Aleix Garcia: "Soy lo que soy gracias a los tres meses que pasé en Rumanía"

Leverkusen (Alemania)A sus 27 años, Aleix Garcia ha jugado en cinco países diferentes y ha visitado el cielo y el infierno como futbolista. Ahora busca la gloria en la Bundesliga, en la gris Leverkusen. El equipo de la farmacéutica Bayer, vigente campeón alemán entrenado por el ex madridista Xabi Alonso, apostó por él después de verle liderar desde el centro del campo el mejor Gerona de la historia. Su rendimiento en Montilivi también llamó la atención al Barça de Xavi. El mediocentro de Ulldecona recibe al ARA a la salida de un entrenamiento de esta semana. En la calle hace frío, así que la conversación pasa dentro del coche, con la calefacción en el 6. Aleix tiene un poco rápido porque tiene un vuelo a Barcelona, ​​pero eso no se nota a la hora de reflexionar sobre el fútbol y la vida.

¿Estás contento con tu rendimiento? Llevas 3 titularidades seguidas en la Bundesliga y, en la Champions, 3 en 6 partidos.

— Me gustaría jugar más, pero todo es un proceso. Llego a un club que acaba de ganarlo todo la temporada pasada y cuesta entrar. Pero creo que lo estoy haciendo bien. Los compañeros ya tienen más confianza en mí y el entrenador también. Voy de menos a más.

¿Cómo has traído la suplencia? Alguna vez has reconocido que no la llevas demasiado bien.

— Vengo de jugarlo todo con el Girona y cuesta asumir el rol de la intermitencia. Si tienes mayor continuidad, tu conexión aumenta. Pero lo estoy haciendo bien y tengo ganas de seguir mejorando. La suplencia no le gusta a nadie, pero debo tener paciencia. He firmado por cinco años. Es cuestión de que vaya pasando el tiempo para que el entrenador o la dinámica cambien y yo pueda jugar más partidos.

¿Qué te pide Xabi Alonso que no te pidiera Míchel?

— Tienen la misma idea, pero con matices. Xabi es más posicional que Míchel, al que le gusta más improvisar y tener movilidad.

¿Cuál es la principal diferencia entre el fútbol español y el alemán?

— Alemania se asemeja más a la Premier. Aquí, los partidos entran en momentos de locura. Nosotros intentamos tener el control, pero a menudo también se nos escapa en estas dinámicas. En España el juego está más organizado. Además, en Gerona jugaba sólo un partido por semana y tenías más tiempo para prepararlo. Ahora, no sé cómo lo hacen, jugando cada tres días.

¿Florian Wirtz es tan bueno como parece?

— Es un crack. Lo tiene todo. Aparte de tenerlo todo en calidad y físico, su mentalidad de trabajar es admirable.

¿Y Jonathan Tah? ¿Fichará por el Barça? ¿Lo ves preparado?

— Es un jugador con una experiencia brutal. Está a gran nivel. Termina contrato, tendrá ofertas y el Barça será una opción. Lo veo capacitado para ir.

Eres el cerebro del mejor Gerona de la historia. Esto ya no te lo quita nadie. ¿No te da pena haber dejado al equipo en este año tan especial? ¿No tienes algo de FOMO?

— Hay momentos en que sí. Le pasaría a cualquier persona. A Dovbyk quizá le ocurra. Pero no estoy arrepentido de la decisión que tomé. El fútbol tiene estas cosas y los trenes a veces sólo ocurren una vez. Me voy con la conciencia tranquila, de haberlo dado todo. Sigo al Girona en cada partido y me alegro de que haya jugadores disfrutando de esta temporada.

¿Crees que la gente del Girona te pondrá a la altura de otros héroes del club como Stuani o Granell?

— No. Personalmente, no siento que el aficionado gerundense me tenga en ese nivel. Los gerundenses son muy de Girona. El club me lo ha dado todo. La gente va a estar más o menos contenta de la decisión que tomé. Guardarán un buen recuerdo de mí, pero creo que si los hicieran elegir entre mí y Granell, elegirían a Granell.

¿Crees que han pecado de pardillos, en la Champions?

— No es que hayan sido pardillos, sino que Europa se basa en los mínimos detalles, sobre todo en no encajar, y también en saber interpretar a los minipartidos que hay dentro de cada partido. El Girona tiene una filosofía de jugar cada balón, pero hay veces que hay que pegar un pelotazo. Sé que a Míchel no le va a gustar si lo lee. Dicho esto, el Girona ha tenido mala suerte. El día de Feyenoord, Sturm Graz... Por detalles no han ganado. Pero es un proceso. El Girona seguirá jugando en Europa. Esta experiencia servirá para el futuro.

