Olimpisme

Los Juegos Olímpicos en los Pirineos, una apuesta pendiente del tablero político

La candidatura para hacer regresar unos Juegos a Catalunya 38 años después entra en la fase clave

La candidatura olímpica de los Pirineo plantea tres zonas en Cataluña, en Barcelona, la Valle de Aran y la Cerdaña
29/01/2022
6 min

BarcelonaEl olimpismo ha vuelto, tres décadas después, a la primera línea de debate en Catalunya. La propuesta por traer unos Juegos Olímpicos de Invierno por primera vez a los Pirineos ha acabado por provocar un rifirrafe político entre el gobierno de Catalunya y el de Aragón, justo cuando el proyecto entra en su fase clave. En marzo la comisión técnica de los Juegos , donde hay representantes del gobierno central, el Comité Olímpico Español, el gobierno de Aragón y la Generalitat, tendría que presentar los detalles de una candidatura que hasta ahora no se ha explicado mucho, “puesto que todavía se encuentra en la fase de cerrar acuerdos”, según explican en la comisión. El Comité Olímpico Internacional decidirá la sede de los Juegos del 2023, con Vancouver (Canadá), Sapporo (Japón) y Salt Lake City (Estados Unidos) como rivales de la propuesta pirenaica.

Las sedes, casi definidas 

La comisión técnica tiene definidas las sedes, a la espera de los políticos

Tanto Barcelona como Catalunya han cambiado mucho desde el año 1992. También ha cambiado un Comité Olímpico Internacional (COI) que después de años de escándalos y presupuestos disparados quiere organizar “Juegos sostenibles”, es decir, que impliquen hacer solo las obras que son necesarias, como reforzar la línea de tren Barcelona-Vic o la carretera C-17. Al COI le interesa la marca Barcelona, pero el gran dolor de cabeza de la candidatura es la disputa política entre la Generalitat, Aragón y el gobierno central sobre como bautizar el proyecto y sobre quién tendría que liderarlo de puertas afuera. El informe técnico, casi terminado, preveía tres grandes áreas de deportes en el Pirineu, la Cerdanya, la Vall d'Aran y la parte aragonesa, así como Barcelona como gran sede de los deportes sobre hielo. Así, las pruebas de esquí de velocidad tendrían que ir a la Molina, mientras que otras disciplinas de esquí irían entre la Vall d'Aran y el Pirineo aragonés. Pero la petición aragonesa de tener el 50% de las pruebas topa con este informe, que parecía casi terminado. Topa con él porque Aragón no dispone ahora mismo de las instalaciones necesarias para acoger el 50% de los Juegos sin tener que hacer muchas obras, como oficialmente no desea el COI. “Todo proyecto olímpico supera fases complicadas en las que hay que llegar a acuerdos, sabíamos que esta fase llegaría”, dicen desde la candidatura en referencia a los hechos de los últimos días. La consellera de la Presidencia, Laura Vilagrà, reclamó un “liderazgo catalán” del proyecto y definió el papel aragonés como de “territorio colaborador”. Pero el presidente aragonés Javier Lambán respondió que “sin Aragón no tendremos Juegos ”, y exigió más peso. Fuentes consultadas por el ARA en los dos gobiernos admiten la voluntad de tirar adelante el proyecto, pero a las puertas de elecciones municipales en Aragón y en una momento en que cada gesto es estudiado con lupa en Catalunya, “la cuestión de quién parecería tener más peso públicamente ha complicado el escenario”.

El cambio climático 

¿Se pueden organizar unos Juegos en el Pirineo en 2030?

Dentro de la candidatura se habla de tres grandes obstáculos: la lucha política, el cambio climático y el apoyo de la población. Sobre el segundo punto, el ARA ha podido saber que la idea es pedir a una agencia de prestigio internacional un informe que demuestre que en 2030 se podrían hacer unos Juegos en los Pirineos. “Si el informe dice que no es posible, la candidatura se retirará”, admiten fuentes del proyecto. El presidente de la comisión técnica, Ricard Font, afirma: “Los estudios que tenemos nos dicen cosas tan contradictorias como la temperatura sube, pero que en los últimos diez años ha habido más volumen de nieve que en los anteriores”. Bernat Lavaquiol, portavoz de la plataforma en contra de los Juegos e ingeniero técnico forestal y agrónomo, no lo ve claro. “¿Acabamos de tirar adelante en Catalunya una ley bastante avanzada contra la emergencia climática, y ahora se quieren hacer estos Juegos? Los informes de la Generalitat dicen que del 2031 al 2050 aumentará la temperatura entre 0,7 y 2,1 grados. Los informes dicen que exceptuando la Vall d'Aran y la Molina, la mayor parte de las pistas tendrán que cerrar. Estamos invirtiendo ahora 1,5 millones de euros anuales para hacer nieve artificial en la Molina. Esto no encaja”.

