Liga de Campeones

El día que el Girona hizo creer que el Papa le recibiría en el Vaticano

En 2008, durante cinco días, la entidad intentó organizar un viaje para "agradecer un año excelente"

Marcelo Claure, entregándole una camiseta del Girona al Papa Francisco
21/01/2025
3 min

Enviado especial a MilánEl Girona añadirá este miércoles la visita a San Siro para enfrentarse al Milán en la séptima y penúltima jornada de la Liga de Campeones (21 horas, Movistar) en la lista de las cosas increíbles que le han ocurrido a lo largo de su existencia . Al equipo de Míchel sólo les vale ganar los dos partidos que le quedan y rezar, si quiere seguir vivo en la competición. Y de oraciones va el tema. Porque no todo lo que ha vivido ha sido real. Tan sólo debe recordar cuando en el 2008 anunció que una expedición de cien personas tendría el privilegio de visitar al papa Benedicto XVI en el Vaticano, a unos 600 kilómetros de distancia del estadio que lo acogerá. El partido de este miércoles será realidad; ese viaje no. Cinco días después de proclamarle a viva voz, salió corriendo a desmentirle.

La visita estaba prevista para el miércoles, 30 de abril, con el equipo luchando por ascender a Segunda División, hito que conseguiría. Todo el mundo estaba tan animado que soñar era inevitable. “Nos vamos a Roma. la excelente temporada del equipo, el hecho de que las lesiones nos hayan respetado y que, a pesar de las dificultades, estemos consiguiendo echar adelante el club", expuso el entonces vicepresidente Ramon Vilaró, que compartió la autoría de la brillante idea con Jordi Miró, compañero de junta. Según explicó, el Girona contactó a mediados de marzo con el obispado de Girona, representado por el cura Josep Casellas en el acto, y las gestiones prosperaron hasta el punto de contratar un vuelo privado, programar una visita turística y una misa. El Girona pedía 1.200 euros a los interesados ​​en vivir lo que debían ser dos jornadas sin precedentes, con noche en Roma incluida. De hecho, incluso decía tener preparados los regalos que le haría al Papa. , una camiseta del Girona y un carnet de socio de honor del club", apuntaba Vilaró, que sacaba pecho: "Será la máxima deferencia que concede el Santo Padre. No es una audiencia privada, porque no la mujer, pero estaremos en primera fila, en palcos privados. Será un orgullo poder darle la mano y darle un beso". El directivo gerundense. no podía concretar cuántos jugadores de la plantilla irían, porque dependía "de los fieles de la Iglesia y del Girona que nos quieran acompañar". más: "Como club humilde, queremos transmitir el mensaje que decimos no a la violencia en el fútbol", añadía. a Vilaró.

Cinco días más tarde, de Montilivi salió una fumata negra que señalaba a los aficionados. En un comunicado, se anunciaba que "la junta directiva, reunida anoche de forma extraordinaria a raíz de las múltiples llamadas recibidas esta semana de socios de la entidad pidiéndonos si es posible posponer a la audiencia con el Santo Padre para que con la inmediatez del viaje no tienen manera, por motivos muy diversos, de acompañarnos, ha decidido, previa comunicación al obispado de Girona, posponer la peregrinación en el Vaticano previsto y solicitar una nueva fecha, una vez terminado el play-off de ascenso, para agradecer al Santo Padre la excelente temporada vivida".

Y terminaba así: "Tenemos muy claro que la principal razón de ser del Girona es su masa social y entiende que, ante la posibilidad de tener que hacer una peregrinación al Vaticano, donde muchos socios de la entidad no podrían asistir a pesar del deseo manifiesto de estar ahí, por un problema de fechas, es preferible posponerlo". Miró, al menos, tuvo la amabilidad de excusarse, pese a sacudirse la culpabilidad. "Yo he hecho los deberes. He negociado la audiencia, el vuelo privado, el hotel, la visita turística… Todo estaba atado y todo el mundo estaba encantado con la visita al Papa. Pero creemos que si la masa social nos lo pide, es un acto de coherencia aplazarla".

En el siguiente partido en el estadio contra L'Hospitalet, fijado 48 horas después del comunicado, las crónicas destacaban que "los Mossos y el cuerpo que se encarga de la seguridad de Montilivi retiraron al descanso una pancarta ofensiva contra el Papa que exhibía el grupo de seguidores Els Supporters". Nunca más se volvió a saber nada de ese viaje a Roma. Ni los motivos reales ni los falsos. Pero el Girona, en cierto modo, se quitó la espinita en el 2022 cuando Marcelo Claure, uno de los sus propietarios, tuvo una audiencia con el papa Francisco. Claure le regaló una camiseta rojiblanca con el número 10 y se llevó una camiseta del Bolívar, club del que es presidente, bendecida y firmada.

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