PRIMERA DIVISIÓN

El "sueño" que Stuani está a punto de cumplir

Ni el delantero uruguayo ni el club nunca han disputado ninguna competición europea, pero faltan pocos días para que sea una realidad

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Cristhian Stuani, celebrando el gol ante el Betis

GIRONA"Es muy difícil explicar qué se siente, tiene que pasarte por entenderlo", aseguraba Cristhian Stuani. Había pasado alrededor de hora y media de su gol en el Betis. De aquel segundo remate con la pierna derecha -el primero se lo había pisado Rui Silva- que acabó con todo el estadio de Montilivi cantando "Uruguasho, uruguasho" en el minuto 92. "Lo mejor es marcar en el último instante y celebrarlo locamente con tu gente. Es espectacular, una única sensación. Soy muy feliz, sí", reconocía con cara de travieso. No mentía.

Cuando Cristhian Stuani llegó al Girona, el club aún no se había estrenado en Primera División. Ahora ya ha disputado 144 partidos y el uruguayo ha sido protagonista en la mayoría, convirtiéndose en el futbolista que más ha jugado en la élite vistiendo la camiseta rojiblanca (125) y en el suyo máximo goleador (57). Siete temporadas después de su fichaje, en el 2017, el delantero es el undécimo jugador con más partidos (245) -el que más en categorías profesionales- y nadie ha marcado más goles que él en los 94 años de historia del club ( 129). Con la coletilla que colaboró ​​decisivamente en el regreso a la élite de los gerundenses, en el 2022. Stuani se quedó en Montilivi mientras muchos se marchaban porque no soportaban el barro de la Segunda División. Por su fidelidad es considerado una leyenda.

Podría pensarse que ya lo tiene todo hecho, pero no es así. Aún le queda un reto. Algo que nunca ha hecho, como tampoco, claro, el Girona. "La Champions, que era una fantasía que prácticamente ni existía. Pero ahora sí me lo imagino. Poder jugarla con el club para mí es un sueño. Sería increíble", admite. Increíble es que un pedazo de delantero como él nunca haya tenido la oportunidad de jugar en Europa. Quién sabe si el guión de su historia de película con el club gerundense -"es de por vida", presume siempre- le reservaba este premio en agradecimiento a un amor que no caduca. El Girona tiene un margen de nueve puntos a falta de veinticuatro para poder disputar la máxima competición europea. La más pequeña, la Conference, está a un punto siempre que el Athletic gane la Copa del Rey. Pero todo el mundo quiere el pedazo de pastel más goloso. "Tenemos ilusión por hacer historia esta temporada, pero historia grande".

Le brillan los ojos, cuando habla. Probablemente porque recuerda cada paso de una trayectoria emocionalmente intensa. Sobre todo, los malos momentos, que estuvieron a punto de llevárselo todo. Pero siempre le quedó la fe. Por eso saborea cada alegría. Sabe que la vida no siempre es tan generosa, a la hora de repartirla. Al menos en el Girona, un club pequeño al que cada hazaña le cuesta el doble. "Me siento un privilegiado por tener experiencias de todo tipo con este club. Para mí, cada gol que marque y cada instante que viva son importantes. Doy todo lo que tengo por este escudo", defiende.

Especialista en alterar el corazón de los aficionados rojiblancos, el rol de Stuani cambió a raíz del regreso a Primera. Primero a la sombra del Taty Castellanos y ahora de Dovbyk, el uruguayo no dispone de los minutos de antes, pero sigue siendo imprescindible: es el suplente que más goles ha marcado (6) de las cinco grandes ligas europeas. Destinado a participar en el tramo final de los partidos, también se abonó a marcar: el gol ante el Betis sigue los anotados ante el Almería (85'), el doblete en el Valencia (82' y 88'), el Barça (95') y el Sevilla (89'). Tiene una media de un gol cada noventa y un minutos y ha celebrado trece (ocho en Liga y cinco en Copa).

Será el capitán en el estreno europeo

Cuando llegue el debut continental, un hito que muchos no dejan de imaginar cómo será, la capitanía de los gerundenses ya tiene nombre y apellido: "En este primer partido en la historia del Girona en Europa, Stuani llevará el brazalete. Es el jugador más importante que nunca ha tenido el club y lo sigue demostrando. Su nivel competitivo, el compromiso... Es el líder del equipo y merece todo lo que le está pasando", anunció Míchel, también rendido a su figura .

"Si lo dice él, será así", le respondía el uruguayo. Stuani, con contrato hasta el 2026, no esconde que le gustaría retirarse en el Girona. Pero antes seguirá currando. "La gente debe estar muy orgullosa de nosotros", añade. Mientras sus compañeros titulares se adentraban hacia los vestuarios a ducharse para irse a casa, él, el resto de suplentes y los que no jugaron ningún minuto -e incluso Savinho, sancionado-, se quedaron una buen rato bajo el diluvio de Montilivi, entrenándose. Viéndole coger balones, mover porterías y ayudar a preparar los ejercicios, no parecía que hiciera poco rato que hubiera hecho estallar el estadio. La mujer y los hijos le miraban desde la tribuna, como el resto de presentes. Nadie quiere perderse los pasos de un futbolista que en Girona ha encontrado su sitio.

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