La estación de la Molina

El referéndum 

63.000 personas podrán decidir el futuro de la candidatura

El tercer punto es el apoyo de la población. El proyecto tendría que superar el referéndum de la próxima primavera en el Pirineo. Estarán llamados a participar los ciudadanos de las comarcas del Alt Pirineu y Aran: el Pallars Jussà, el Pallars Sobirà, la Alta Ribagorça, el Alt Urgell, la Cerdanya y la Vall d'Aran. En total son 77 municipios, con un censo global de unas 63.000 personas. La consulta ha levantado polvareda, puesto que el Comité Olímpico Español no quiere que sea vinculante, como sí que defiende la Generalitat, que ha dejado fuera de la votación el Berguedà, el Solsonès y el Ripollès, que también reclaman votar. En las dos comarcas que serían sede oficial de los Juegos, la Cerdanya y la Vall d'Aran, el apoyo a los Juegos parece mayoritario, puesto que los alcaldes se manifiestan casi todos a favor. “No organizarían un referéndum si no supieran que lo ganarán”, se queja Lavaquiol.

¿Una sede en el extranjero? 

El salto de trampolín y el bobsleigh, todavía un misterio

La comisión técnica todavía no ha decidido qué hará con el bobsleigh, deporte sin tradición en España, o con los saltos de trampolín. Son disciplinas que requieren grandes estructuras, inexistentes ahora. Así, se ha estudiado llevarlas a Suiza o Sarajevo. La opción bosnia gusta, puesto que supondría un homenaje al hermanamiento de Barcelona con Sarajevo el 1992 durante la guerra, pero rehacer las instalaciones bosnias de los Juegos del 1980 costaría mucho. El COE, pues, no quiere descartar pedir informes para hacer instalaciones temporales en el Pirineo o incluso crear un circuito de bobsleigh si existen acuerdos para garantizar que serían sede de Mundiales y Europeos en el futuro, cosa que evitaría que cayeran en desuso. El único trampolín que hay ahora en el Pirineo, en la Molina, no cumple con los requisitos y tendría que ser modernizado. La posibilidad de incluir a Andorra en el proyecto, que se valoró, está descartada.

El modelo del territorio especial

Dos puntos de vista sobre el futuro del Pirineu

La plataforma que se opone a los Juegos argumenta que esta candidatura no deja de ser una muestra más de la tendencia a “castigar el territorio”. “En el Pirineo –asegura Lavaquiol– tenemos el 0,9% de la población catalana en el 20% del territorio. Una zona llena de déficits públicos. No tenemos líneas de buses entre las capitales, el transporte es el más caro del país, pero sí que se hace un aeropuerto privado para traer turistas a Andorra”. Lavaquiol también se queja de “carencia de transparencia”. “Está todo hecho desde Barcelona –asegura–. Ningún alcalde tiene información. Defienden los Juegos los grupo de presión turísticos y de la construcción, que potencian el modelo socioeconómico del monocultivo turístico. Tenemos la media más alta de PIB que depende del turismo, la media más alta de camas de hotel por habitante, y pocas salidas laborales fuera del turismo, donde los sueldos son bajos”. Ricard Font lo ve diferente: “El proyecto olímpico nos tiene que permitir entrar en un diálogo con el territorio para repensar muchos ámbitos. Para repensar el país. No se tiene que dudar de los Juegos , puesto que Catalunya se harta de organizar grandes acontecimientos, lo que hace falta es conseguir que ayuden a cuidar el territorio”. Para Núria Pau, esquiadora de Ribes de Freser que será olímpica este año en Pekín, “unos Juegos pueden permitir dar trabajo y potenciar el Pirineo como centro de entrenamiento acercándolo a gente joven”.

El calendario 

La decisión final, el primer trimestre del 2023

Si los políticos se ponen de acuerdo, el próximo paso sería presentar el informe técnico de la candidatura en marzo , donde se explicarían los detalles que ahora reclama conocer el territorio. Después tocaría votarlo en el Pirineu. Y en caso de ser aprobado, habría que esperar el informe encargado para demostrar que a pesar del cambio climático se pueden hacer unos Juegos. Será, sin embargo, el COI quien decidirá la sede los primeros meses del 2023. Un largo camino que nació el 2010, con el alcalde Jordi Hereu, y que ha acabado convertido en un escenario más de la tensión entre el gobierno catalán y el de Madrid.

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