CHAMPEONS LEAGUE

La cerveza explica parte de la invasión neerlandesa que indigna a los socios del Girona

El club se justifica asegurando que la UEFA, patrocinada por Heineken, repartió sus entradas entre aficionados visitantes

Los jugadores del Feyenoord, celebrando la victoria con sus aficionados en Montilivi
03/10/2024
3 min

GIRONALa resaca del estreno europeo de Montilivi pone el foco, más allá de la mala suerte deportiva del Girona –que se ha marcado tres goles en propia puerta en los dos partidos que ha jugado (y perdido) de la Liga de Campeones– , en la numerosa presencia de aficionados del Feyenoord en las gradas. Varios aficionados gerundenses han estallado en las redes sociales y piden explicaciones al club, porque si el número de abonados que podían acceder al recinto ya estaba recortado por el desempleo de las retráctiles, el hecho de que algunos de los lugares hábiles estuvieran ocupados por aficionados neerlandeses provocado una indignación considerable. Montilivi tampoco acabó de llenarse, porque había vacíos un millar de asientos disponibles.

Consultado por el ARA, el Girona (que el miércoles por la noche, que se le preguntó por qué había faltado tanta gente, no sabía qué responder porque todas las entradas se habían vendido) se justifica diciendo que los visitantes de más que había en las gradas procedían de las entradas de compromisos repartidas por la UEFA, uno de cuyos patrocinadores es la empresa neerlandesa Heineken. La competición tenía reservadas 1.300 entradas, repartidas entre preferente y tribuna y, sin tener una cifra oficial, la gran mayoría fue a parar a manos contrarias. A esto hay que sumarle una cantidad cercana al centenar de entradas de intercambio que dio el Girona y las 700 en zona visitante. Haciendo números, pues, no es descabellado decir que de los 8.752 espectadores unos 2.000 fueron del Feyenoord. Por otro lado, el Girona detectó a más de 130 personas con la entrada comprada en la reventa, a las que se les impidió el acceso.

Este jueves, el club catalán ha emitido un comunicado en el que ha argumentado su posición respecto a la polémica. "Todas las 6.000 entradas de socios fueron vendidas a personas que les habían sido asignadas en el sorteo y, posteriormente, a otros socios que no les había tocado en primera opción. Aquí hay que añadir casi un millar de entradas que fue liberando la UEFA y que también se destinaron a nuestros socios hasta sumar una cifra final de 6.850 entradas. El resto fueron liberadas a última hora y esta razón dificultó alcanzar la venta completa de este paquete. 112 entradas a la venta", dice el comunicado. Además, el Girona dice que hubo "500 personas con entradas asignadas que finalmente no accedieron a Montilivi".

Un inicio desafortunado

Durante el himno de la Champions, Montilivi ofrecía una imagen triste. Los controles en los turnos exigían la presentación del documento de identidad junto a la entrada, lo que provocó largas colas que en algunos sectores superaron la media hora. De hecho, buena parte de los espectadores entraron en el estadio con el partido bastante empezado. La hora, las 18.45 de un día laborable, y la fuerte tormenta que se cayó, tampoco pusieron las cosas fáciles.

Pero eso solo afectó a los aficionados rojiblancos, porque a preferente y tribuna los neerlandeses que tenían invitación ya estaban en su sitio. El motivo es que con las invitaciones de la UEFA no es necesario identificarse. Mientras, los aficionados del Girona, que aguardaban la jornada con ansia, debían cargarse de paciencia y quedarse bajo la lluvia hasta que les llegara su momento. El club tendrá que aprender la lección para que contra Slovan de Bratislava, Liverpool y Arsenal –los tres rivales que al menos visitarán la ciudad– las gestiones sean más hábiles para que nadie se pierda ningún instante de la aventura más especial de sus vidas. Una presencia en la Champions que va a costar mucho de repetir, si es que se repite.

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