¿Crees que Míchel puede manchar un poco su legado esta temporada?

— Es normal que cueste todo más. Aquí en Leverkusen sucede lo que tiene hacer historia. cuenta que este año haya sido peor.

¿Hablas con compañeros? ¿Has ido a Montilivi? ¿Echas de menos a la gente?

— Hablo bastante bien el inglés y puedo compartir momentos con todo el mundo, pero en Leverkusen no es lo mismo. En Gerona, éramos como un grupo de amigos. Había mucha hermandad en el vestuario. Hacíamos muchos planes fuera de los entrenamientos y partidos.

¿Cómo es tu vida en Leverkusen?

— Aquí todo el mundo va un poco más a la suya. Estoy en pareja y recibimos visitas de Cataluña. Vivimos en Düsseldorf, una ciudad espectacular. Echamos de menos un poco tener estas opciones de hacer planes fuera del entrenamiento y los partidos, pero estamos contentos. Es cierto que con Grimaldo tengo más relación, pero tenemos estilos de vida diferentes, ya que él tiene niños. Nosotros estamos en casa solos y cuando disponemos de días libres vamos a Gerona, Barcelona y Ulldecona. Aquí, la vida que tenemos es más bien solitaria. Estoy mejorando el inglés e intentando aprender alemán.

Nunca has escondido que eres culé. ¿Te complicó mucho la vida en Girona?

— No, nada. Es verdad que lo dije quizás en un momento que no tocaba, pero yo iba a muerte con el Girona. Ahora bien, si jugaba el Barça contra el Sevilla, prefería que ganara al Barça. De la misma forma que ahora entre el Barça y el Girona prefiero que gane al Girona. Esa polémica fue una anécdota. Creo que la gente que sabe algo de la vida me entendió. No creo que dijera nada tan grave. Simplemente, me equivoqué en el momento para que jugábamos ese fin de semana contra ellos.

¿Te hubiera gustado fichar por el Barça? ¿Es uno de tus objetivos en la vida?

— Todo niño que empieza desde pequeño siempre se fija en el Barça, Madrid, United... Si el Barça algún día me fichara, estaría encantado. Al igual que el año pasado estaba a gusto en el Girona, ahora estoy en Leverkusen y voy a muerte con Leverkusen. No pienso en el Barça.

¿Hubo contactos?

— Mi representante recibió llamadas del Barça, sí. Se ha dicho que yo era la opción de Xavi; el hecho de que no siguiera quizás hizo que se lo repensaran. Si hubiera pasado, bueno. Pero ahora estoy también en un gran club.

¿Ves los partidos del Barça? ¿Cómo lo ves?

— Con Flick empezaron como un trueno, pero ahora se ha visto que cuesta un poco más. Ahora bien, Lamine Yamal y Pedri son dos fueras de serie. El Barça tiene plantilla para competir por todo.

Has jugado en Inglaterra, España, Rumanía, Bélgica y ahora en Alemania. ¿Qué es lo mejor y lo peor de tanto cambio?

— Lo mejor de todo, lo que más me ayudó, es ir a Rumanía. Fueron tres meses que me hicieron cambiar el chip. Estaba en una liga que nunca imaginé y me hizo recapacitar. Después de esto me di cuenta de mis errores ya partir de ahí fui hacia arriba. Soy lo que soy ahora gracias a eso. Cambié mi actitud. La calidad y la inteligencia en el césped ya las tenía, pero me faltaban hábitos. Pasé de levantarme 10 minutos antes de salir al entrenamiento a levantarme una hora antes, hacerme una ducha, un café, leer un poco... Empezar por lo básico. Con la ayuda de psicólogos y orientadores cambié la base para llegar a donde estoy.

¿Mantienes toda esta liturgia?

— Sí, ahora me llevo el café caliente en el coche y me pongo podcasts. Me gustan Crímenes, Jordi Wild, Arde Venecia... Tengo 40 minutos de coche todos los días y me cansa escuchar siempre música.

¿Cuál es el peor recuerdo de esta carrera? ¿Y lo mejor?

— Mi peor recuerdo fue el descenso con el Girona, con Eusebio. Bajé también con el Eibar, pero no estaba tan involucrado en el proyecto. Y el mejor momento fue el ascenso de Segunda a Primera con Míchel. Es cuando más feliz me ha hecho el fútbol.