La fantasía del Girona en la Champions acaba en Milán
El desplazamiento más masivo de la historia no impide la eliminación europea de los gerundenses

MILÁNO (Enviado Especial)Ya está, hasta ahí. El Gerona está oficialmente eliminado de la Champions. La derrota en Milán (1-0), la sexta en siete partidos, pone cierta lógica después de un año de fantasía en el que los rojiblancos han sido la sensación del fútbol europeo, con partidos antológicos y un estilo envidiable. Todo era irreal. Ahora devolverá la normalidad, sin estrellas y luces artificiales. Pero con los corazones más llenos, porque no hay palabras para explicar lo que ha vivido y oído.
"Sará perché tí amo", cantaba San Siro. Y el amor, en Milán, lo puso el Girona. Dos mil personas acompañaron al equipo de Míchel en su último desplazamiento por Europa. Se convirtió en el más masivo de la historia de la entidad, que a lo sumo había desplazado 1.800 a Villarreal en el 2013, cuando buscaba un ascenso a Primera que tardó un poco más en llegar. Pasearas por donde pasearas de la ciudad italiana te encontrabas un gerundense sonriente. Será recordado, este viaje, que multiplica por dos lo que se vivió en París, en el inicio de una aventura que acabará la semana que viene contra el 'Arsenal en el estadio.
No hay duda de que la experiencia ha valido la pena. A pesar de los malos resultados, el Girona ya sabía. a lo que iba. Ganar o perder no era lo más importante, para eso ya hay otros clubs. En Montilivi el proyecto no se autodestruye si la pelota no entra. Príncipes o de San Siro, o junto al Liverpool o el Arsenal, provoca que su prestigio haya adquirido un valor incalculable. Hoy ser del Girona es motivo de orgullo. A sus aficionados, por Milán, les felicitaban.
Siete veces ha oído el himno de la Liga de Campeones en directo y siete veces se le ha puesto la piel de gallina. No por repetirlo la sensación se suaviza, menos aún en un club pequeño que da valor a cada gesto. La competición quizá le quede grande en muchos aspectos, pero no en lo emocional, en el que puede mirar a los ojos a cualquiera. Las voces y las miradas de los dos mil desplazados transmitían pura felicidad.
Maignan niega la hazaña
Y eso que cuando la pelota rueda les toca sufrir. Contra Milán no fue ninguna excepción. Pocos momentos de tranquilidad han tenido los de Míchel a lo largo de su primera Champions, donde la suerte les ha dado la espalda. Pese a la inferioridad frente a los italianos, el desenlace pudo estar a la inversa si a Van de Beek no se le hubiera hecho de noche solo ante Maignan. El neerlandés hizo levantar traseros de la silla, expectantes por si la cosa acababa en euforia o decepción. Fue la segunda. Tsygankov también rozó la sorpresa, con un disparo desviado por el guardameta francés. Éstas fueron el par de grandes ocasiones del Girona, aún con 0-0 y después de sobrevivir a dos palos. La tercera corrió a cargo de Yangel, al límite del descanso y por empatar. Maignan volvió a estar sublime.
Escenarios similares a los vividos en los anteriores partidos, donde el destino gerundense se ha ido encaminando hasta la eliminación por pequeños y silenciosos detalles, cada uno más rocambolesco que el anterior. Parecía que la madera quería ponerle cierta voluntad, como si quisiera provocar que el guión derivara en algún santo que esta vez le echara una mano. Fueron Theo Hernández y Musah los encargados de chutar al palo. Hasta que la cogió Leão e hizo pedazos cualquier negociación con las incertidumbres. A la contra, tras una pérdida catalana, desgarró las caderas de David López y superó con facilidad a Gazzaniga. Si la clasificación ya era difícil, eso lo hacía imposible.
Hubo cierto espacio para la esperanza, cuando Bryan Gil decidió enviar un balón a la escuadra en los inicios de la segunda parte. Ni tres segundos pudieron enloquecer que Tobias Stieler señalaba un fuera de juego que en las repeticiones se confirmó por una distancia ridícula, pero cierta. El duelo, más decantado hacia el Milán, que parecía contemporizar, que hacia el Girona, insistente en una proeza impensable, no necesitaba demasiada distracción para ser entretenido. Ni borraba a los gerundenses, impecables en su comportamiento. Sobre todo en la derrota. En esto también dan lecciones.
Con la eliminación confirmada, los aficionados rojiblancos continuaron ovacionando a su Girona. Les agradecen tantas cosas que quien no las haya vivido no puede entenderlas. Quizás la Champions acaba aquí, pero éste ha sido el inicio de otro Girona. Un Gerona que supera los límites.
Milán 1-0 Girona
- Milán: Maignan, Royal (Calabria, 4'), Gabbia, Pavlovic, Hernández, Bennacer (Pulisic, 75'), Fofana, Musah, Reijnders (Terraciano, 75'), Leao y Morata (Abraham, 64'). Entrenador: Sergio Conceiçao.
- Gerona: Gazzaniga, Francés, David López, Krejci, Blind, Romeo, Herrera (Portu, 77'), Van de Beek (Iván Martín, 72'), Tsygankov (Asprilla, 72'), Bryan (Danjuma, 72') y Abel Ruiz (Stuani, 72'). Entrenador: Míchel Sánchez.
- Goles: 1-0 Leao (37').
- Árbitro: Tobias Stieler (Alemán).
- Tarjetas amarillas: Calabria (41'), Bryan (59'), Hernández (80') e Iván Martín (82')
- Tarjetas rojas: Ninguna.
- Estadio: San Siro.