Copa

El hijo de Francesc Arnau emociona bajo palos eliminando al Girona

Pol Arnau, lateral del Logroñés, acaba haciendo de portero y brilla en una sorprendente derrota gerundense en la Copa

Pol Arnau, celebrando su partido contra el Girona

BarcelonaSurrealista el que se vivió en Las Gaunas, donde el Girona se cayó eliminado de la Copa del Rey en manos de un Logroñés que jugó sin portero y con un jugador menos desde los minutos finales de la primera parte de la prórroga. Con todos los cambios hechos, el guardameta titular, Royo, se hizo daño y Pol Arnau tuvo que ponerse en la portería. Arnau juega de lateral izquierdo y es hijo de Francesc Arnau, el exportero del Barça fallecido en el 2021. "En la escuela hacía de portero. Siempre pienso en mi padre. Le he pedido ayuda y le he dicho que hoy estaría orgulloso de mí", diría el héroe inesperado de la tanda de penaltis, que detuvo un disparo de Abel Ruiz. El otro que fallaron los gerundenses fue de su especialista, Stuani, que impactó en el larguero. El hecho de que Pau López detuviera uno no sirvió para nada (0-0 y 4-3).

En una eliminatoria de Copa que será recordada, el equipo de Míchel cayó eliminado en los penaltis ante un rival que juega en la Segunda RFEF, tres divisiones por debajo. Eliminados sin poder marcar a un equipo que jugó con 10 hombres toda la prórroga y con un lateral de portero. Pol Arnau, recordando lo aprendido del padre, detuvo un penalti en la tanda y dejó con un palmo de nariz a un Girona sin alma. Arnau, nacido en Barcelona, ​​ha vivido en Málaga y Oviedo, ciudades en las que su padre trabajó de jugador y de director deportivo. También pasó por el fútbol base de la Damm y ahora juega en el club riojano, donde ya había hecho un gol al Eibar en la anterior eliminatoria. Aunque siempre ha jugado de lateral, contra el Girona se reinventó como portero con tres paros durante el partido. Y el penalti que acertó a Abel Ruiz.

No fue un buen partido del equipo de Míchel, que hizo algunas rotaciones pensando que no sufrirían por imponerse a un equipo de tres divisiones menos. Pero el Girona se atascó y ofreció una versión muy alejada de la de los últimos partidos de Liga. Los minutos fueron pasando sin que los gerundenses consiguieran imponer su ley, y cuando Míchel hizo cambios para intentar evitar la prórroga ya era demasiado tarde. En la prórroga el guardameta local Kike recibió un fuerte golpe, y como en la Copa no se pueden hacer más cambios aunque sea por un golpe en la cabeza, Pol Arnau tuvo que ponerse bajo los palos.

El hijo de Francesc Arnau detuvo tres disparos durante la prórroga. Y en los penaltis llegó a detener a uno de Abel Ruiz e hizo fiesta grande cuando Stuani falló el suyo con cierto revuelo, ya que el balón tocó el larguero y no quedó claro si entraba o no. La derrota duele, sobre todo después de un mal partido en el que el gran héroe fue catalán, pero jugador del club riojano. "Será una noche que nunca olvidaré", decía el jugador. "Ahora quiero celebrarlo con la familia, con los que siempre me han apoyado. Toca vivir el día a día, y pronto habrá que volver al trabajo. Mañana vuelve a salir el sol y volver a entrenarse", añadía. "He visto claro que tenía que jugar yo de portero. He visto que los demás dudaban y como me han visto muy convencido, me han escogido", comentaba.

El Sant Andreu planta cara

También este miércoles uno de los platos fuertes de la jornada era ver a un histórico como el Betis en el campo del Sant Andreu. El equipo andaluz se impuso por 1-3 pese a sufrir duro contra los andreuenses, que soñaron con poder sorprender durante buena parte del encuentro. En un Narcís Sala lleno hasta los topes, fue el equipo de Manuel Pellegrini, en plena mala racha de resultados, el que empezó más fuerte. A los cuatro minutos ya había puesto a prueba a Nil, el portero local, con un disparo cruzado de Jesús Rodríguez, canterano. Bakambu perdonó el primer gol pasado el cuarto de hora, al enviar fuera el remate cuando se había plantado solo ante Nilo después de aprovechar un error en la salida de la defensa rival. Chimy Ávila hizo finalmente el 0-1, diez minutos después, ejecutando en el palo largo un lanzamiento de falta por unas manos inocentes de Darbra en la frontal del área.

Sin embargo, el Sant Andreu no perdió la cara en el partido. Y antes del descanso, Serrano, el jugador más peligroso del conjunto local, recibió entre líneas para hacer una pared con Jurado y definir sobre la salida del portero visitante en el minuto 36. En la segunda parte el Betis pidió dos penaltis, en un período en el que presionaron un poco más. Poco antes de llegar a la hora de juego el Sant Andreu tuvo una doble ocasión para darle la vuelta al partido, pero lo evitaron entre Vieites, que salvaba en línea de gol un disparo de Serrano, y Albertito, que desviaba sin querer abajo palos el posterior remate de su compañero Paredes. Pellegrini veía que la eliminatoria realmente empezaba a peligrar e hizo un triple cambio, dando entrada a tres titulares en la Liga como Altimira, Ez Abde y Vítor Roque.

La entrada del delantero brasileño cedido por el Barça resultó decisiva, ya que creó ocasiones y finalmente forzó un penalti en el minuto 78 que él mismo falló pero que sirvió para que Bartra marcara el 1-2 después de recoger el rechazo de Nilo. El defensa bético entró en el área antes de que Roque hiciera el lanzamiento, pero Busquets Ferrer, huérfano de VAR, no pitó nada, lo que provocó las protestas de los locales. El Sant Andreu también protestó un posible gol y un posible penalti no silbado, terminando frustrado y cansado. Por último, Abde marcó el tercero a placer en el segundo palo y con pase de Mateo en el añadido.

El Nàstic también cae

En Tarragona, un Nàstic muy valiente también cayó eliminado contra un rival de categoría superior, el Huesca entrenado por el catalán Antonio Hidalgo. Los tarraconenses cayeron por un gol de Joaquín Muñoz en el minuto 58.

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