol, ​​cuando la situación deportiva era complicada, para expulsar tensiones y cerrar filas. En eso Salamero era un especialista. Nos cogió hundidos anímicamente y, en vez de entrenar, nos llevaba a los karts, al paintball, a los kayaks oa clases de zumba." reconoce. Quizá el Girona de Míchel, que recibe al Alavés en Montilivi este sábado (14 horas, DAZN), bloqueado como está, le vendría bien vivir este tipo de convivencia. Cuero de Primera, un nuevo mal resultado podría alterar el futuro del madrileño en el banquillo. La actual Girona y el Girona 2011-12 comparten la peor puntuación del equipo en el fútbol profesional moderno después de las primeras 11 jornadas, con 7 puntos.

Jose Martínez, en Montilivi, con una camiseta conmemorativa.

"Era como vivir durante un rato en un mundo paralelo a la realidad. No era exactamente cómo trabajar psicológicamente, pero se parecía a ello. Nos hacía distraer y no pensar en los puntos que nos hacían falta. Y llegábamos al fin de semana relajados y cargados de buen rollo", admite Martínez. La táctica de Salamero también se puso en práctica en 2007 y 2009, cuando él mismo le pasaba las costillas de cordero y las butifarras a Jota, que las ponía en la parrilla montada en Montilivi, donde actualmente se encuentra la puerta de acceso a Tribuna. Allí se agrupaba toda la plantilla, cervezas en mano. Los karts han sido una costumbre habitual en el vestuario en los últimos años, como en el 2018.

Etapas incomparables

El ex jugador evita comparar aquella etapa con la actual. "Bajar en Segunda B habría sido el final de todo. Cuando pensaba en ello, me decía: ¿otra vez tendré que volver al barro? Cobraré poco, no tendré buenas ofertas, saldré de la ruleta... Ahora los futbolistas tienen buenos contratos y no nos referimos al abandonar el fútbol profesional. Sin desmerecer a nadie volver, pero con lo que me ha viajado, pero con lo que me ha viaja. Ya lo había hecho y no quería volver a jugar contra Hospitalet, Cornellà o Badalona".

El mítico 2 del Girona sigue teniendo una foto suya en el perfil de WhatsApp vestido con los colores rojiblancos. "Es que el Girona es mi club. Ahora quizás falta un poco, de eso. Cuando más se ha hablado de orgullo gerundense es cuando menos han entendido el significado del club, los recién llegados. Hemos ido a la Champions, sí, pero la esencia se ha perdido un poco. Quedan Stuany y Portu, pero no hay. somos nosotros los que hacemos una hostia cuando toca. Nosotros sufrimos, porque nos vemos mal; pero me da la sensación de que hay muchos que están tranquilos, porque no se sienten suyo y no les hace tanto daño", dice.

Y con Míchel, ¿qué hacer? "La dinámica es muy mala (20 puntos de los últimos 90), pero el equipo ha mejorado un poquito, últimamente. Creo que el club confía en ello, pero los resultados siempre mandan. Quiero pensar que estará hasta que quiera, pero quizás acaba pasando otra cosa", finaliza Martínez.

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