El pasado ingrato de Juanpe Ramírez, el capitán silencioso del Girona
El canario vuelve a casa después de una noche inolvidable en la Champions, el premio a una brillante trayectoria
GIRONA"He cumplido otro sueño. Con el Girona, el club con el que las he visto de todos colores. Estoy muy contento, mucho. ¡Si yo la Champions la veía siempre por televisión!", afirmaba Juanpe Ramírez, minutos después de poner Montilivi jefe por debajo con un golazo de falta en su debut continental que confirmaba la primera victoria europea gerundense. "Nunca había chutado ninguna, en partido oficial. Es uno de los mejores días de mi trayectoria, de verdad", repetía, con una sonrisa de oreja a oreja, como si estuviera en las nubes y no en la zona mixta de un estadio que le puso la piel de gallina, jaleándolo con todo el mundo de pie. "Estoy muy agradecido con todo el mundo. Si lo das todo por esta camiseta, siempre te lo agradecerán, más allá de los resultados".
Juanpe se crió futbolísticamente en Las Palmas, el próximo rival de los rojiblancos este sábado (18.30 horas, Movistar), pero hizo trayectoria en Girona, donde cumple su noveno curso. Hasta ahora ha disputado 249 partidos con los rojiblancos. Con el conjunto canario debutó en el 2009, días después de cumplir dieciocho años y con el dorsal 38, en un duelo de Segunda ante el Rayo Vallecano que en medio del campo tenía a un tal Míchel Sánchez. Las vueltas que da todo es increíble. "Se estrenó muy pronto, como Pedri. Hacía de mediocentro, y después pasó al central. Ya tenía un gran disparo. Pero nunca vimos su mejor versión, despegó del todo. Fue un talento sin despuntar ", explica Paco Cabrera, periodista de La Provincia. "Supongo que por ocupar una posición de riesgo, y por el exceso de responsabilidad que cualquiera siente cuando defiende los colores de la casa. También hay una parte deportiva: salvo momentos puntuales, nunca se sintió protagonista" .
Un par de episodios marcaron el paso de Juanpe en Las Palmas. "Primero, que la gente le silbara para hacer un par de malos partidos. Aquí la afición es exigente, han abucheado referentes como Aythami o David. Un novio que lo estaba haciendo de cachondeo en el juvenil, pero cometió algún error grave, y se le lanzaron encima. La suya fue una salida ingrata. Fue triste, sí", rememora Cabrera. La otra circunstancia fue que le detectaran una arritmia benigna que le obligó a estar un tiempo parado: "Lo pasó bastante mal, porque se le juntó todo. Y, repito, era muy joven. Todo ello le quedó marcado" y tuvo que hacer las maletas".
Bajar al barro
"Recuerdo tener una conversación y decirme, literalmente, que había tenido que bajar al barro", sigue Cabrera. Juanpe abandonó su casa, Las Palmas y la Segunda, firmando por el Racing y la Segunda B, donde logró el ascenso a la categoría de plata y demostrar las condiciones que había exhibido en la cantera canaria. A partir de ahí, Valladolid y, finalmente, Gerona. "Los técnicos de aquí se han estirado el pelo más de una vez, a lo largo de estos años, viendo su rendimiento. Aunque, para ser sinceros, lo han intentado recuperar en serio un par de veces. Especialmente , antes del segundo ascenso del Girona a Primera. Pero por un tema económico no se cerró, ellos subieron y ya no se puede competir”.
El sábado el Estadio de Gran Canaria le aplaudirá, como ha ocurrido las últimas veces que le ha visitado. "Le recibirán bien, sí. Los silbidos fueron en ese momento y bastante. Él, además, siempre habla bien del club. Así que le tenemos cariño, claro. Fue una lástima no disfrutarlo en serio, pero todo lo enganchó demasiado pronto. Es uno de los talentos desperdiciados por Las Palmas", dice el periodista. "Lo que ha conseguido en Girona es una locura. Supo buscarse la vida, rehaciéndose de todo lo que le pasó. Míralo ahora, marcando goles en la Champions a los 33 años. Es histórico".